Ellen G. White
Ellen G. White

E. G. WHITE NO ES CONFIABLE

COMO PROFETA*

Traducido de Proclamation!
Noviembre-Diciembre 2002


* Nota del editor: Este artículo fue enviado a Life Assurance Ministries, Inc. por un pastor adventista del séptimo día en ejercicio, que nos autorizó a publicarlo en Proclamation. A menos que se indique lo contrario, todos los textos resaltados que se encuentran en las citas han sido añadidos por el autor.


"Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!" (Gálatas 1:8).

¿Es posible ser miembro activo y participante de la iglesia adventista del séptimo día y sin embargo creer que Ellen White no es confiable como profeta? ¿Es opcional la creencia en su papel profético? (1).

Yo declaro que hay suficiente evidencia plausible para clasificar la designación profética de Ellen White como espuria y dudosa. Aunque los adventistas del séptimo día no pueden subestimar su influencia formativa y continuada, pueden reexaminar sus enseñanzas de largo tiempo sobre ella, enseñanzas que llevaron erróneamente a muchos miembros a a utilizar sus obras como otra forma de Escritura.

Considérense las siguientes declaraciones e ideas escritas por su propia pluma.

1. "Vi que Dios estaba en la proclamación del tiempo de 1843" (2). También, "Vi al pueblo de Dios gozoso en expectación, esperando a su Señor.  Pero Dios dispuso probarlos. Su mano cubrió un error en el cálculo de los períodos proféticos ... Dios dispuso que su pueblo experimentara un desengaño" (3).
Fancamente, yo no creo que sea el propósito de Dios engañar a su pueblo con fechas falsas sobre la segunda venida. Es imposible que Dios mienta (Heb. 6:18). La idea de que Dios descarriara intencionalmente a sus seguidores para que tuvieran una experiencia de desengaño es, pues, muy difícil de tragar.

2. "Durante un tiempo después del desengaño de 1844, yo sí sostuve, junto con el cuerpo de creyentes adventistas, que la puerta de la misericordia se había cerrado para siempre para el mundo. Esta posición fue adoptada antes de que recibiera mi primera visión. Fue la luz que Dios me dio la que corrigió nuestro error, y nos permitió ver nuestra verdadera posición" (4).
Esto claramente conduce a confusión. Fueron sus visiones inspiradas divinamente las que respaldaron la herejía de la puerta cerrada entre los primeros adventistas. La creencia de la puerta cerrada llevó a los primeros adventistas a creer que Dios había cerrado la puerta de la salvación para el mundo, excepto para los creyentes del movimiento millerista.

James White escribió con respecto a Ellen: "Cuando ella recibió su primera visión, en dic. de 1844, ella y todo el grupo en Portland, Maine [donde los padres de ella vivían en ese entonces], habían abandonado el clamor de medianoche y la puerta cerrada como cosas del pasado. Fue entonces que el Señor le mostró a ella en visión el error en el que habían caído ella y el grupo de Portland. Ella entonces relató su visión al grupo, y como sesenta de ellos confesaron su error y reconocieron que su experiencia del séptimo mes era obra de Dios" (5).

La misma Ellen escribió: "Mientras estuve en Exeter, Maine, en una reunión con Israel Dammon, James, y muchos otros, muchos de ellos no creían en la puerta cerrada. Sufrí mucho al principio de la reunión. La incredulidad parecía estar en todas partes ... Cuando salí de la visión, mis oídos fueron saludados por el canto y los fuertes gritos de la hermana Durben. La mayoría de ellos aceptó la visión y quedaron satisfechos en relación con la puerta cerrada" (6).

Otis Nichols, otro adventista y amigo de los White, escribió a William Miller (que también creyó durante cierto tiempo en una puerta cerrada). En una carta (abril 20, 1846), Nichols escribió: "En el mensaje de ella estuvo siempre presente el Espíritu Santo, y dondequiera que el mensaje era recibido como procedente del Señor, quebrantaba y derretía los corazones como si fueran de niños; nutría, consolaba, fortalecía a los débiles, y los estimulaba a aferrarse a la fe y al movimiento del séptimo mes; que nuestra obra estaba terminada para la iglesia nominal y el mundo, y que lo que quedaba por hacer era a favor de la comunidad de la fe" (7).

