Para apreciar la importancia
de los problemas de que trata este trabajo, es de vital
importancia comprender la historia del texto de la Biblia
hispana tradicional. En estos dos capítulos, comentaremos
brevemente el proceso mediante el cual nació la Biblia
Reina-Valera. Hubo muchas porciones de la Biblia traducidas al
castellano, la forma más pura del español, antes de que
Casiodoro de Reina iniciara primero su traducción de las
Escrituras al español. Pero, en este capítulo sólo
comentaremos los principales factores que se relacionan con la
formación de la Biblia Reina-Valera.
Debe notarse que la historia detrás de la RV hispana es
similar a la de la KJV inglesa con respecto al texto
subyacente. la comprensión de la historia tras de la RV
también debería llevar al creyente en la Biblia a la
conclusión de que la RV es el texto estándar de la Biblia
hispana sobre el cual Dios ha estampado su sello de
aprobación. Por consiguiente, nunca debe ser reemplazada.
Revisión es una cosa, pero reemplazo es otra.
LA BIBLIA DE FERRARA
La primera
traducción al español del Antiguo Testamento completo hebreo
fue completada en 1553 por dos judíos de habla hispana
llamados Duarte Pinel (también conocido como Abraham Ben
Salomón Usque) y Gerónimo de Vargas (también conocido como Yom
Tob Levi Atias). Después de haber sido dedicada a Ercole II
d'Este, Duque de Ferrara, la traducción se conoció como la
Biblia de Ferrara. Fue impresa en una prensa judía de Ferrara
con el propósito de que circulara entre los judíos de habla
hispana que vivían en España. Este AT español era una
traducción extremadamente literal, palabra por palabra, del
texto hebreo masorético (que también es la base para el AT de
la KJV). Los libros del AT estaban dispuestos según el canon
hebreo tradicional. Con respecto al estilo altamente literal
de esta traducción, se dice en la obra Cambridge History of the Bible (pág. 127):
"La traducción se hizo del hebreo palabra por
palabra, y por tanto, su sintaxis es peculiar. Los
abundantes arcaísmos e 'intolerables hebraísmos' -
consecuencia de su compilación, quizás, con manuscritos
usados para fines de instrucción en sinagogas medievales
españolas - añaden a su carácter excéntrico. Sin embargo,
a veces tiene (como dice el prefacio) 'la gravedad que la
antigüedad tiene a menudo'. Esta Biblia francamente judía
fue de inmensa ayuda para traductores posteriores del
Antiguo Testamento, católicos y protestantes por igual,
pues fue usada tanto por Reina en el siglo dieciséis como
por el padre Scío de San Miguel en el siglo dieciocho ...
Hay muchas ediciones posteriores de la Biblia de Ferrara,
la mayoría de ellas publicadas por los judíos de Amsterdam".
LA OBRA DE FRANCISCO DE ENCINAS
Francisco de Encinas (1520-1553) nació en el seno de una
familia adinerada. Sus padres lo enviaron, a él y a sus dos
hermanos, Jayme y Juan, a la Universidad Louvain de Bélgica.
Fue allí donde los tres hermanos fueron salvados y rechazaron
el catolicismo romano. Para entonces, la Inquisición española
estaba en su apogeo, y no pasó mucho tiempo antes de que los
inquisidores capturaran a Juan y lo quemaran vivo en la
hoguera.
Que la Reforma protestante tuvo mucha influencia sobre
Francisco de Encinas es evidente por su amistad con Felipe
Melancthon, el afamado ayudante de Martín Lutero. Encinas
vivió un tiempo con Melancthon en Wittenburg. Con el tiempo,
llegó a dominar el idioma griego. Y, por sugerencia de
Melancthon, no pasó mucho tiempo antes de que pusiera a
trabajar sus conocimientos del idioma griego traduciendo al
español el NT usando el texto griego de Desiderio Erasmo. Esta
obra fue impresa en Antwerp en 1543 con el título "El Nuevo
Testamento, o sea, el Nuevo Pacto de Nuestro Único Redentor y
Salvador Jesucristo, traducido del Griego al Castellano".
