* Nota del editor: Este artículo fue
enviado a Life Assurance Ministries, Inc. por un pastor
adventista del séptimo día en ejercicio, que nos autorizó
a publicarlo en Proclamation.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos
resaltados que se encuentran en las citas han sido
añadidos por el autor.
"Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les
predicara un evangelio distinto del que les hemos
predicado, ¡que caiga bajo maldición!" (Gálatas 1:8).
¿Es posible ser miembro activo y participante de la
iglesia adventista del séptimo día y sin embargo creer que
Ellen White no es confiable como profeta? ¿Es opcional la
creencia en su papel profético? (1).
Yo declaro que hay suficiente evidencia plausible para
clasificar la designación profética de Ellen White como
espuria y dudosa. Aunque los adventistas del séptimo día
no pueden subestimar su influencia formativa y continuada,
pueden reexaminar sus enseñanzas de largo tiempo sobre
ella, enseñanzas que llevaron erróneamente a muchos
miembros a a utilizar sus obras como otra forma de
Escritura.
Considérense las siguientes declaraciones e ideas escritas
por su propia pluma.
1. "Vi que Dios
estaba en la proclamación del tiempo de 1843" (2).
También, "Vi al pueblo de Dios gozoso en expectación,
esperando a su Señor. Pero Dios dispuso probarlos.
Su mano cubrió un error en el cálculo de los períodos
proféticos ... Dios dispuso que su pueblo experimentara
un desengaño" (3).
Fancamente, yo no creo que sea el propósito de Dios
engañar a su pueblo con fechas falsas sobre la segunda
venida. Es imposible que Dios mienta (Heb. 6:18). La idea
de que Dios descarriara intencionalmente a sus seguidores
para que tuvieran una experiencia de desengaño es, pues,
muy difícil de tragar.
2. "Durante un
tiempo después del desengaño de 1844, yo sí sostuve,
junto con el cuerpo de creyentes adventistas, que la
puerta de la misericordia se había cerrado para siempre
para el mundo. Esta posición fue adoptada antes de que
recibiera mi primera visión. Fue la luz que Dios me dio
la que corrigió nuestro error, y nos permitió ver
nuestra verdadera posición" (4).
Esto claramente conduce a confusión. Fueron sus visiones
inspiradas divinamente las que respaldaron la herejía de
la puerta cerrada entre los primeros adventistas. La
creencia de la puerta cerrada llevó a los primeros
adventistas a creer que Dios había cerrado la puerta de la
salvación para el mundo, excepto para los creyentes del
movimiento millerista.
James White escribió con respecto a Ellen: "Cuando ella
recibió su primera visión, en dic. de 1844, ella y todo el
grupo en Portland, Maine [donde los padres de ella vivían
en ese entonces], habían abandonado el clamor de
medianoche y la puerta cerrada como cosas del pasado. Fue
entonces que el Señor le mostró a ella en visión el error
en el que habían caído ella y el grupo de Portland. Ella
entonces relató su visión al grupo, y como sesenta de
ellos confesaron su error y reconocieron que su
experiencia del séptimo mes era obra de Dios" (5).
La misma Ellen escribió: "Mientras estuve en Exeter,
Maine, en una reunión con Israel Dammon, James, y muchos
otros, muchos de ellos no creían en la puerta cerrada.
Sufrí mucho al principio de la reunión. La incredulidad
parecía estar en todas partes ... Cuando salí de la
visión, mis oídos fueron saludados por el canto y los
fuertes gritos de la hermana Durben. La mayoría de ellos
aceptó la visión y quedaron satisfechos en relación con la
puerta cerrada" (6).
Otis Nichols, otro adventista y amigo de los White,
escribió a William Miller (que también creyó durante
cierto tiempo en una puerta cerrada). En una carta (abril
20, 1846), Nichols escribió: "En el mensaje de ella estuvo
siempre presente el Espíritu Santo, y dondequiera que el
mensaje era recibido como procedente del Señor,
quebrantaba y derretía los corazones como si fueran de
niños; nutría, consolaba, fortalecía a los débiles, y los
estimulaba a aferrarse a la fe y al movimiento del séptimo
mes; que nuestra obra estaba terminada para la iglesia
nominal y el mundo, y que lo que quedaba por hacer era a
favor de la comunidad de la fe" (7).