Todo esto es problemático, porque Ellen White recibió esta enseñanza falsa y completamente antibíblica de la puerta cerrada en visión. En su visión original acerca de que el pueblo adventista viajaba por un sendero hacia la ciudad, ella concluye con este comentario sobre los creyentes adventistas que podrían retractarse y abandonar el movimiento: "Era tan imposible para ellos entrar al sendero nuevamente e ir a la ciudad como para todo el mundo impío que Dios había rechazado" (8).

Es muy difícil defender la idea de que ésta era apenas una creencia errónea o algo que algunos de ellos sostenían hasta que fue corregido por una visión años más tarde. Fue la influencia profética de Ellen White lo que dio ímpetu y aprobación divina a la enseñanza. La mejor apología del tema de la puerta cerrada carece de substancia y es muy insatisfactoria cuando miramos su contenido.

La Fundación White reconoce que "Ellen White malinterpretó esta visión" (9). Aunque deja lugar para profetas moralmente falibles, la Biblia declara que "sobre todo, ustedes deben entender que ninguna profecía de la Escritura vino por la interpretación del propio profeta" (10). Las Escrituras son dignas de confianza por lo que concierne al contenido teológico, un punto de distinción en comparación con algunos de los escritos de Ellen White.

3. "Vi el estado de las diferentes iglesias desde que el segundo ángel proclamó su caída [en 1844]. Se han estado volviendo más y más corruptas ... Satanás ha tomado plena posesión de las iglesias como un cuerpo ... Sus profesiones, sus oraciones, y sus exhortaciones son una abominación a la vista de Dios" (11).
¿Cómo podemos respaldar cualquier parte de esta visión hoy día? Desde entonces, hemos redefinido esto para que diga lo que nunca se quiso que dijera, un problema común al tratar con las primeras visiones y los primeros escritos de ella. ¿Cómo trabajar con otros cristianos, si, de hecho, como le dijo el ángel, Satanás ha tomado plena posesión de las iglesias (no adventistas)? Recordemos que Ellen White "vio" que la proclamación del segundo ángel ya había tenido lugar (Babilonia había caído). Sólo más tarde, cuando Cristo no vino como se esperaba, reelaboró ella su intención original y dijo que, aunque Babilonia había caído, sus pecados todavía no habían alcanzado su plenitud.

Sin embargo, es claro que, para Ellen White, la observancia del domingo como día de reposo ya era, en sus días, la marca de la bestia. Su significado como tal no esperó el decreto de un futuro anticristo. Ella declaró: "El nombre adventista del séptimo día es un reproche permanente para el mundo protestante. He aquí una línea divisoria entre los que adoran a Dios y los que adoran a la bestia y reciben su marca" (12). Ella escribió despectivamente sobre algunos adventistas que no habían entendido que "la observancia del sábado tenía la suficiente importancia como para trazar una línea entre el pueblo de Dios y los incrédulos" (13). Describiendo, como afirmaba, una visión dierectamente de Dios, Ellen White escribió: "Vi que el santo sábado es, y será, el muro de separación entre el verdadero Israel de Dios y los incrédulos" (14).

Esta línea de pensamiento también aparece clara en Great Controversy - los que tienen culto en domingo siguen a la bestia y las falsas doctrinas de Babilonia. Fue Ellen White quien abogó por y promocionó una mentalidad de "nosotros vs. ellos" entre los adventistas.
4. "También vi que muchos no se dan cuenta de lo que deben ser para vivir a la vista del Señor sin un sumo sacerdote en el santuario durante el tiempo de la tribulación. Los que reciban el sello del Dios viviente y estén protegidos en la tribulación deben reflejar plenamente la imagen de Dios" (15).
El concepto de perfección personal para vivir sin un sumo sacerdote es contrario al testimonio de Hebreos 7:24-25, que dice que "puesto que Jesús vive para siempre, su sacerdocio es para siempre. Por lo tanto, puede salvar completamente a los que por él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder por ellos".