Debe notarse que, para entonces, el texto griego de Erasmo ya
había servido de base para la traducción de Lutero al alemán,
así como para la traducción inglesa de William Tyndale. Había
un dicho famoso entre los protestantes, que decía: "Erasmo
puso el huevo que Lutero empolló". Así pues, el texto griego
de Erasmo encabezó un movimiento para traducir la Biblia, el
cual caracterizó la Reforma protestante en un momento en que
el hombre común comenzaba a mirar más hacia las Escrituras
mismas en busca de la verdad, en lugar de hacia la iglesia
católica romana. Esta demanda por toda Europa para tener
acceso a las Escrituras fue la chispa que encendió la Reforma
protestante. Y aunque es verdad que Erasmo era un católico que
nunca abandonó a Roma, Dios usó mucho su influencia, por medio
de su franqueza para denunciar las corrupciones de la Iglesia
Católica, así como sus escritos para atizar mucho el
disentimiento con la institución papal. Pero fue el NT griego
de Erasmo lo que realmente enciendió la mecha del
protestantismo, porque la palabra de Dios es viva y eficaz,
más aguda que espada de dos filos. El texto griego de Erasmo
fue la primera de una línea pura de revisiones del NT griego
que ahora conocemos como el Textus Receptus.
El 24 de noviembre de 1543, Francisco de Encinas tuvo la
oportunidad de presentar su NT español al emperador Carlos V
en Bruselas, esperando recibir su aprobación para
distribuirlo. Carlos V parecía tener la mente un poco abierta
a favor de la obra de Encinas, y hasta ofreció patrocinarla
si, después de examinar el NT, éste era hallado aceptable. El
emperador dio una copia a su confesor Pedro de Soto para que
lo examinara. Pero, después de un espacio de tiempo no corto,
Pedro de Soto respondió con un severo rechazo en lugar de
aprobación. El confesor del emperador declaró a Encinas
enemigo de la religión y traidor a la patria. Como resultado,
Encinas fue encarcelado por los inquisidores católicos bajo la
acusación de herejía.
La "herejía" de que Encinas fue acusado tenía que ver con las
palabras "nuevo pacto" en el título de su NT, pues tal
terminología era llamada "luteranismo" por los católicos. Las
palabras "Único Redentor y Salvador" también enfurecieron a la
Iglesia Católica porque excluían al Papa. Pero la gota que
derramó el vaso fue los pasajes que Encinas había escrito en
mayúsculas y en negrita y que trataban de la doctrina de la
justificación por la fe, como en Romanos 3:22 y 28.
Mientras estaba en la cárcel, Francisco de Encinas fue
visitado por su familia, sólo para ser condenado como alguien
que había atraído reproche sobre su nombre. Encinas fue
encarcelado por quince meses. Sin embargo, logró escapar antes
de que los inquisidores pudieran matarlo, y huyó a Amberes.
Después de cierto tiempo, viajó a Inglaterra, donde sirvió
como instructor de griego en Cambridge. En 1553, Encinas murió
a causa de la plaga en Strasbourg.
LA OPOSICIÓN
DE LA IGLESIA CATÓLICA
A causa de la influencia de Francisco de Encinas y otros
reformadores protestantes, que tenían la misión de poner la
palabra de Dios en los respectivos idiomas del pueblo común,
la Iglesia Católica Romana imprimió su primer Índice de la
Inquisición española en Toledo, España, en 1551.
En el Índice, se declaraba ilegal que cualquier persona
tradujese las escrituras sin la aprobación de la Iglesia
Católica. Prohibía:
"... la Biblia en romance castellano o en
cualquier otra lengua vulgar', el Nuevo Testamento español
de Francisco de Encinas; los 'Antiguos y Nuevos
Testamentos', los evangelios, las epístolas y profecías y
cualesquiera otros libros de las Santas Escrituras en
romance castellano, francés o flamenco o cualquier otra
lengua, que tengan prefacios, notas o glosas que revelen
doctrinas erróneas que sean repugnantes o contrarias a
nuestra santa fe católica o a los sacramentos de la Santa
Madre Iglesia".
