Declaraciones
cambiantes relativas a la inspiración
1976
"Que las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento y del
Nuevo Testamento fueron dadas por inspiración de Dios, y
contienen una revelación total y suficiente de su voluntad
para el hombre, y son la única e infalible regla de fe y
práctica". (Seventh-day
Adventist Church Manual, 1976, p. 32).
1980
"Las Sagradas Escrituras, el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento, son la palabra escrita de Dios, dada por
inspiración divina por medio de los santos hombres de Dios que
hablaron y escribieron movidos por el Espíritu Santo. En esta
Palabra, Dios ha entregado al hombre el conocimiento necesario
para la salvación. Las Sagradas Escrituras son la infalible
revelación de su voluntad. Ellas son el modelo del carácter,
la prueba de la experiencia, el revelador autorizado de las
doctrinas, y el confiable registro de los actos de Dios en la
historia". (#1 de las 28 Creencias Fundamentales de los
Adventistas del Séptimo Día).
1989
"Los
adventistas del séptimo día reconocen en Ellen G. White una
autoridad en doctrina y vida, una autoridad que sólo es
superada por la de las Escrituras. ... La iglesia Adventista
del Séptimo Día tiene los escritos de Ellen G. White en la más
alta estima como fuente de interpretación doctrinal. ...
Algunos adventistas han inferido que, en opinión del Dr.
[Desmond] Ford, la autoridad de Ellen White no se extiende a
puntos de controversia doctrinales. Sobre este punto, la
posición de los adventistas del séptimo día es que no se
justifica que la autoridad de un profeta quede limitada de esa
manera". (Doctrine of the
Sanctuary, Biblical research Committee, 1989,
223-224).
Las dos primeras declaraciones serían aceptadas en casi
cualquier iglesia cristiana conservadora. Parecen colocar al
adventismo del séptimo día con seguridad dentro de los
linderos del cristianismo ortodoxo y lejos de la religión
falsa.
Sin embargo, cuando comparamos las dos declaraciones, vemos
que ha tenido lugar un cambio no tan sutil. Los adventistas
borraron su declaración anterior de que las Escrituras son la
revelación "total y suficiente" de la voluntad de Dios.
También borraron su afirmación anterior de que las Escrituras
son "la única e infalible regla de fe y práctica". Después,
añadieron la declaración de que las Escrituras son dadas por
"inspiración divina por medio de hombres santos".
Hay una razón para estos cambios: Ellen G. White, la profetisa
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que murió en 1915.
Cuando los adventistas afirman que las Escrituras fueron
"dadas por inspiración divina por medio de los santos hombres
de Dios" y que son "la infalible revelación de su voluntad"
(declaración de 1980), incluyen indirectamente a Ellen G.
White porque tienen sus escritos "en la más alta estima como
fuente de interpretación doctrinal" y porque "no se justifica
que la autoridad de un profeta quede limitada" para excluir
doctrinas (declaración de 1989). La consideran como una
profeta en el pleno sentido de la palabra, a la misma altura
que los profetas bíblicos.
El Comité de Investigación Bíblica, que emitió la declaración
de 1989, está patrocinado por la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Está situado "en las oficinas centrales mundiales
en Silver Springs, Maryland, Estados Unidos. Entre sus
propósitos principales, se encuentra el de estimular el
estudio y la práctica de la teología y el estilo de vida
adventistas como lo entiende la iglesia mundial, así como
proporcionar recursos teológicos a la administración y los
departamentos de las oficinas centrales mundiales y la iglesia
en general". *
Cuando refutó la investigación del Dr. Ford, en la cual él
demostró que el juicio investigador no tiene ninguna base
bíblica, sino que, en lugar de eso, está establecido en el
respaldo de Ellen White, el Comité se vio obligado a admitir
que la autoridad profética de Ellen White se extendía a la
corrección doctrinal.
Creencia
fundamental
#18
"Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este
don es una marca que identifica a la iglesia remanente y se
manifestó en el ministerio de Ellen G. White. Como mensajera
del Señor, sus escritos son una fuente continua y autorizada
de verdad, que proporciona a la iglesia consuelo, dirección,
instrucción, y corrección. Sus escritos también dejan claro
que la Biblia es el modelo por el cual debe probarse toda
enseñanza y experiencia" (#18 de las 28 Creencias
fundamentales de los adventistas del séptimo día).
La declaración que antecede suena como 2 Timoteo 3:15-17, que
dice en parte: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia ...".
Las siguientes citas son de las propias palabras de Ellen
White en su "Introducción" a su libro El Gran Conflicto. Léalas
y decida usted mismo si ella se consideraba a sí misma o no al
mismo nivel de los profetas de la Palabra de Dios:
GCx "En estos tiempos, la concesión
especial de la gracia y el poder divinos no es menos
necesaria para la iglesia que en los días de los apóstoles".
GCx "Por medio de la iluminación del
Espíritu Santo, las escenas del prolongado conflicto entre
el bien y el mal se han abierto a la autora de estas
páginas. De tiempo en tiempo, se me ha permitido contemplar
...".
GCx "A medida que el Espíritu del
Señor abría a mi mente las grandes verdades de su Palabra y
las escenas del pasado y el futuro, se me invitaba a dar a
conocer a otros lo que ha sido revelado, a trazar la
historia de la controversia en las edades pasadas, y
especialmente para presentarla y arrojar luz sobre la lucha
del futuro, que se aproxima rápidamente".
GCx "En relación con ellos [su
colección de libros de historia] a la luz de la palabra de
Dios, y por la iluminación de su Espíritu, podemos ver
revelado ...".
En esta introducción, Ellen White desliza, cuidadosa y
lentamente, la idea de que ella es una profeta esencial de los
últimos días. Escribió que Dios la había iluminado y había
abierto sus ojos a las escenas del pasado y del futuro. Dios
le había dado instrucciones para que presentara el contenido
de su libro, El Gran
Conflicto (con muchas citas de historiadores no
adventistas).
Los adventistas del séptimo día creen que Ellen G. White fue
inspirada por Dios de una manera exactamente igual a los
profetas bíblicos, y que, en la práctica, sus escritos son
exactamente tan autorizados e infalibles como los de la
palabra de Dios, funcionando tanto como intérpretes de la
Escritura como guías doctrinales. Según el razonamiento
adventista, puesto que la Biblia autoriza la continuación del
don profético, especialmente en la iglesia de los últimos
días, o iglesia "remanente", ellos añadieron a su primera
creencia fundamental que la Palabra fue dada por "inspiración
divina por medio de hombres santos [personas santas]". Sin
embargo, normalmente no reconocen esta dependencia en Ellen
White delante de nuevos conversos o personas inquisitivas.
El
espíritu de profecía
Isaías 8:20: "A la ley y al testimonio: Si no dijeren conforme
a esto, es porque no les ha amanecido".
Apocalipsis 12:17: "Y el dragón se airó contra la mujer, y se
fue a hacer guerra contra el resto de la simiente de ella, los
que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesucristo".
Apocalipsis 19:10: "Y yo caí a sus pies para adorarle. Y él me
dijo: Mira no lo hagas; yo soy consiervo contigo y con tus
hermanos los que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios,
porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía".
Los adventistas llaman a los escritos de Ellen G. White "el
espíritu de profecía". Usan los tres textos citados más arriba
para probar que la iglesia remanente de los últimos días
también debe tener la guía profética para los últimos días.
Sin embargo, hay varios problemas con la manera en que usan
estos textos.
Primero: Isaías 8:20 es una prueba para los profetas del
Antiguo Testamento. Este texto requiere que un profeta
sostenga la totalidad de la ley mosaica o pacto antiguo. Sin
embargo, los adventistas, en común con la mayoría de los
cristianos, entienden que la mayor parte de las ordenanzas del
culto ceremonial y que los juicios civiles legales del pacto
mosaico ya no son válidos para su iglesia. Sin embargo, al
sostener esta creencia en la caducidad de la mayoría de los
aspectos ceremoniales y civiles de la ley mosaica, se
descalifican a sí mismos como súbditos de esta instrucción.
Ellen White no sólo no habla de acuerdo con la totalidad de la
ley mosaica, sino que tampoco respalda el cumplimiento total
de la ley mosaica en el nuevo pacto. Los adventistas usan este
texto como prueba para demostrar que Ellen White era una
verdadera profeta.
Segundo: "Guarda los mandamientos" en Apocalipsis 12:17 no se
refiere a los Diez Mandamientos. Se refiere a la obediencia de
la persona a lo que Jesús enseñó específicamente para su
iglesia del nuevo pacto. El apóstol Juan no usó la palabra
"mandamientos" en el estrecho sentido de los "Diez
Mandamientos" (compárese con Juan 14:21-23; 15:10-12; 1 Juan
2:3-10; 3:22-24; 2 Juan 6:5-6). Cuando Juan se refería a la
ley del pacto antiguo, usaba la palabra griega nomos. Sin embargo,
cuando se refería a las enseñanzas de Jesús, usaba la palabra
griega entole. Este
texto de Apocalipsis 12:17 usa la palabra entole.
Tercero: Los adventistas también aplican la frase "testimonio
de Jesús" como título extraoficial de Ellen G. White. Muchos
de sus escritos son llamados "testimonios". Sin embargo, el
término "testimonio de Jesús" en Apocalipsis 12:17 y 19:10 se
refiere al testimonio sobre Jesús y también al testimonio que
Jesús dio. En 12:17, se usa como una de las dos cosas que los
verdaderos creyentes no abandonarán. Testificarán, o darán
testimonio, de Jesucristo. Además, Apocalipsis 19:10
identifica el testimonio de Jesús: es la declaración de la
verdad sobre Jesús, y esta declaración es el espíritu de
profecía.
Un elemento clave de las falsas religiones cristianas es el de
los escritos adicionales considerados al mismo nivel que la
Palabra de Dios. O la Biblia contiene todo lo necesario para
la salvación, la santificación, y el crecimiento de la iglesia
de Dios, o no. Por la manera en que tratan a Ellen G. White,
los adventistas del séptimo día declaran al mundo entero que
la Palabra de Dios no es suficiente. Se refieren a las
interpretaciones de la Escritura por parte de ella. La
literatura interna de ellos con frecuencia hace
declaraciones, sigue las declaraciones con textos bíblicos, y
luego sigue los textos con confirmaciones y/o interpretaciones
por Ellen G. White.
A causa de la dependencia de los adventistas en Ellen G. White
en relación con sus doctrinas y prácticas distintivas, los
adventistas del séptimo día denigran la autoridad y la
confiabilidad de la Escritura, y elevan la posición de Ellen
G. White. El "espíritu de profecía" no es un hombre mortal ni
una mujer mortal que asegura que habla en nombre de Dios. Más
bien, es el don espiritual con el cual el Espíritu Santo
equipa a los seguidores de Cristo para que declaren la verdad
sobre Jesús a un mundo oscuro y necesitado. Esta verdad se
encuentra enteramente en la Biblia; no se necesita ninguna
"luz" ni comentario adicional para encontrar todo lo que
necesitamos para vivir vidas de fe y piedad.
Este artículo es un extracto del libro de Russell Kelly Exposing Seventh-day Adventism.
*
http://news.adventist.org/data/2006/01/1138809705/index.html.en
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