5. "Hay perfecto orden y perfecta armonía en la Santa Ciudad. Todos los ángeles comisionados para visitar la tierra tienen una tarjeta de oro, que presentan a los ángeles en las puertas de la ciudad al salir y al entrar" (16).
Uno se siente tentado a desechar esto con un simple "Bueno ... está bien". Pero, ¿es verdad? ¡Seguramente, no se necesita ninguna tarjeta para entrar a una ciudad cuya única luz es proporcionada por la presencia de Aquél para quien el tiempo es irrelevante (2 Ped. 3:8)! ¡Seguramente, no se necesita ninguna tarjeta de identificación para ser recibido por Aquél que conoce hasta los cabellos de nuestras cabezas! ¿O es que hay pecado en el cielo? ¿Qué otra razón puede haber para guardias y pases para entrar a la Santa Ciudad? ¿De qué está siendo protegida? ¿Podría ser esto más una descripción de su imaginación que una clara visión de Dios? ¿Debe enseñarse esto en nuestras iglesias como enseñanza inspirada?

6. "Si alguno está enfermo entre nosotros, no deshonremos a Dios recurriendo a médicos terrenales, sino recurramos al Dios de Israel. Si seguimos sus instrucciones (Sant. 5:14, 15), los enfermos sanarán. La promesa de Dios no puede fallar. Tengan fe en Dios, y confíen plenamente en Él, para que, cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca, podamos aparecer con él en gloria" (17).

7. "El Señor quiere que enterremos cuestiones políticas. Sobre estos temas, el silencio es elocuencia. Cristo llama a sus seguidores a venir a la unidad en los puros principios del evangelio que están claramente revelados en la palabra de Dios. No podemos votar sin peligro por los partidos políticos, porque no sabemos por quién estamos votando. No podemos sin peligro participar en ninguna estratagema política ... El pueblo de Dios no debe votar para poner tales hombres en puestos públicos, porque, cuando ellos hacen esto, son partícipes con ellos en los pecados que cometen cuando ocupan esos puestos" (18).

8. En relación con el problema de la esclavitud, Ellen White definidamente no era proactiva en ayudar a abolir la esclavitud. "La gente de color no debería exigir que se les considere iguales a la gente blanca" (19). En la misma página, también escribe: "La obra de proclamar la verdad para este tiempo no debe ser estorbada por un esfuerzo para ajustar la posición de la raza negra". Era bueno evangelizar a las personas de raza negra, pero no tratar de ajustar su suerte en la vida. Francamente, esto es sólo otro ejemplo de una voz profética indigna de confianza.

9. Aunque la iglesia publicó instrucciones claras contra el plagio en el número de sept. 6 de 1864 de Adventist  Review, Ellen White continuó en la práctica durante muchos años. La documentación sobre esto es abrumadora, y no es necesario que yo gaste tiempo reproduciéndola aquí.
El verdadero punto en discusión no es tanto el tomar prestado, sino el engaño. No es simplemente que ella tomó prestado/investigó/plagió. Es que ella reclamó para sí misma visiones divinas e inspiración, hasta independencia de pensamiento, para el material. La iglesia cree que era inapropiado. Yo creo que revela más.

Como hasta James White dijo: "Si ella tomó prestado de sólo uno, entonces tomó prestado de todos los demás. ¿Quién puede confiar en ella como cristiana si dice que el material vino de Dios y también de otras fuentes?" (20) Asimismo, el investigador adventista Fred Veltman escribió durante su estudio sobre El deseado de todas las gentes: "Implícita o explícitamente, Ellen White u otros que hablaron en su nombre no admitieron y hasta negaron la dependencia literaria de parte de ella ...