En 1559, se publicó otro Índice, que también prohibía:
"La Biblia, en nuestro idioma vernacular o en
cualquier otro, completamente o en parte, a menos que sea
en hebreo, caldeo, griego o latín ... Y debido a que hay
algunos trozos de los evangelios y epístolas de Pablo y
otras partes del Nuevo Testamento en castellano
vernacular, tanto impresos como en forma manuscrita, de
los cuales se han derivado ciertas consecuencias
objetables, ordenamos que tales libros y tratados sean
mostrados y entregados al Santo Oficio, ya sea que tengan
o no los nombres de sus autores, hasta que el Santo Oficio
de la Santa Inquisición General decida lo contrario".
El desacato al Índice de la Iglesia Católica Romana acarreaba
severas consecuencias. Pero los soldados de Dios marchaban
adelante, llevando la palabra al pueblo común. Habían decidido
temer y obedecer a Dios antes que a los hombres.
LA OBRA DE JUAN DE PINEDA
Otro hombre en quien ardía el deseo de llevar la palabra de
Dios a su pueblo fue Juan Pérez de Pineda (1490-1567). Fue
educado en Sevilla, España, donde recibió un Doctorado en
Divinidad y se convirtió en director del Colegio de los Niños
de la Doctrina. Como Encinas, influyó mucho en él el
pensamiento protestante, habiendo sido miembro de una pequeña
iglesia protestante en Sevilla.
Después de huir de la Inquisición en España, finalmente se
convirtió en miembro de un panel de pastores que trabajaban
con el famoso Juan Calvino en Ginebra. Desde 1556 hasta 1560,
publicó muchas obras, que adelantaron las ideas y doctrinas
protestantes para que fuesen llevadas a España de contrabando.
Pérez es responsable de traducir el segundo Nuevo Testamento
completo por un protestante. Para su obra, usó como base el
texto griego de Erasmo y dependió mucho del NT de Encinas. El
NT de Pérez se publicó en Ginebra en 1556. También hizo
publicar el libro de Salmos en 1557.
En 1556, Juan Calvino tomó con él un equipo de delegados para
que le ayudase a zanjar una disputa acerca de la observancia
de la santa comunión en una iglesia de Frankfurt. Juan Pérez
era uno de los delegados de Calvino. Después de que la
controversia fue resuelta, Calvino y sus delegados regresaron
a Ginebra, pero Juan decidió permanecer allí en Frankfurt.
Allí vivió hasta junio de 1558. Mientras estuvo allí, inició
un fondo con planes de publicar finalmente la Biblia entera en
español. Más tarde, este fondo ayudó al traductor Casiodoro de
Reina.
Los inquisidores nunca pudieron capturar a Juan Pérez de
Pineda, así que tuvieron que conformarse con quemar una imagen
esculpida de él en Sevilla en 1560. Pérez murió en París de
una enfermedad en 1567. Dejó tras sí toda su fortuna para la
impresión de la Biblia hispana, sin duda haciendo para sí
tesoro en el cielo.
EL MONASTERIO DE SEVILLA, ESPAÑA
Mientras Europa estaba siendo puesta de cabeza por la
predicación de los reformadores protestantes, Dios hacía una
gran obra entre 12 monjes y otros miembros de un monasterio
situado en Santiponce, cerca de Sevilla, España. Este
monasterio se conocía como San Isidro del Campo. El superior
de este monasterio era el Dr. Blanco García Arias.
El Dr. Blanco fue fuertemente influido por la predicación de
los valdenses y su Biblia en latín antiguo. Las Biblias en
latín antiguo de los valdenses eran versiones muy puras de las
palabras de Dios, con una evidencia que puede remontarse a la
era apostólica. Estas Biblias en latín antiguo también sirven
como algunas de las mejores evidencias de la autenticidad de
la Comma Juanina (1 Juan 5:7).