Todo esto es problemático, porque Ellen White recibió esta
enseñanza falsa y completamente antibíblica de la puerta
cerrada en visión. En su visión original acerca de que el
pueblo adventista viajaba por un sendero hacia la ciudad,
ella concluye con este comentario sobre los creyentes
adventistas que podrían retractarse y abandonar el
movimiento: "Era tan imposible para ellos entrar al
sendero nuevamente e ir a la ciudad como para todo el
mundo impío que Dios había rechazado" (8).
Es muy difícil defender la idea de que ésta era apenas una
creencia errónea o algo que algunos de ellos sostenían
hasta que fue corregido por una visión años más tarde. Fue
la influencia profética de Ellen White lo que dio ímpetu y
aprobación divina a la enseñanza. La mejor apología del
tema de la puerta cerrada carece de substancia y es muy
insatisfactoria cuando miramos su contenido.
La Fundación White reconoce que "Ellen White malinterpretó
esta visión" (9). Aunque deja lugar para profetas
moralmente falibles, la Biblia declara que "sobre todo,
ustedes deben entender que ninguna profecía de la
Escritura vino por la interpretación del propio profeta"
(10). Las Escrituras son dignas de confianza por lo que
concierne al contenido teológico, un punto de distinción
en comparación con algunos de los escritos de Ellen White.
3. "Vi el estado de
las diferentes iglesias desde que el segundo ángel
proclamó su caída [en 1844]. Se han estado volviendo más
y más corruptas ... Satanás ha tomado plena posesión de
las iglesias como un cuerpo ... Sus profesiones, sus
oraciones, y sus exhortaciones son una abominación a la
vista de Dios" (11).
¿Cómo podemos respaldar cualquier parte de esta visión hoy
día? Desde entonces, hemos redefinido esto para que diga
lo que nunca se quiso que dijera, un problema común al
tratar con las primeras visiones y los primeros escritos
de ella. ¿Cómo trabajar con otros cristianos, si, de
hecho, como le dijo el ángel, Satanás ha tomado plena
posesión de las iglesias (no adventistas)? Recordemos que
Ellen White "vio" que la proclamación del segundo ángel ya
había tenido lugar (Babilonia había caído). Sólo más
tarde, cuando Cristo no vino como se esperaba, reelaboró
ella su intención original y dijo que, aunque Babilonia
había caído, sus pecados todavía no habían alcanzado su
plenitud.
Sin embargo, es claro que, para Ellen White, la
observancia del domingo como día de reposo ya era, en sus
días, la marca de la bestia. Su significado como tal no
esperó el decreto de un futuro anticristo. Ella declaró:
"El nombre adventista del séptimo día es un reproche
permanente para el mundo protestante. He aquí una línea
divisoria entre los que adoran a Dios y los que adoran a
la bestia y reciben su marca" (12). Ella escribió
despectivamente sobre algunos adventistas que no habían
entendido que "la observancia del sábado tenía la
suficiente importancia como para trazar una línea entre el
pueblo de Dios y los incrédulos" (13). Describiendo, como
afirmaba, una visión dierectamente de Dios, Ellen White
escribió: "Vi que el santo sábado es, y será, el muro de
separación entre el verdadero Israel de Dios y los
incrédulos" (14).
Esta línea de pensamiento también aparece clara en Great Controversy -
los que tienen culto en domingo siguen a la bestia y las
falsas doctrinas de Babilonia. Fue Ellen White quien abogó
por y promocionó una mentalidad de "nosotros vs. ellos"
entre los adventistas.
4. "También vi que
muchos no se dan cuenta de lo que deben ser para vivir a
la vista del Señor sin un sumo sacerdote en el santuario
durante el tiempo de la tribulación. Los que reciban el
sello del Dios viviente y estén protegidos en la
tribulación deben reflejar plenamente la imagen de Dios"
(15).
El concepto de perfección personal para vivir sin un sumo
sacerdote es contrario al testimonio de Hebreos 7:24-25,
que dice que "puesto que Jesús vive para siempre, su
sacerdocio es para siempre. Por lo tanto, puede salvar
completamente a los que por él se acercan a Dios, porque
vive siempre para interceder por ellos".