"Tengo que reconocer de salida que, a mi juicio, éste es el problema más serio que hay que enfrentar en relación con la dependencia literaria de Ellen White. Es un golpe al corazón mismo de su honestidad, su integridad, y por lo tanto, su confiabilidad" (21).

El punto de vista de la propia Ellen White

La culpa por exagerar y abusar de la autoridad de Ellen White en comparación con la Escritura no descansa simplemente en los creyentes adventistas. Ella misma fomentó estos puntos de vista, y de aquí nuestra práctica demasiado común de usar sus escritos de una manera pseudocanónica. Aunque algunos prefieren sus citas sobre la confianza en la Escritura, hay abundancia de otras afirmaciones en que ella confiere autoridad divina a sus propios escritos.

Ella escribió: "Afirmar que soy profetisa es algo que nunca he hecho. Si los demás me llaman por ese nombre, no tengo controversia con ellos" (22). En el mismo libro, ella escribe: "Mi obra incluye mucho más de lo que significa este nombre [profetisa]. Yo me considero mensajera de su pueblo [del de Dios]" (23).

La misma Ellen White no dejó ninguna duda sobre sus escritos (a menudo llamados "testimonios"):
 
"Si ustedes pierden confianza en los Testimonios, se apartarán de la verdad bíblica" (24).

"Si (sus testimonios) no se acatan, el Espíritu Santo queda excluido del alma" (25).

"Cuando yo les envío un testimonio de amonestación y reproche, muchos de ustedes declaran que es sólo la opinión de la hermana White. Por consiguiente, han insultado al espíritu de Dios" (26).

"Los que han sido reprendidos por el Espíritu de Dios no deben levantarse contra el humilde instrumento. Es Dios, y no un falible mortal, quien ha hablado para salvarles de la ruina" (27). Ésta es una de las más fuertes declaraciones relativas a la autoridad de sus escritos en la vida de los adventistas del séptimo día. Si sus escritos llevan el sello de Dios, son realmente canónicos en el sentido práctico.


"El engaño final de Satanás será anular el testimonio del Espíritu de Dios" (28).

"En estas cartas que escribo, en los testimonios que doy, les presento lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un solo artículo en el periódico expresando meramente mis propias ideas. Esas cartas y esos testimonios son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión - preciosos rayos de luz que brillan desde el trono" (29).

"Hay una línea recta de verdad, sin una sola frase herética, en lo que he escrito" (30).

Los testimonios "jamás contradicen la Palabra de Dios" (31).

"Físicamente, siempre he sido un vaso roto, pero en mi vejez, el Señor continúa inspirándome por medio de su Santo Espíritu para que escriba los libros más importantes que jamás han sido presentados a las iglesias y al mundo" (32). ¡Qué afirmación!

"En la actualidad, Dios habla a los hombres por medio de los Testimonios" (33).

"El Espíritu Santo es el autor de las Escrituras y del espíritu de profecía" (34).

"El poder de Dios venía sobre mí, y me era posible definir claramente lo que es verdad y lo que es error" (35).

Si el Espíritu Santo es realmente el autor de los escritos de ella, entonces todos y cada uno de los miembros de iglesia deberían estudiarlos, memorizarlos, aprendérselos, y leerlos regularmente (muchos lo hacen). Los escritos realmente "funcionarían" para la doctrina y el estilo de vida, y rechazar las más fuertes afirmaciones de ella sería peligroso en los últimos días.

Nuevamente, la creencia de que los escritos de Ellen White están al mismo nivel de inspiración y tienen el mismo grado de autoridad que la Escritura no se originó en miembros despistados o en un grupo selecto de teólogos, sino en la misma Ellen White. Ella fomentó un punto de vista sobre su papel que continúa siendo casi canónico en la práctica, aunque no necesariamente en teoría.

Cualquiera que influya en las vidas de millones de personas y que haya hecho la clase de afirmaciones que hizo Ellen White debería ser examinada muy cuidadosamente. Sus afirmaciones de revelación divina deberían ser examinadas, del mismo modo que las afirmaciones de Joseph Smith (mormonismo), Mary Baker Eddy (ciencia cristiana), Mahoma (Corán), y otros.