Gracias a las valerosas proezas de otro protestante, Julián
Hernández, algunas copias del Nuevo Testamento tanto de
Encinas como de Juan Pérez, así como muchas piezas de
literatura que adelantaban las enseñanzas protestantes, fueron
introducidas de contrabando en ese monasterio en barriles de
vino. Estas obras tuvieron un gran efecto en los monjes de ese
monasterio, muy especialmente en Casiodoro de Reina.
Desafortunadamente, Julián, el contrabandista de Biblias, fue
traicionado por un "amigo" y encarcelado por este "crimen".
Fue torturado brutalmente por los inquisidores católicos
durante tres años. Pero, después de tres años de permanecer
firme en la fe a pesar de las torturas en la prisión, y
renunciar a abjurar de sus convicciones, Julián fue quemado
vivo en la hoguera. El mundo español le debe gratitud a héroes
de la fe como Julián Hernández que, aunque era físicamente de
pequeña estatura, y de allí su sobrenombre de Julián el
Pequeño, tenía el espíritu de un guerrero y el corazón de un
león.
La Iglesia Católica confiscó y quemó las obras que Julián
Hernández poseía. Pero era demasiado tarde. Las escrituras y
la literatura protestante, así como las enseñanzas del Dr.
Blanco García Arias, ya habían hecho su efecto en otro monje
en el monasterio de Sevilla, el gran Casiodoro de Reina. Se
había encendido un fuego en su alma para traducir la Biblia
entera al español.
LA OBRA DE CASIODORO DE REINA
Casiodoro
de Reina (1520-1594) fue probablemente el más
influyente de todos los monjes del monasterio de Sevilla
durante el reavivamiento que tuvo lugar allí. Era nativo de
Sevilla, España. Como todos los otros protestantes que se
sostuvieron firmes contra la Iglesia Católica, él también se
convirtió en blanco de la ira de los inquisidores homicidas.
Evidentemente, Reina huyó de España para no volver nunca. Sin
embargo, otros 21 monjes no tuvieron tanta suerte, y fueron
quemados vivos en la hoguera en 1559.
Ese mismo año, Reina asumió el pastorado de un grupo de
protestantes en Londres, los cuales también habían huido de
España. Pero nuevamente, la Iglesia Católica lo persiguió
cuando llevó la cruzada de persecución hasta Inglaterra. Así
que tuvo que huir de Londres.
Luego se trasladó a Ginebra, y allí se unió a una congregación
española, de la cual era pastor Juan Pérez de Pineda. Pérez
todavía estaba en Frankfurt cuando Reina llegó a Ginebra. No
pasó mucho tiempo antes de que los españoles de Ginebra
comenzaran a mirar a Reina en busca de liderazgo en ausencia
de Juan Pérez. Tan influyente era Casiodoro de Reina entre
estos protestantes españoles que Reina vino a ser conocido
como "el Moisés de los españoles".
Sin embargo, Reina no aprobaba el liderazgo nicolaíta de Juan
Calvino en Ginebra. Reina reprobaba a Calvino y al liderazgo
en Ginebra por quemar a Serveto en la hoguera. Se refería a
Ginebra como "una nueva Roma". Finalmente, Reina y varios
otros monjes que habían servido en San Isidoro abandonaron
Ginebra y se trasladaron a Frankfurt.
Con respecto a este período en la vida de Reina, en un
artículo titulado La
Biblia de Reina-Valera: Del Sueño a la Realidad, por
Jorge A. González, este autor ofrece algunas interesantes
especulaciones:
"No es seguro que Reina y Pérez se reunieran en
esta ocasión ni en Frankfurt ni en Ginebra. Sin embargo,
es muy probable que los dos discutieran por algún tiempo
durante este período la posibilidad de publicar la Biblia
en español, pues es en este tiempo que Reina fecha el
principio de su obra en las Escrituras, como puede verse
en el prefacio de su "Biblia del Oso" y por la dedicatoria
autógrafa de la copia que donó a la Universidad de Basilea".