5. "Hay perfecto
orden y perfecta armonía en la Santa Ciudad. Todos los
ángeles comisionados para visitar la tierra tienen una
tarjeta de oro, que presentan a los ángeles en las
puertas de la ciudad al salir y al entrar" (16).
Uno se siente tentado a desechar esto con un simple "Bueno
... está bien". Pero, ¿es verdad? ¡Seguramente, no se
necesita ninguna tarjeta para entrar a una ciudad cuya
única luz es proporcionada por la presencia de Aquél para
quien el tiempo es irrelevante (2 Ped. 3:8)! ¡Seguramente,
no se necesita ninguna tarjeta de identificación para ser
recibido por Aquél que conoce hasta los cabellos de
nuestras cabezas! ¿O es que hay pecado en el cielo? ¿Qué
otra razón puede haber para guardias y pases para entrar a
la Santa Ciudad? ¿De qué está siendo protegida? ¿Podría
ser esto más una descripción de su imaginación que una
clara visión de Dios? ¿Debe enseñarse esto en nuestras
iglesias como enseñanza inspirada?
6. "Si alguno está
enfermo entre nosotros, no deshonremos a Dios
recurriendo a médicos terrenales, sino recurramos al
Dios de Israel. Si seguimos sus instrucciones (Sant.
5:14, 15), los enfermos sanarán. La promesa de Dios no
puede fallar. Tengan fe en Dios, y confíen plenamente en
Él, para que, cuando Cristo, que es nuestra vida,
aparezca, podamos aparecer con él en gloria" (17).
7. "El Señor quiere que enterremos cuestiones políticas.
Sobre estos temas, el silencio es elocuencia. Cristo llama
a sus seguidores a venir a la unidad en los puros
principios del evangelio que están claramente revelados en
la palabra de Dios. No podemos votar sin peligro por los
partidos políticos, porque no sabemos por quién estamos
votando. No podemos sin peligro participar en ninguna
estratagema política ... El pueblo de Dios no debe votar
para poner tales hombres en puestos públicos, porque,
cuando ellos hacen esto, son partícipes con ellos en los
pecados que cometen cuando ocupan esos puestos" (18).
8. En relación con
el problema de la esclavitud, Ellen White definidamente
no era proactiva en ayudar a abolir la esclavitud. "La
gente de color no debería exigir que se les considere
iguales a la gente blanca" (19). En la misma página,
también escribe: "La obra de proclamar la verdad para
este tiempo no debe ser estorbada por un esfuerzo para
ajustar la posición de la raza negra". Era bueno
evangelizar a las personas de raza negra, pero no tratar
de ajustar su suerte en la vida. Francamente, esto es sólo
otro ejemplo de una voz profética indigna de confianza.
9. Aunque la
iglesia publicó instrucciones claras contra el plagio en
el número de sept. 6 de 1864 de Adventist Review,
Ellen White continuó en la práctica durante muchos años.
La documentación sobre esto es abrumadora, y no es
necesario que yo gaste tiempo reproduciéndola aquí.
El verdadero punto en discusión no es tanto el tomar
prestado, sino el engaño. No es simplemente que ella tomó
prestado/investigó/plagió. Es que ella reclamó para sí
misma visiones divinas e inspiración, hasta independencia
de pensamiento, para el material. La iglesia cree que era
inapropiado. Yo creo que revela más.
Como hasta James White dijo: "Si ella tomó prestado de
sólo uno, entonces tomó prestado de todos los demás.
¿Quién puede confiar en ella como cristiana si dice que el
material vino de Dios y también de otras fuentes?" (20)
Asimismo, el investigador adventista Fred Veltman escribió
durante su estudio sobre El deseado de todas las gentes:
"Implícita o explícitamente, Ellen White u otros que
hablaron en su nombre no admitieron y hasta negaron la
dependencia literaria de parte de ella ...
"Tengo que reconocer de salida que, a mi juicio, éste es
el problema más serio que hay que enfrentar en relación
con la dependencia literaria de Ellen White. Es un golpe
al corazón mismo de su honestidad, su integridad, y por lo
tanto, su confiabilidad" (21).
El
punto de vista de la propia Ellen White
La culpa por exagerar y abusar de la autoridad de Ellen
White en comparación con la Escritura no descansa
simplemente en los creyentes adventistas. Ella misma
fomentó estos puntos de vista, y de aquí nuestra práctica
demasiado común de usar sus escritos de una manera
pseudocanónica. Aunque algunos prefieren sus citas sobre
la confianza en la Escritura, hay abundancia de otras
afirmaciones en que ella confiere autoridad divina a sus
propios escritos.
Ella escribió: "Afirmar que soy profetisa es algo que
nunca he hecho. Si los demás me llaman por ese nombre, no
tengo controversia con ellos" (22). En el mismo libro,
ella escribe: "Mi obra incluye mucho más de lo que
significa este nombre [profetisa]. Yo me considero
mensajera de su pueblo [del de Dios]" (23).
La misma Ellen White no dejó ninguna duda sobre sus
escritos (a menudo llamados "testimonios"):
"Si ustedes pierden confianza en los Testimonios, se
apartarán de la verdad bíblica" (24).
"Si (sus testimonios) no se acatan, el Espíritu Santo
queda excluido del alma" (25).
"Cuando yo les envío un testimonio de amonestación y
reproche, muchos de ustedes declaran que es sólo la
opinión de la hermana White. Por consiguiente, han
insultado al espíritu de Dios" (26).
"Los que han sido reprendidos por el Espíritu de Dios no
deben levantarse contra el humilde instrumento. Es Dios, y
no un falible mortal, quien ha hablado para salvarles de
la ruina" (27). Ésta es una de las más fuertes
declaraciones relativas a la autoridad de sus escritos en
la vida de los adventistas del séptimo día. Si sus
escritos llevan el sello de Dios, son realmente canónicos
en el sentido práctico.
"El engaño final de Satanás será anular el testimonio
del Espíritu de Dios" (28).
"En estas cartas que escribo, en los testimonios que doy,
les presento lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no
escribo ni un solo artículo en el periódico expresando
meramente mis propias ideas. Esas cartas y esos
testimonios son lo que Dios ha abierto delante de mí en
visión - preciosos rayos de luz que brillan desde el
trono" (29).
"Hay una línea recta de verdad, sin una sola frase
herética, en lo que he escrito" (30).
Los testimonios "jamás contradicen la Palabra de Dios"
(31).
"Físicamente, siempre he sido un vaso roto, pero en mi
vejez, el Señor continúa inspirándome por medio de su
Santo Espíritu para que escriba los libros más importantes
que jamás han sido presentados a las iglesias y al mundo"
(32). ¡Qué afirmación!
"En la actualidad, Dios habla a los hombres por medio de
los Testimonios" (33).
"El Espíritu Santo es el autor de las Escrituras y del
espíritu de profecía" (34).
"El poder de Dios venía sobre mí, y me era posible definir
claramente lo que es verdad y lo que es error" (35).
Si el Espíritu Santo es realmente el autor de los escritos
de ella, entonces todos y cada uno de los miembros de
iglesia deberían estudiarlos, memorizarlos, aprendérselos,
y leerlos regularmente (muchos lo hacen). Los escritos
realmente "funcionarían" para la doctrina y el estilo de
vida, y rechazar las más fuertes afirmaciones de ella
sería peligroso en los últimos días.
Nuevamente, la creencia de que los escritos de Ellen White
están al mismo nivel de inspiración y tienen el mismo
grado de autoridad que la Escritura no se originó en
miembros despistados o en un grupo selecto de teólogos,
sino en la misma Ellen White. Ella fomentó un punto de
vista sobre su papel que continúa siendo casi canónico en
la práctica, aunque no necesariamente en teoría.
Cualquiera que influya en las vidas de millones de
personas y que haya hecho la clase de afirmaciones que
hizo Ellen White debería ser examinada muy cuidadosamente.
Sus afirmaciones de revelación divina deberían ser
examinadas, del mismo modo que las afirmaciones de Joseph
Smith (mormonismo), Mary Baker Eddy (ciencia cristiana),
Mahoma (Corán), y otros.
Como pastor e instructor adventista, he descubierto que
muchísimos miembros están confundidos sobre qué hacer con
ella. Y muchos se han vuelto indiferentes hacia ella
debido a esta confusión.
¿Una
voz autorizada?
La declaración oficial de las creencias fundamentales de
la iglesia describe a Ellen White en la creencia
fundamental #17: "Uno de los dones del Espíritu Santo es
el de profecía. Este don es una marca que identifica a la
iglesia remanente [ASD] y se manifestó en el ministerio de
Ellen G. White. Como mensajera del Señor, sus escritos son
una fuente continua y autorizada de verdad, que
proporciona para la iglesia consuelo, orientación,
instrucción, y corrección. También, sus escritos dejan
claro que la Biblia es el modelo por el cual se debe
someter a prueba toda enseñanza y experiencia". (36)
Aunque a los cristianos se les aconseja no negar a los
profetas, sino someterlos a prueba y examinarlos (37), es
casi imposible hacerlo en los círculos adventistas. ¿Por
qué? Porque Ellen White es considerada tan divina como la
Escritura aun antes de que sea puesta a prueba.
"Si en nuestro estudio
sacamos algunas conclusiones de los escritos de la Sra.
White que la hacen aparecer como contradiciendo la
Escritura, entonces es incorrecta la manera en que
entendemos o la Biblia o a Ellen G. White. Debido a que
ella era una verdadera profeta, inspirada por el mismo
Espíritu que los escritores bíblicos, sus enseñanzas
estarán siempre en armonía con las Escrituras" (38).
¿Cómo se puede examinar la validez de un profeta, cuando
está tan extendida la suposición por parte de tantos
dentro de la iglesia y por anticipado que los escritos del
profeta están siempre en armonía con la Escritura?
Cualesquiera contradicciones o problemas son meras y
aparentes contradicciones o problemas. No se puede someter
a prueba a un profeta del cual se supone que es un profeta
antes de someterlo a prueba. Si algo cede, la Escritura
cede para ajustarse a los puntos de vista del profeta
moderno. Aunque no todos dentro del adventismo patrocinan
esta posición ilógica, sí lo hacen muchos administradores,
teólogos, y miembros de la iglesia, y esto crea un borroso
panorama de la inspiración y denigra el papel de la
Escritura como la única autoridad de fe y práctica.
Yo no estoy abogando por la infalibilidad sin pecado como
método para poner a prueba a un profeta. Pero un verdadero
profeta debe ser digno de confianza en el terreno
teológico. Yo no espero que la Escritura sea infalible en
cuestiones cronológicas y ni siquiera como libro de texto
para responder a todas las preguntas de la ciencia, pero
sí espero que lo que me diga acerca de Dios y el plan de
salvación sea confiable. Yo veo una diferencia entre la
confabilidad general de Ellen White y la de los profetas
bíblicos.
"Ante todo, tengan muy
presente que ninguna profecía de la Escritura surge de
la interpretación particular de nadie. Porque la
profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana,
sino que los profetas hablaron de parte de Dios,
impulsados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:20, 21).
Yo no creo que el adventismo sea tomado jamás en serio por
el mundo cristiano en general a menos que supere su propia
incapacidad para explicar, en teoría y en la práctica, el
papel de la Escritura como la única fuente de autoridad de
fe y práctica.
Algunas
conclusiones ...
He leído los escritos de la propia Ellen White durante
casi dos décadas. He pasado cientos de horas examinando su
material, comparándolo con la Escritura, examinando el
entorno histórico y sociológico, y estudiando libros y
artículos sobre ella (a favor y en contra). Además, he
pasado muchas horas estudiando los métodos y la mecánica
de la inspiración.
Francamente, encuentro que Ellen White es una mezcla de
elevación y confusión ... inspiración y contradicción ...
claridad cristocéntrica y especulación a gran escala.
Encuentro que sus numerosas contradicciones de la Biblia,
profecías incumplidas, y errores "divinamente inspirados"
(39) me llevan a creer que ella confundió su papel como
una mensajera divinamente inspirada.
¿Fue ella una falsa profetisa? Bueno, yo estoy convencido
de que Ellen White amaba al Señor, y simplemente llegó a
creer que sus pensamientos, impresiones, y sueños sobre
cuestiones religiosas procedían de Dios. Yo la coloco en
una categoría similar a la categoría en que muchos
carismáticos colocarían a Oral Roberts y a Benny Hinn, que
han influido en las vidas de millones para que amen al
Señor, pero que también llegaron a creer que recibían
frecuentes visiones, impresiones, y comunicaciones de
parte de Dios.
Yo concuerdo con los sentimientos del primo de Ellen
White, que fue citado muy al comienzo del movimiento
adventista (1847):
"No puedo respaldar las
visiones de la hermana Ellen como de inspiración divina,
como usted y ella lo creen; pero no sospecho la más
mínima sombra de deshonestidad de parte de ninguno de
ustedes sobre este asunto. Quizás pueda expresar a
ustedes mi creencia sobre la cuestión sin hacer daño a
nadie. Sin duda, resultará en bien para ustedes y para
mí. Al mismo tiempo, admito la posibilidad de que yo
esté equivocado. Creo que lo que ella y ustedes
consideran visiones del Señor son sólo ensueños
religiosos, en los cuales su imaginación corre sin
control sobre temas en los cuales ella está
profundamente interesada. Mientras está absorta en estos
ensueños, ella está perdida para todo lo que está a su
alrededor. Los ensueños son de dos clases, pecadores y
religiosos. Los de ella son de éstos últimos. Los de
Rousseau, 'un célebre infiel francés', eran de los
primeros. La infidelidad era su tema, y sus ensueños
eran infieles. La religión es el tema de ella, y sus
ensueños son religiosos. En todo caso, los sentimientos,
por lo general, los obtiene de enseñanzas previas o
estudios previos. De ninguna manera creo que sus
visiones son como algunas del demonio" (40).
Vale la pena considerar otras dos citas :
El Dr. William Sadler, que conocía bien a Ellen White,
escribió en 1912:
"No es raro que
personas en trance cataléptico se imaginen viajando a
otros mundos. En realidad, los maravillosos relatos de
sus experiencias, que describen después de que terminan
estos ataques catalépticos, son tan singulares y
maravillosos que sirven de base para fundar nuevas
sectas, cultos, y religiones ... Es un interesante
estudio en psicología observar que estos médiums en
trance siempre tengan visiones en armonía con sus
creencias teológicas ... Casi todas estas víctimas de
trances y catalepsia nerviosa tarde o temprano llegan a
creerse mensajeras de Dios y profetas del cielo. Y sin
duda la mayoría de ellas es sincera en esta creencia. No
comprendiendo la fisiología ni la psicología de sus
aflicciones, sinceramente llegan a considerar sus
peculiares experiencias religiosas como algo
sobrenatural, mientras que sus seguidores creen
ciegamente cualquier cosa que ellos enseñan a causa del
supuesto carácter divino de estas llamadas revelaciones"
(41).
El Dr. Walter Martin pasó miles de horas investigando la
iglesia adventista del séptimo día y leyendo los escritos
de Ellen White para compartir sus hallazgos con cristianos
evangélicos. Llegó a la conclusión de que, aunque a veces
profetizó erróneamente, Ellen White no era una falsa
profeta.
"En mi opinión, la Sra.
White hizo afirmaciones falsas. Abusó de lo que ella
afirmaba era el don profético que tenía. Esto creo en
ciertos casos. Pero si uno va a tratar de decir que eso
hace de Ellen White lo mismo que las malas profecías
prohibidas en Éxodo y Deuteronomio, entonces uno tiene
que demostrar que Ellen White era una incrédula y que la
suya era una perversión deliberada y voluntaria de la
verdad en relación con la salvación y la revelación. Ésa
es una línea muy fina ... Sí admitimos que cualquiera
que diga algo en nombre de Dios - y si ese algo no
sucede - está profetizando falsamente. Pero hay un nivel
más profundo en esto. ¿Es una persona que ha caído en
pecado siendo creyente, o es una persona completamente
incrédula? Ésa es su parte bíblica - intentar
deliberadamente desviar a la gente en dirección opuesta
a Dios ... Creo que ella trataba de imbuir muchas de sus
afirmaciones y doctrinas con el sello divino de
autoridad para que la gente le prestara atención. Sí,
creo que ella hizo eso y creo que eso es pecaminoso. Sin
embargo, no creo que el propósito de la Sra. White en
cualquier cosa que enseñó fuese deshonrar a Cristo o
volverse contra el evangelio tal como ella lo entendía"
(42).
Estoy de acuerdo.
"Sigan luchando
vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a
los santos" (Judas 3).
"Pero aun si alguno de
nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio
distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo
maldición!" (Gálatas 1:8).
"Por eso yo estoy
contra los que se roban mis palabras entre sí" - dice el
Señor. "Yo estoy contra los profetas que sueltan la
lengua y hablan por hablar" - afirma el Señor. "Yo estoy
contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que
al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus
mentiras y sus presunciones" - afirma el Señor. "Yo no
los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del
todo inútiles para este pueblo", afirma el Señor.
(Jeremías 23:30-32).
"Tal vez te preguntes:
'Cómo podré reconocer un mensaje que no provenga del
Señor?' Si lo que el profeta proclama en nombre del
Señor no se cumple ni se realiza, será señal de que su
mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habrá hablado
con presunción. No le temas". (Deuteronomio 18:21-22).
(1) Según la literatura
adventista original, la aceptación de sus escritos no
debía ser considerada prueba de membresía. Véase Testimonies, tomo 1,
pp. 327-328, 382-384; Welfare
Ministry, p. 172; Colporteur Ministry, p. 42; Evangelism, p. 172; y
Selected Messages,
tomo 1, pp. 259, 383-388.
(2) Early
Writings, p. 232.
(3) Ibid.,
p. 235.
(4) Selected
Messages, tomo 1, p. 63.
(5) A Word to the
Little Flock, p. 22 (ed. de 1847).
(6) Manuscript
Releases, vol. 5, p. 97 (a principios de 1846).
(7) The Early
Years, vol. 1, pp. 75-76.
(8) A Word to the
Little Flock (1847).
(9) 101 Questions
on the Sanctuary and on Ellen White, White
Estate, Marzo 1981, p. 56.
(10) 2 Pedro 1:21.
(11) Spiritual Gifts,
vol. 1, p. 189.
(12) Testimonies to the
Church, vol. 1, p. 223.
(13) Early Writings,
p. 85.
(14) Early Writings,
p. 33 (énfasis añadido).
(15) Early Writings,
p. 71.
(16) Early Writings,
p. 39.
(17) Carta,
Topsham, Ene 31, 1849.
(18) Fundamentals of
Christian Education, p. 475.
(19) Testimonies to the
Church, vol. 9, p. 214.
(20) Life Sketches of
James and Ellen White, p. 328.
(21) Ministry,
diciembre 1990, pp. 11, 14.
(22) Selected Messages,
vol. 1, p. 34.
(23) Ibid., p.
36.
(24) Testimonies to the
Church, vol. 5, p. 674.
(25) Selected Messages,
vol. 1, p. 46.
(26) Testimonies to the
Church, vol. 5, p. 661.
(27) Testimonies to the
Church, vol. 3, p. 257.
(28) Selected Messages,
vol. 1, p. 48.
(29) Testimonies to the
Church, vol. 5, p. 67.
(30) Selected Messages,
vol. 3, p. 52.
(31) Ibid., p.
32.
(32) Testimonies to the
Church, vol. 5, pp. 67, 68.
(33) Testimonies to the
Church, vol. 4, p. 148; vol. 5, p. 661.
(34) Selected Messages,
vol. 3, p. 30.
(35) Gospel Workers,
p. 302.
(36) Fundamental Belief #17.
(37) 1 Tesalonicenses 5:20-21.
(38) Koranteng-Pipim, Samuel, "Understanding the Spirit of
Prophecy: Some Key Questions and Principles", Adventists Affirm
(Otoño, 2000).
(39) Por ejemplo, www.ellenwhite.org;
http://www.dovenet.homestead.com/files/sda2300.htm;
www.truthorfables.com (Véase
www.truthorfables.com/Camden_Vision.htm como ejemplo de
una visión de 1851 que muchos miembros encontrarían
problemática).
(40) A Word to the
Little Flock, 1847, p. 22.
(41) William S. Sadler, The
Physiology of Faith and Fear (Chicago: A. C.
McClurgand Company, 1912), pp. 461-462.
(42) Adventist Currents,
vol. 1, No. 1, julio 1983.