Como pastor e instructor adventista, he descubierto que muchísimos miembros están confundidos sobre qué hacer con ella. Y muchos se han vuelto indiferentes hacia ella debido a esta confusión.

¿Una voz autorizada?

La declaración oficial de las creencias fundamentales de la iglesia describe a Ellen White en la creencia fundamental #17: "Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una marca que identifica a la iglesia remanente [ASD] y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una fuente continua y autorizada de verdad, que proporciona para la iglesia consuelo, orientación, instrucción, y corrección. También, sus escritos dejan claro que la Biblia es el modelo por el cual se debe someter a prueba toda enseñanza y experiencia". (36)

Aunque a los cristianos se les aconseja no negar a los profetas, sino someterlos a prueba y examinarlos (37), es casi imposible hacerlo en los círculos adventistas. ¿Por qué? Porque Ellen White es considerada tan divina como la Escritura aun antes de que sea puesta a prueba.

"Si en nuestro estudio sacamos algunas conclusiones de los escritos de la Sra. White que la hacen aparecer como contradiciendo la Escritura, entonces es incorrecta la manera en que entendemos o la Biblia o a Ellen G. White. Debido a que ella era una verdadera profeta, inspirada por el mismo Espíritu que los escritores bíblicos, sus enseñanzas estarán siempre en armonía con las Escrituras" (38).

¿Cómo se puede examinar la validez de un profeta, cuando está tan extendida la suposición por parte de tantos dentro de la iglesia y por anticipado que los escritos del profeta están siempre en armonía con la Escritura? Cualesquiera contradicciones o problemas son meras y aparentes contradicciones o problemas. No se puede someter a prueba a un profeta del cual se supone que es un profeta antes de someterlo a prueba. Si algo cede, la Escritura cede para ajustarse a los puntos de vista del profeta moderno. Aunque no todos dentro del adventismo patrocinan esta posición ilógica, sí lo hacen muchos administradores, teólogos, y miembros de la iglesia, y esto crea un borroso panorama de la inspiración y denigra el papel de la Escritura como la única autoridad de fe y práctica.

Yo no estoy abogando por la infalibilidad sin pecado como método para poner a prueba a un profeta. Pero un verdadero profeta debe ser digno de confianza en el terreno teológico. Yo no espero que la Escritura sea infalible en cuestiones cronológicas y ni siquiera como libro de texto para responder a todas las preguntas de la ciencia, pero sí espero que lo que me diga acerca de Dios y el plan de salvación sea confiable. Yo veo una diferencia entre la confabilidad general de Ellen White y la de los profetas bíblicos.

"Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:20, 21).

Yo no creo que el adventismo sea tomado jamás en serio por el mundo cristiano en general a menos que supere su propia incapacidad para explicar, en teoría y en la práctica, el papel de la Escritura como la única fuente de autoridad de fe y práctica.

Algunas conclusiones ...

He leído los escritos de la propia Ellen White durante casi dos décadas. He pasado cientos de horas examinando su material, comparándolo con la Escritura, examinando el entorno histórico y sociológico, y estudiando libros y artículos sobre ella (a favor y en contra). Además, he pasado muchas horas estudiando los métodos y la mecánica de la inspiración.

Francamente, encuentro que Ellen White es una mezcla de elevación y confusión ... inspiración y contradicción ... claridad cristocéntrica y especulación a gran escala. Encuentro que sus numerosas contradicciones de la Biblia, profecías incumplidas, y errores "divinamente inspirados" (39) me llevan a creer que ella confundió su papel como una mensajera divinamente inspirada.

¿Fue ella una falsa profetisa? Bueno, yo estoy convencido de que Ellen White amaba al Señor, y simplemente llegó a creer que sus pensamientos, impresiones, y sueños sobre cuestiones religiosas procedían de Dios. Yo la coloco en una categoría similar a la categoría en que muchos carismáticos colocarían a Oral Roberts y a Benny Hinn, que han influido en las vidas de millones para que amen al Señor, pero que también llegaron a creer que recibían frecuentes visiones, impresiones, y comunicaciones de parte de Dios.

Yo concuerdo con los sentimientos del primo de Ellen White, que fue citado muy al comienzo del movimiento adventista (1847):

"No puedo respaldar las visiones de la hermana Ellen como de inspiración divina, como usted y ella lo creen; pero no sospecho la más mínima sombra de deshonestidad de parte de ninguno de ustedes sobre este asunto. Quizás pueda expresar a ustedes mi creencia sobre la cuestión sin hacer daño a nadie. Sin duda, resultará en bien para ustedes y para mí. Al mismo tiempo, admito la posibilidad de que yo esté equivocado. Creo que lo que ella y ustedes consideran visiones del Señor son sólo ensueños religiosos, en los cuales su imaginación corre sin control sobre temas en los cuales ella está profundamente interesada. Mientras está absorta en estos ensueños, ella está perdida para todo lo que está a su alrededor. Los ensueños son de dos clases, pecadores y religiosos. Los de ella son de éstos últimos. Los de Rousseau, 'un célebre infiel francés', eran de los primeros. La infidelidad era su tema, y sus ensueños eran infieles. La religión es el tema de ella, y sus ensueños son religiosos. En todo caso, los sentimientos, por lo general, los obtiene de enseñanzas previas o estudios previos. De ninguna manera creo que sus visiones son como algunas del demonio" (40).

Vale la pena considerar otras dos citas :

El Dr. William Sadler, que conocía bien a Ellen White, escribió en 1912:

"No es raro que personas en trance cataléptico se imaginen viajando a otros mundos. En realidad, los maravillosos relatos de sus experiencias, que describen después de que terminan estos ataques catalépticos, son tan singulares y maravillosos que sirven de base para fundar nuevas sectas, cultos, y religiones ... Es un interesante estudio en psicología observar que estos médiums en trance siempre tengan visiones en armonía con sus creencias teológicas ... Casi todas estas víctimas de trances y catalepsia nerviosa tarde o temprano llegan a creerse mensajeras de Dios y profetas del cielo. Y sin duda la mayoría de ellas es sincera en esta creencia. No comprendiendo la fisiología ni la psicología de sus aflicciones, sinceramente llegan a considerar sus peculiares experiencias religiosas como algo sobrenatural, mientras que sus seguidores creen ciegamente cualquier cosa que ellos enseñan a causa del supuesto carácter divino de estas llamadas revelaciones" (41).

El Dr. Walter Martin pasó miles de horas investigando la iglesia adventista del séptimo día y leyendo los escritos de Ellen White para compartir sus hallazgos con cristianos evangélicos. Llegó a la conclusión de que, aunque a veces profetizó erróneamente, Ellen White no era una falsa profeta.

"En mi opinión, la Sra. White hizo afirmaciones falsas. Abusó de lo que ella afirmaba era el don profético que tenía. Esto creo en ciertos casos. Pero si uno va a tratar de decir que eso hace de Ellen White lo mismo que las malas profecías prohibidas en Éxodo y Deuteronomio, entonces uno tiene que demostrar que Ellen White era una incrédula y que la suya era una perversión deliberada y voluntaria de la verdad en relación con la salvación y la revelación. Ésa es una línea muy fina ... Sí admitimos que cualquiera que diga algo en nombre de Dios - y si ese algo no sucede - está profetizando falsamente. Pero hay un nivel más profundo en esto. ¿Es una persona que ha caído en pecado siendo creyente, o es una persona completamente incrédula? Ésa es su parte bíblica - intentar deliberadamente desviar a la gente en dirección opuesta a Dios ... Creo que ella trataba de imbuir muchas de sus afirmaciones y doctrinas con el sello divino de autoridad para que la gente le prestara atención. Sí, creo que ella hizo eso y creo que eso es pecaminoso. Sin embargo, no creo que el propósito de la Sra. White en cualquier cosa que enseñó fuese deshonrar a Cristo o volverse contra el evangelio tal como ella lo entendía" (42).

Estoy de acuerdo.

"Sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos" (Judas 3).
"Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!" (Gálatas 1:8).
"Por eso yo estoy contra los que se roban mis palabras entre sí" - dice el Señor. "Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar" - afirma el Señor. "Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones" - afirma el Señor. "Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo", afirma el Señor. (Jeremías 23:30-32).
"Tal vez te preguntes: 'Cómo podré reconocer un mensaje que no provenga del Señor?' Si lo que el profeta proclama en nombre del Señor no se cumple ni se realiza, será señal de que su mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habrá hablado con presunción. No le temas". (Deuteronomio 18:21-22).


 (1) Según la literatura adventista original, la aceptación de sus escritos no debía ser considerada prueba de membresía. Véase Testimonies, tomo 1, pp. 327-328, 382-384; Welfare Ministry, p. 172; Colporteur Ministry, p. 42; Evangelism, p. 172; y Selected Messages, tomo 1, pp. 259, 383-388.

 (2) Early Writings, p. 232.

 (3) Ibid., p. 235.

 (4) Selected Messages, tomo 1, p. 63.

 (5) A Word to the Little Flock, p. 22 (ed. de 1847).

 (6) Manuscript Releases, vol. 5, p. 97 (a principios de 1846).

 (7) The Early Years, vol. 1, pp. 75-76.

 (8) A Word to the Little Flock (1847).

 (9) 101 Questions on the Sanctuary and on Ellen White, White Estate, Marzo 1981, p. 56.

(10) 2 Pedro 1:21.

(11) Spiritual Gifts, vol. 1, p. 189.

(12) Testimonies to the Church, vol. 1, p. 223.

(13) Early Writings, p. 85.

(14) Early Writings, p. 33 (énfasis añadido).

(15) Early Writings, p. 71.

(16) Early Writings, p. 39.

(17) Carta, Topsham, Ene 31, 1849.

(18) Fundamentals of Christian Education, p. 475.

(19) Testimonies to the Church, vol. 9, p. 214.

(20) Life Sketches of James and Ellen White, p. 328.

(21) Ministry, diciembre 1990, pp. 11, 14.

(22) Selected Messages, vol. 1, p. 34.

(23) Ibid., p. 36.

(24) Testimonies to the Church, vol. 5, p. 674.

(25) Selected Messages, vol. 1, p. 46.

(26) Testimonies to the Church, vol. 5, p. 661.

(27) Testimonies to the Church, vol. 3, p. 257.

(28) Selected Messages, vol. 1, p. 48.

(29) Testimonies to the Church, vol. 5, p. 67.

(30) Selected Messages, vol. 3, p. 52.

(31) Ibid., p. 32.

(32) Testimonies to the Church, vol. 5, pp. 67, 68.

(33) Testimonies to the Church, vol. 4, p. 148; vol. 5, p. 661.

(34) Selected Messages, vol. 3, p. 30.

(35) Gospel Workers, p. 302.      

(36) Fundamental Belief #17.

(37) 1 Tesalonicenses 5:20-21.

(38) Koranteng-Pipim, Samuel, "Understanding the Spirit of Prophecy: Some Key Questions and Principles", Adventists Affirm (Otoño, 2000).

(39) Por ejemplo, www.ellenwhite.org;
http://www.dovenet.homestead.com/files/sda2300.htm;
www.truthorfables.com (Véase www.truthorfables.com/Camden_Vision.htm como ejemplo de una visión de 1851 que muchos miembros encontrarían problemática).

(40) A Word to the Little Flock, 1847, p. 22.

(41) William S. Sadler, The Physiology of Faith and Fear (Chicago: A. C. McClurgand Company, 1912), pp. 461-462.

(42) Adventist Currents, vol. 1, No. 1, julio 1983.