Originalmente, Reina sólo planeaba traducir el AT, dependiendo
mucho de la Biblia de Ferrara, que circulaba entre los judíos
de España. Su plan era simplemente usar el NT de Juan de
Pineda. Pero, el 6 de abril de 1568, Felipe II ordenó a su
embajador en Francia que quemara el NT de Juan de Pineda. Así,
pues, Reina se vio obligado a traducir su propio NT usando en
gran medida el texto de Encinas. Sin embargo, sí recibió los
fondos que Juan había recogido para publicar la Biblia
española.
Durante la obra de Reina de traducir las escrituras, fue
constantemente perseguido por los inquisidores católicos. La
Iglesia Católica lo acusó de ser hereje, criminal, y hasta
sodomita, y puso precio a su cabeza. Reina estaba
constantemente en movimiento, huyendo de una ciudad a otra,
como Amberes, Frankfurt, Orleans, Bergerac, y otras. Pero,
como buen soldado de Cristo, soportó estas dificultades y
permaneció concentrado en su misión de traducir la Biblia
entera al español.
Finalmente, se asentó en Basilea, Suiza, donde completó la
primera versión protestante de la Biblia entera en español
en 1569. Es saludada por los historiadores como "el
mayor triunfo literario en la historia hispana". Fue descrita
por la Iglesia Católica como "una peligrosísima edición de la
Biblia". Pero Satanás y sus cohortes de Roma no pudieron
detener la palabra de Dios.
La Biblia
de Reina se conocía como la Biblia del Oso porque en
la página del título había un cuadro de un oso recogiendo miel
de un árbol.
Después de terminar su traducción de la Biblia, Casiodoro de
Reina pastoreó una iglesia hispana en Amberes durante los
siguientes 16 años. Murió en 1594. Pero todavía había más
trabajo por hacer.
LA OBRA DE CIPRIANO DE VALERA
A causa de las trastornadoras persecuciones por parte de la
Iglesia Católica Romana, las cuales convirtieron a Reina en un
trashumante, su traducción de la Biblia hispana se hizo a la
carrera. Así, pues, todavía necesitaba ser revisada. El hombre
para este trabajo era un amigo de Reina de nombre Cipriano de
Valera (1532-?). Valera era también monje en el
monasterio de San Isidro del Campo, de donde huyó
probablemente al mismo tiempo que Reina lo hizo en 1557. Y
como Reina, Cipriano pasó algún tiempo en Ginebra trabajando
con Juan Calvino.
Cipriano sentía un ferviente deseo por el ministerio. Así que,
finalmente, se trasladó a Inglaterra a estudiar en la
Universidad de Cambridge. Cipriano se convirtió en experto en
diez diferentes idiomas. Debido a su dominio de idiomas, se
hizo un nombre para sí mismo como instructor en la Universidad
de Oxford. No carecía de experiencia como traductor, como lo
evidencia su traducción de los Institutos de Juan Calvino.
También era conocido por haber escrito un folleto titulado "El
Papa y la Misa", en el cual reprendía con vehemencia las
prácticas paganas de Roma. Pero es mejor conocido por su obra
con la Biblia hispana.
Cipriano
de Valera comenzó su obra de revisar la traducción de Reina
en 1582. Terminó y publicó su producto terminado en 1602.
Esos son 20 años de su vida que invirtió en la palabra de Dios
para el pueblo de habla hispana. En la página frontal de esta
Biblia, que Valera llamó La Segunda Edición hay un cuadro de
dos hombres, uno que siembra una semilla y otro que la riega.
Debajo del cuadro está el versículo "Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha
dado Dios" (I Corintios 3:6). El mundo hispano está
en deuda con estos grandes hombres de Dios cuyo nombre lleva
esta épica versión de las escrituras. La Biblia Reina Valera.
Una herencia transmitida por Dios Todopoderoso al mundo de
habla hispana.
Sant. 1:17: "Toda buena
dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación".