LA DOCTRINA DEL SANTUARIO:
¿ACTIVO O PASIVO?
Raymond F. Cottrell,
doctor en teología
Traducido
(Documento
presentado por primera vez al segundo simposio del Jesus
Institute Forum desde el 2 hasta el 4 de noviembre de 2001, y en
público nuevamente el 9 de febrero de 2002, en la reunión de la
Asociación de Foros Adventistas en San Diego, CA.).
Introducción del Administrador del Website del
Jesus Institute Forum
El siguiente trabajo es del Dr. Raymond F. Cottrell,
redactor jubilado, colaborador principal en el SDA Bible
Commentary, y, por décadas, prominente pensador de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. El pastor Larry
Christoffel, pastor asociado de la Iglesia de Campus Hill de
los Adventistas del Séptimo Día (Loma Linda, CA), presentó el
trabajo del Dr. Cottrell en el Foro de San Diego el 9 de
febrero de 2002, pues, por razones de salud, el Dr. Cottrell
no pudo presentarlo personalmente. Después de la presentación,
tanto el pastor Christoffel como el Dr. Cottrell contestaron
preguntas. En su presentación y en la sesión de preguntas y
respuestas, mostraron en resumen cómo una reconsideración
bíblica de la doctrina del santuario es esencial para
exaltar correctamente a Cristo y al puro evangelio al centro
de nuestro mensaje y a nuestra misión como iglesia. Sólo
en la medida en que estemos dispuestos a ser corregidos y a
avanzar abiertamente en entendimiento, con honestidad y valor
cristianos, podremos andar como dignos del espíritu pionero de
nuestros antepasados adventistas.
[N. del T.: Adición
posterior (16 de octubre de 2002) a la anterior publicación
del documento del Dr. Cottrell].
Aunque nosotros los del JIF concordamos
mayormente con el Dr. Cottrell acerca de las debilidades
exegéticas de un punto de vista anterior, creemos que él no
avanza lo suficiente hacia una correcta exégesis de Daniel
8:14. Acerca de los principales puntos de contención,
proponemos otras soluciones (para ejemplos, vea por favor Daniel
8:14 e Isaías y
un bosquejo exegético de Daniel
8:1-14):
- Contrariamente al Dr.
Cottrell, sostenemos que la visión de Daniel 8:14 y sus
explicaciones, especialmente en Daniel 9:24-27, están
íntimamente conectados con el día de expiación de Levítico
16. Es más, notamos más de 20 paralelos en concepto, uso
de imágenes, y lenguaje de pacto entre el paradigma Día de
Expiación del jubileo de pacto (Lev. 16:25-26) y la visión
interpretación de pacto en Daniel 8-9. Nuestros
antepasados adventistas vieron una conexión entre Daniel
8:14 y Levítico 16, pero no su pleno significado.
- Sostenemos que la
única explicación contextual de la "purificación [nitzedaq] del
santuario" en Daniel 8:14 es los cumplimientos mesiánicos
que debían completarse dentro de las 70 'semanas de años'
en el marco del día de expiación del jubileo (Daniel
9:24-27): (1) "Terminar la prevaricación", (2) "poner fin
al pecado", (3) "expiar la iniquidad", (4) "traer la
justicia perdurable", (5) "sellar la visión y la
profecía", (6) "ungir al Santo de los santos", (7) "hacer
cesar el sacrificio y la ofrenda", y finalmente, (8) lo
que "está determinado se derrame sobre el desolador".
- Sostenemos que el
verdadero significado contextual de Daniel 8 y 9 es
mesiánico (cristocéntrico desde el punto de vista del NT).
El significado contextual debe encontrarse en un paradigma
de pacto bíblico-profético, no en una inadecuada
construcción post-bíblica preterista, historicista, o
futurista. A la luz del NT, Daniel 8:14 y Daniel 9:24
encuentran su verdadero cumplimiento en el sacrificio de
Cristo en el Calvario a la mitad de la semana 70, y su
consumación en el largamente esperado Segundo Advenimiento
de Cristo (comp. Heb. 3-4) cuando Él venga nuevamente en
gloria (Apoc. 11-14; Heb. 9:27-28).
Planeamos añadir más a estos temas pronto. Nos
regocijamos de que Daniel 8:14 nuevamente despierte interés
entre cristianos serios, tanto adventistas del séptimo día
como otros. Daniel 8:14 es evangelio puro. Es tiempo de
reclamarlo bíblicamente.
La interpretación
tradicional de Daniel 8:14 con su santuario y su juicio
investigador, que dio origen al adventismo del séptimo día y es
la razón de su existencia como una bien definida entidad dentro
del cristianismo, ha sido objeto de más críticas y debates, por
parte tanto de adventistas como de no adventistas, que todas las
otras facetas de su sistema de creencias juntas. Lo mismo ocurre
con respecto a la disciplina de la iglesia sobre bases
doctrinales, deserciones de la iglesia, y la distracción de
tiempo, atención, y recursos de la misión que el adventismo
percibe como suya en el mundo.
Se ha demostrado,
repetida y consistentemente, que es posible que un ministro
ordenado crea que Cristo era un ser creado (y no Dios en el
pleno sentido de la palabra), o que una persona puede ganarse la
salvación observando fielmente los Diez Mandamientos, o que
Génesis 1 no es un relato literal de la creación que tuvo lugar
hace apenas seis mil años - sin ser disciplinado, y sin que
tenga que devolver sus credenciales ministeriales. Pero también
se ha demostrado, repetida y consistentemente, que un ministro
ordenado no puede cuestionar, a sabiendas, la autenticidad de la
interpretación tradicional de Daniel 8:14, ni siquiera en su
pensamiento, sin que se le revoquen sus credenciales
ministeriales. Como se observa más abajo, en varios casos, ni
siquiera medio siglo de fiel servicio a la iglesia ha sido
suficiente para mitigar este resultado.
En consecuencia,
es apropiado revisar el origen, la historia, y la metodología de
la doctrina del santuario, examinarla sobre la base del
principio de sola scriptura y reconocidos principios
exegéticos, y explorar procedimientos por medio de los cuales
evitar repetir las traumáticas experiencias de la iglesia con
ella en el pasado - aprender de la experiencia.
Hasta donde sea
posible, este trabajo evitará la terminología hermenéutica
técnica, incluyendo la trasliteración de palabras hebreas usadas
por los eruditos bíblicos. La trasliteración usada ha sido
diseñada para permitir que las personas no familiarizadas con el
hebreo bíblico se aproximen a la vocalización hebrea. Excepto
por lo que de otro medio se menciona, las citas bíblicas dadas
proceden de la Nueva Versión Standard Revisada (NRSV) [y la
versión de 1960 Reina-Valera para los lectores de habla hispana
-- N.T.]. El trabajo procede como sigue:
ORIGEN E HISTORIA DE LA
DOCTRINA DEL SANTUARIO
1. Formación de la
doctrina del santuario
2. Ellen G. White y
la doctrina del santuario
3. Seis dirigentes de
la iglesia cuestionan la doctrina del santuario
4. Continúan las
bajas en la doctrina del santuario
5. Reacción no
adventista a la doctrina del santuario
6. Mi encuentro
personal con la doctrina del santuario
UN EXAMEN DE LA DOCTRINA
A LA LUZ DEL PRINCIPIO DE SOLA SCRIPTURA
7. "Exponiendo bien
la palabra de verdad", 2 Timoteo 2:15
8. "Explicando
correctamente" Daniel 8:14
9. Defectos de la
doctrina del santuario tradicional
10. La doctrina del
santuario y el principio sola
scriptura
EL OSCURANTISMO
DOCTRINAL Y SU REMEDIO
11. El oscurantismo y
la doctrina del santuario
12. El comité para
Daniel y Apocalipsis
13. Un remedio
permanente para el oscurantismo
14. La autenticidad
del adventismo
1. Formación de la
doctrina del santuario
Los adventistas
del séptimo día pioneros heredaron su identificación del año
1844 como el final de los 2300 "días" predichos en la versión King James de Daniel 8:14
según William Miller. Miller, que anteriormente había sido un
escéptico jurado, se convirtió en 1816 y con el tiempo se
convirtió en predicador bautista laico. Dedicó sus primeros dos
años como cristiano recién nacido a estudiar la Biblia
diligentemente, lo cual, con el tiempo, se enfocó sobre Daniel
8:14 y la conclusión de que el pasaje predecía la segunda venida
de Cristo "para el año de 1843".
Según la Enciclopedia Adventista del
Séptimo Día, Miller "declaró repetidamente que sus
puntos de vista proféticos no eran nuevos", sino que insistía en
que llegó a sus conclusiones exclusivamente por medio de su
propio estudio de la Biblia y su referencia a una concordancia.
En el tomo 4 de su libro La Fe Profética de Nuestros Padres,
Le Roy Edwin Froom observa que Miller no fue de ninguna manera
el "originador" de la idea de que los 2300 "días" eran años
proféticos que terminaron en 1843, y que es "un simple hecho
histórico que el origen de la idea de que los 2300 años
terminaron ese año, y su amplia circulación, era por entero
anterior a William Miller e independiente de él".1
¿Mediante qué
proceso llegaron Miller, este formidable grupo de estudiantes
bíblicos, y los pioneros adventistas a 1843/1844 como el final
de los 2300 "días" de Daniel 8:14? Dependiendo de la traducción
King James de 1611 de
la Biblia (la única disponible entonces), ellos (1)
identificaron su "santuario" como la iglesia en la tierra, (2)
aceptaron la interpretación de la King James de erev boquer
(literalmente, "tardes mañanas") como "días", (3) adoptaron
el principio de "día por año" en la profecía bíblica, y por esa
razón interpretaron los 2300 "días" como años proféticos, (4)
consideraron las setenta "semanas" de Daniel 9:24-27 como el
primer segmento de estos 2300 años, (5) identificaron la
cesación del sacrificio y la ofrenda durante la última mitad de
la septuagésima de las setenta "semanas" (versículo 27) con la
crucifixión de Jesús,2 (6) calculando hacia atrás desde la crucifixión,
identificaron el decreto del rey persa Artajerjes Longímano en
su septuagésimo año (Esdras 7), a lo cual se alude en Daniel
9:25, ubicando así el comienzo de los 2300 años en el año 457
A.C., (7) con el año 457 A.C. como su punto de partida, los
hicieron terminar "aproximadamente en el año 1843", (8)
adoptaron la interpretación KJV de nitsdaq (literalmente,
"corregido", "restaurado") como "purificado", y (9) llegaron a
la conclusión de que la purificación del santuario de Daniel
8:14 significaba la purificación de la iglesia en la tierra (y
por ende de la tierra misma) por medio del fuego a la segunda
venida de Cristo.
Cuando el gran
chasco de octubre 22 de 1844 demostró de forma concluyente que
la identificación, por parte de Miller, del "santuario" de
Daniel 8:14 como la iglesia en la tierra, y la naturaleza de la
purificación por medio del fuego a la segunda venida de Jesús,3 estaban erradas, los
pioneros adventistas re-identificaron el "santuario" del
versículo 14 como el del libro de Hebreos en el cielo,4 y su purificación
como la contraparte celestial de la purificación del antiguo
santuario el Día de Expiación.5
Conservando, sin
embargo, la presunta validez de octubre 22 de 1844 como el
cumplimiento de Daniel 8:14 y el concepto de que implicaba el
pronto regreso de su Señor, los desencantados pioneros
adventistas supusieron que el tiempo de oportunidad para la
humanidad había terminado realmente en aquel fatídico día, y que
sólo los que esperaban el regreso de Jesús en ese tiempo eran
elegibles para la vida eterna. Se refirieron a este concepto
como "la puerta cerrada" de la parábola de las diez vírgenes.6 Pronto asociaron la
teoría de la "puerta cerrada" a la idea de que el santuario de
Daniel 8:14 era el santuario en el cielo, del libro de Hebreos,
que "la puerta cerrada" era la "puerta" entre el lugar santo y
el lugar santísimo en ese santuario, que el 22 de octubre Cristo
había terminado su ministerio en el lugar santo y entrado a su
ministerio como sumo sacerdote en el lugar santísimo, y se
refirieron a este ministerio allí como un "juicio investigador".
Durante varios
años, la "manada pequeña" de pioneros adventistas del séptimo
día "dispersos" creyeron que la fase de juicio investigador del
ministerio de Cristo sería muy breve (a lo mucho de cinco años),7 después de los cuales
Él regresaría inmediatamente a la tierra. El acceso eventual de
nuevos miembros, que no habían estado en el movimiento de 1844,
a la "manada pequeña" demostró ser evidencia convincente de que
la puerta de la misericordia permanecía abierta, y para
principios de la década de 1850, los adventistas abandonaron el
aspecto de la "puerta cerrada" de la interpretación de que
Daniel 8:14 se refería al santuario en el cielo.
Esto completó la
tradicional interpretación adventista de Daniel 8:14, el
santuario, y el juicio investigador, que fue conocida comúnmente
de allí en adelante como "la doctrina del santuario",
establecida en cada declaración de creencias, más recientemente
como el artículo 23 de las 27 Creencias Fundamentales adoptadas
en la sesión de la Conferencia General en New Orleans en 1980.
2. Ellen G. White y la
doctrina del santuario
El argumento final
en defensa de la interpretación tradicional de Daniel 8:14 cada
vez que han surgido preguntas en relación con este pasaje, ha
sido la explícita afirmación de ella por parte de Ellen White.
Como la presunta intérprete infalible de la Escritura, su apoyo
siempre ha zanjado la controversia. Por ejemplo, en 1888,
cuarenta y cuatro años después del gran chasco del 22 de octubre
de 1844, ella escribió: "El pasaje bíblico que por encima de
todos los demás había sido tanto el fundamento como el sostén
principal de la fe adventista, fue la declaración: 'Hasta dos
mil y trescientos días; luego el santuario será purificado'".8 Dedicó un capítulo
entero de The Great
Controversy a defender y explicar la doctrina del
santuario.9 Dieciocho años más tarde, en 1906, escribió
nuevamente: "La correcta comprensión del ministerio en el
santuario celestial es el fundamento de nuestra fe". 10
Para entender
estas dos declaraciones en su contexto histórico, es importante
recordar que ella y muchos otros que vivían en ese tiempo habían
experimentado personalmente el gran chasco de octubre 22 de
1844. Sus afirmaciones sobre el chasco eran absolutamente
correctas históricamente. La experiencia estaba todavía vívida
en su propia mente y en las mentes de muchos otros. En ambas
afirmaciones, Ellen White simplemente expresa hechos históricos;
no está interpretando la Escritura. En 1895 escribió: "Con
relación a la infalibilidad, nunca la he reclamado para mí; sólo
Dios es infalible".11 "La Biblia es la única regla de fe y doctrina. ...
Sólo la Biblia ...[es] el fundamento de nuestra fe. ... Sólo la
Biblia debe ser nuestra guía. Las Sagradas Escrituras deben ser
aceptadas como la revelación autorizada e infalible de la
voluntad [de Dios]. ... Debemos recibir la palabra de Dios como
la autoridad suprema".12 Podrían citarse numerosas afirmaciones similares.13 Es importante
recordar que ella nunca se consideró exégeta de la Biblia. En
numerosas ocasiones, cuando se le preguntó acerca de lo que sus
interrogadores proponían aceptar como una interpretación
autorizada e infalible de un pasaje bíblico en disputa, ella
rehusó, y les dijo que fueran a la Biblia para obtener la
respuesta.
Es también vital
recordar que, en sus más o menos 47,000 14 citas, ella usa la
Biblia de dos maneras claramente diferentes: (1) para citarla
cuando narra una historia bíblica en su propio contexto, y (2)
para aplicar principios bíblicos en sus consejos para la iglesia
en la actualidad - fuera de su contexto bíblico.
Una clara
ilustración de este doble uso de la Biblia es su serie de
comentarios sobre Gálatas 3:24: "La ley ha sido nuestro ayo para
llevarnos a Cristo". (1) En 1856, ella identificó esa ley como
el sistema de ley ceremonial de los tiempos antiguos, y
específicamente no los Diez Mandamientos.15 (2) En 1883, ella
nuevamente identificó esa "ley" como "las anticuadas ceremonias
del judaísmo".16 (3) En 1896, escribió: "En este pasaje, el Espíritu
Santo, por medio del apóstol, está hablando especialmente de la
ley moral".17 (4) En 1900, escribió: "Se me pregunta concerniente a
la ley en Gálatas. ... Respondo: tanto la ley ceremonial como el
código moral de los Diez Mandamientos".18 (5) En 1911,
nuevamente identificó la ley en Gálatas como exclusivamente "las
anticuadas ceremonias del judaísmo".19
En estas tres
inversiones (la ley ceremonial exclusivamente, los Diez
Mandamientos exclusivamente, tanto la ley ceremonial como los
Diez Mandamientos, la ley ceremonial exclusivamente), se
contradijo ella, o cambió de idea repetidamente? ¡Ni lo uno ni
lo otro! Una lectura cuidadosa de cada declaración en su propio
contexto pone en evidencia que (1) cuando ella identifica la ley
en Gálatas como el sistema de ley ceremonial de los tiempos
antiguos comenta Gálatas en su propio contexto histórico, y (2)
cuando ella aplica el principio de que se habla a nuestro
tiempo, lo hace fuera de su contexto bíblico. El principio
involucrado en los días de Pablo y en los nuestros es idéntico:
los gálatas no podían salvarse mediante una rigurosa observancia
de las leyes ceremoniales; ¡y nosotros tampoco podemos salvarnos
mediante una rigurosa observancia de los Diez Mandamientos! ¡Las
dos definiciones contradictorias de la ley en Gálatas son tanto
válidas como exactas! Un cuidadoso examen de las miles de citas
bíblicas de Ellen White, o las alusiones a la Biblia, ponen en
evidencia que sus declaraciones históricas en relación con
Daniel 8:14 son históricamente exactas con respecto a la
experiencia de 1844, y no una negación de lo que el pasaje
significó en los tiempos de Daniel.
Podemos considerar
la explicación del santuario celestial del gran chasco como una
prótesis, una muleta espiritual, que permitió a "la manada
pequeña" de los pioneros adventistas "dispersos por la tierra"
sobrevivir al gran chasco de octubre 22 de 1844 y conservar la
fe en el inminente regreso de Jesús, como les sucedió a tantos
otros. Esa explicación era lo mejor que podían tener, dado el
método de textos de prueba del cual dependían por necesidad. Con
el método histórico a nuestra disposición hoy día, ya no
necesitamos esa muleta y haríamos bien en guardarla en el
anaquel de la historia. En nuestro testimonio del evangelio
eterno hoy día, es contraproducente por igual para los
adventistas bíblicamente ilustrados y los no adventistas.
3. Seis dirigentes de la
Iglesia que cuestionaron la doctrina del santuario
Durante
aproximadamente cuarenta años, la doctrina del santuario no hizo
enarcar ningunas cejas conocidas ni despertó protestas. Pero, en
promedio, cada quince o veinte años desde 1887, un administrador
de la Iglesia o instructor bíblico experimentado, respetado, y
digno de confianza ha llamado la atención de otros dirigentes de
iglesia sobre ciertos defectos en la tradicional interpretación
de Daniel 8:14, devolvió sus credenciales ministeriales, y, o
fue desfraternizado o voluntariamente abandonó la iglesia. ¡Con
una o dos posibles excepciones, ninguno de ellos habló ni enseñó
acerca de sus dudas en relación con la autenticidad bíblica de
la doctrina del santuario, pero fue despedido por tener tales
pensamientos y compartirlos con otros dirigentes de la iglesia!
Además, ninguno de ellos era novato, sino un experimentado
administrador de iglesia o instructor bíblico. Tres de ellos
sirvieron fielmente a la iglesia por más de medio siglo.
Que se sepa, el
primer dirigente de la iglesia en cuestionar la doctrina del
santuario fue Dudley M. Canright, en 1887. Damos por descontado
que podría haber tenido más tacto y sido más paciente, pero por
más de veinte años sirvió a la iglesia como ministro,
evangelista capaz, administrador, y algunas veces como miembro
del Comité de la Conferencia General, y se había ganado el
derecho a que se le escucharan sus puntos de vista en una
audiencia sin prejuicios. Pero "los hermanos" o no escucharon o
no entendieron, aparentemente ambas cosas. Voluntariamente
abandonó la iglesia y se convirtió en un oponente del
adventismo, tan encarnizado y efectivo como su defensor había
sido antes.
Canright en
seguida publicó un libro, Seventh-day Adventism Renounced
[Mi Renuncia al Adventismo del Séptimo Día], para advertir a la
gente de los errores del adventismo. El libro ha sido traducido
a numerosos idiomas, y todavía es usado efectivamente para
advertir a la gente contra el adventismo. Un adventista honesto
e informado que lea el libro en la actualidad tendría que
reconocer que gran parte de su diatriba contra la doctrina del
santuario estaba justificada, y todavía lo está. 20
Como Canright,
Albion F. Ballenger había servido fielmente a la iglesia durante
muchos años, y en 1905 era el administrador encargado de la
Misión Irlandesa. Era un orador y escritor capaz, y un estudioso
diligente de las Escrituras. Como Canright, Ballenger nunca
había mencionado en público sus puntos de vista sobre el
santuario, pero un comité de veintincinco miembros que la
Conferencia General nombró para escucharle informó que Ballenger
sostenía posiciones, en relación con el ministerio de Cristo en
el santuario celestial, contrarias a las de la iglesia. Él
reconoció la posibilidad de que estuviese errado, y rogó que
alguien le señalara en la Biblia dónde se había equivocado, pero
nadie lo hizo, ni en ese tiempo ni más tarde.
La iglesia le
retiró sus credenciales ministeriales y le desfraternizó por lo
que creía, no por nada que hubiese dicho o hecho. Veinticinco
años más tarde, W. W. Prescott (miembro de los comités ad hoc de la Conferencia
General nombrados para reunirse con los disidentes) comentó en
una carta dirigida a W. A. Spicer, en aquel entonces presidente
de la Conferencia General: "He esperado todos estos años que
alguien le contestara adecuadamente a Ballenger, Fletcher y
otros en relación con sus posiciones sobre el santuario, pero no
he visto ni oído nada". Posteriormente, Ballenger explicó sus
puntos de vista en el libro Cast Out for the Cross of Christ
[Expulsado por amor a la cruz de Cristo]. "Nadie" - se lamentó -
"que no la haya experimentado puede darse cuenta de la angustia
de espíritu que abruma a aquél que, durante el estudio de la
Palabra, encuentra verdades que no armonizan con lo que durante
toda una vida ha creído y enseñado que es vital para la
salvación de las almas".21
Después de como
veinte años como ministro ordenado, misionero en el extranjero,
y con el tiempo, instructor bíblico en la Escuela Superior de
Avondale en Australia, William W. Fletcher renunció
voluntariamente al ministerio en 1930 y cortó su conexión con la
iglesia, bajo presión administrativa, únicamente a causa de sus
puntos de vista en relación con los errores en la interpretación
tradicional de Daniel 8:14. Dos años más tarde, publicó Reasons
for My Faith [Razones de mi fe], estableciendo sus puntos
de vista sobre el santuario y el ministerio de Cristo como
nuestro gran Sumo Sacerdote. Una lectura objetiva tanto de la
Biblia como del libro Razones llevará a la conclusión de que la
manera en que Fletcher entendía la primera era superior a la de
sus críticos.22
Louis R. Conradi
sirvió fielmente a la iglesia durante cincuenta y dos años, gran
parte del tiempo como vice-presidente de la Conferencia General
para la División Central Europea. Era un ávido erudito bíblico y
estudiante de historia, así como administrador capaz, y escribió
extensamente. Era muy respetado por sus colegas administradores.
Durante más de treinta años, aumentaron preguntas en su mente en
relación con la tradicional interpretación de Daniel 8:14,
preguntas que él compartió primero con unos pocos dirigentes de
la iglesia en 1928 y que a su debido tiempo condujeron a una
formal audiencia ante un comité ad hoc de treinta y tres miembros designados
por una Conferencia General, la devolución de sus credenciales
ministeriales, y su separación voluntaria de la iglesia en 1931.
Inmediatamente se
unió a los bautistas del séptimo día, que le suministraron
credenciales ministeriales, le dieron permiso para predicar las
enseñanzas adventistas del séptimo día, y le hicieron su
representante oficial en Europa. Hasta su muerte, Conradi
expresó confianza en la integridad fundamental del adventismo, a
pesar de sus errores en la doctrina del santuario.23
William W.
Prescott era una persona versátil que, durante una vida de
servicio para la iglesia de más de medio siglo (1885-1937), se
distinguió como escritor, redactor, editor, educador,
administrador, y erudito bíblico. Como Conradi, su estudio de la
Biblia le condujo a un reconocimiento de serias fallas en la
doctrina del santuario, las cuales, sin embargo, nunca expresó
públicamente. Conservó plena confianza en la credibilidad básica
del mensaje adventista. Su único "error" ocurrió en 1934, cuando
compartió sus puntos de vista con algunos de "los hermanos" de
la oficina central, que se volvieron contra él. Sin embargo, a
diferencia de Conradi, permaneció con la iglesia y nunca entregó
sus credenciales ministeriales, sino que regresó a Washington,
D. C., donde estuvo en comunidad con sus críticos y participó
activamente en varias actividades de la Conferencia General.
Después de muchos
años de servicio para la iglesia, Harold E. Snide enseñaba
Biblia en el Southern Junior College (ahora Southern Adventist
University). Adventista de tercera generación y diligente
estudioso de las profecías bíblicas, encontró problemas con la
interpretación tradicional de Daniel, especialmente en relación
con el ministerio de Cristo tal como está establecido en el
libro a los Hebreos. Fue a los dirigentes en Washington con los
problemas que lo inquietaban, pero no encontró ayuda. El
conflicto entre la interpretación tradicional de Daniel 8:14 y
las Escrituras resultó ser una experiencia traumática que, a su
debido tiempo, más o menos en 1945, le llevó a retirarse de la
iglesia. Sin embargo, Snide continuó siendo un fiel adventista,
y se fue a vivir con sus padres en Takoma Park, donde yo le
conocí.
La experiencia de
R.A. Greive fue única en que, como presidente de la Conferencia
de Queensland en Australia, nunca cuestionó la doctrina del
santuario. Su preocupación era alentar la experiencia de la
justificación y la justicia por la fe como está presentada en
los libros de Romanos y Hebreos, y su contraparte, la perfección
inmaculada de Cristo Jesús. Sin embargo, los dirigentes de la
iglesia en la oficina de la división le acusaron de estar en
conflicto con el concepto de un juicio investigador como la
purificación del santuario, al cual se refiere Daniel 8:14 y que
está explicado en Hebreos 9.
Si, como escribió
Pablo en Romanos 8:1, no hay "ahora, pues, ninguna condenación
para los que están en Cristo Jesús", ¿cómo puede el registro de
esos pecados ser conservado y revisado durante el curso de un
juicio investigador?, preguntaba Greive. También señaló que,
según Hebreos 7:27 y 9:6-12, Cristo completó en la cruz su
equivalente del ministerio en el segundo compartimiento cuando
ascendió al cielo, no dieciocho siglos más tarde. Durante su
juicio, Greive aceptó ir, hasta donde se lo permitía su
"conciencia bien informada", para estar en armonía con sus
hermanos, pero para ellos eso no era suficiente. En 1956, le
fueron retiradas sus credenciales, y se retiró de la iglesia.24
¡Pensemos en el
tiempo, la atención, y el costo de disciplinar a estos seis
administradores y eruditos bíblicos mencionados más arriba, que
han sido distraídos de la misión de la iglesia para mundo!
Pensemos también en la angustia y el pesar que estas seis
personas han experimentado y a menudo expresado. ¡Pensemos
también en el daño que algunos de ellos han hecho a la iglesia!
4. Continúan las bajas
causadas por la doctrina del santuario
Como un aeroplano
que súbitamente entra en una zona de turbulencia en tiempo
claro, el Dr. Desmond Ford comenzó a encontrar, en 1945,
problemas exegéticos con la interpretación tradicional
adventista de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio
investigador. Se propuso poner juntas todas las piezas dispares
en un patrón coherente que resolviera los problemas, que fuera
fiel a los confiables principios exegéticos, y que le dejaran
siendo un adventista del séptimo día dedicado con plena
confianza en la integridad de la iglesia como auténtico testigo
del evangelio eterno.
Durante los
siguientes diez o quince años, Ford descubrió que algunos de sus
contemporáneos, y otros antes que él, habían luchado con los
mismos problemas. En su documento definitivo de 991 páginas
sobre Glacier View, Daniel 8:14, el Día de Expiación, y el
Juicio Investigador, Ford menciona por sus nombres a doce
dirigentes adventistas con los cuales había discutido los
problemas, personalmente o por correspondencia. Dedicó su
discurso de master y una de sus disertaciones doctorales
al tema. Sus comentarios publicados sobre los libros de Daniel y
Apocalipsis suman más de dos mil páginas. Probablemente ha
dedicado al tema más estudios eruditos, y escrito más
extensamente sobre él, que cualquier otra persona en la
historia.
Durante su larga
permanencia como director del departamento de teología en el
Avondale College en Australia, preparó a la mitad o más de los
ministros en Australia. En el aula de clases y mediante su
ejemplo personal, inspiró a miles de jóvenes para Cristo.
Siempre era solicitado como orador, y miles dan testimonio de
entender mejor y apreciar mejor el evangelio como resultado del
testimonio de él. Su tema fue siempre - y todavía lo es - la
salvación por fe en Cristo Jesús.
Ford nunca
discutió en público los aspectos controversiales de la doctrina
del santuario - hasta octubre 27 de 1979, como profesor de
intercambio en el Pacific Union College, cuando varios miembros
de la facultad le invitaron a discutir sus puntos de vista sobre
la cuestión del santuario durante una reunión abierta un sábado
por la tarde. Treinta y cuatro años de silencio sobre el tema
seguramente reflejan una reserva pastoral y erudita dignas de
encomio. La presentación en el PUC "fue positiva sobre el papel
providencial de los adventistas y Ellen White". Sin embargo,
tres ministros retirados detectaron lo que percibieron como
herejía, e informaron su versión de las observaciones de Ford al
presidente de la junta directiva de la escuela superior.
En vista de que
Ford era todavía empleado del Avondale College en Australia y
que debía regresar a Avondale al final del año lectivo de
1979-1980, el presidente lógicamente refirió el asunto a la
Conferencia General. En agosto de 1980, 115 prominentes
administradores y eruditos bíblicos de alrededor del mundo (al
costo estimado de un cuarto de millón de dólares cada
administrador) fueron convocados a Glacier View 25 en Colorado, para
que sirvieran como Comité Revisor del santuario. Se les dieron
instrucciones específicas de que no evaluaran las creencias de
Ford con respecto a Daniel 8:14, el santuario, y el juicio
investigador a la luz de la Biblia misma, sino según estas
doctrinas estaban presentadas en la declaración de las 27
Creencias Fundamentales, que la iglesia ya había establecido
como normativas. Varias semanas más tarde, la División
Australasiática le retiró sus credenciales ministeriales.
El procedimiento
en Glacier View consistió de una reafirmación de la
interpretación adventista tradicional de Daniel 8:14. Pero a
Ford no se le dio ninguna oportunidad para que presentara las
razones para su interpretación "apotelesmática" de este pasaje,
según la cual la interpretación adventista tradicional era uno
de varios cumplimientos de la profecía, no el
cumplimiento. Nuevamente - como siempre - la iglesia no examinó
las razones para disentir de la interpretación tradicional de
Daniel 8:14, y sólo la reafirmó en tono estentóreo. En realidad,
el informe de consenso votado al término de la conferencia, que
había durado una semana, concordó tácitamente con Ford sobre
seis principales puntos exegéticos. Más tarde, unos cuarenta
eruditos bíblicos firmaron un documento conocido como la
Afirmación de Atlanta, reprochándole a Neal Wilson la manera en
que la iglesia había tratado a Ford durante y después de Glacier
View.
En su "retiro"
involuntario, Ford ha continuado proclamando el evangelio, en un
ministerio que él llama "Good News Unlimited". A diferencia de
Canright, Ballenger, y otros antes que él, que se enbarcaron en
vendettas contra la
iglesia, Ford ha continuado siendo un dedicado Adventista del
Séptimo Día de corazón, y conservó su membresía en la iglesia.26
Ford, que hora
está retirado en su nativa Queensland, Australia, es el único
superviviente de numerosos encuentros traumáticos con la
interpretación tradicional de Daniel 8:14. Desearíamos que tales
encuentros con la doctrina del santuario fueran cosa del pasado.
Pero una nueva generación de víctimas está repitiendo nuevamente
las experiencias traumáticas de Ford. Si el pasado es alguna
indicación del futuro, estas experiencias se repetirán por
tiempo indefinido, a menos y hasta que la iglesia enfrente los
hechos objetivamente y los maneje realística y responsablemente
en armonía con el principio de sola scriptura.
Se dice que más de
150 ministros ordenados, mayormente en Australia, devolvieron
sus credenciales ministeriales como secuela del affair
Ford. Cientos de laicos, la mayoría en los Estados Unidos,
abandonaron la iglesia y formaron ebullentes "comunidades" como
resultado de la situación.
Dale Ratzlaff era
pastor de la iglesia de Watsonville en la Conferencia del Centro
de California y maestro de Biblia en la cercana Academia de la
bahía de Monterrey cuando, en 1981, fue abruptamente despedido
por la Conferencia por expresar la convicción, compartida por la
mayoría de los cuarenta o más eruditos bíblicos en Glacier View,
de que la administración había juzgado erróneamente y maltratado
a Desmond Ford el año anterior. Los pastores de la iglesia de
Watsonville nos invitaron al Dr. Fred Veltman, del Pacific Union
College, y a mí para que nos reuniéramos con la iglesia el
sábado siguiente, durante el cual tratamos de vertir petróleo
sobre las agitadas aguas.
Ratzlaff abandonó
la Iglesia Adventista, y vagó (tanto geográfica como
ideológicamente) por varios años, después de los cuales se
embarcó en lo que él llama Life Assurance Ministries, primero en
Sedona y ahora en Glendale, Arizona, con el propósito de
advertir a los adventistas y a otros contra la iglesia. Primero
publicó una polémica contra el sábado, de 350 páginas, y en
2001, el libro La Doctrina Sectaria de los Adventistas del
Séptimo Día, de 384 páginas, que él describe como "una apelación
a los dirigentes ASD". En la Doctrina Sectaria, el blanco es la
interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14, la
doctrina del santuario, y el juicio investigador. En 1999,
comenzó a publicar Proclamation,
una publicación bimensual dedicada a advertir a los adventistas
y a otros contra el adventismo. Aquí en el Oeste, la cruzada de
Dale está teniendo por lo menos cierto éxito. También edita la
obra del Dr. Jerry Gladson A Theologian´s Journey From
Seventh-day Adventism to Mainstream Christianity [Viaje
desde el Adventismo del Séptimo Día hasta la Corriente Principal
del Cristianismo], de 383 páginas (copyright 2001).27
El Dr. Gladson
tuvo la muy considerable desgracia de servir en la facultad del
Southern Adventist College (ahora Universidad). Si hubiese
estado enseñando en cualquiera de las otras ocho escuelas
superiores o universidades adventistas en los Estados Unidos,
probablemente todavía sería ministro y maestro adventista.
Southern funciona como una agencia de la faja del oscurantismo
bíblico en el sur. Además, dependía (y todavía depende), hasta
un grado considerable, de la generosidad de dedicados
ultra-fundamentalistas, que insisten en que la escuela funcione
bajo principios ultra-fundamentalistas. Nuevamente, el blanco
fue la doctrina tradicional del santuario y la acusación de lo
que Gladson pensaba acerca de ella, no nada que hubiese enseñado
en clase.
El Dr. Gerhard F.
Hasel, entonces decano del Seminario Teológico Adventista,
ex-estudiante y maestro de Southern, e implacable
personificación del oscurantismo adventista, desempeñó un activo
papel en el linchamiento del Dr. Gladson, un papel en el cual
Hasel ya se había distinguido en el seminario. El director del
departamento de religión de Southern, a quien le tocaba
administrar el golpe de gracia, era tan cerrado de mente y tan
despiadado como Torquemada, un papel en el cual ya se había
distinguido como director del Instituto de Investigación Bíblica
de la Conferencia General. ¿Qué oportunidad tenía Gladson de una
justa evaluación y un fallo justo acerca de los cargos contra
él? Finalmente, el presidente de la junta directiva de la
escuela superior se distinguía bien como un oscurantista
comprometido o como instrumento voluntario de la extrema derecha
adventista.
Jerry Gladson no
fue despedido, ni se le retiraron sus credenciales
ministeriales. Continuó siendo ministro ordenado hasta que sus
credenciales expiraron y no le fueron renovadas. En vez de eso,
se creó una cacería de brujas, en la cual la partida resultó ser
el menor de dos males. No hubo ninguna audiencia formal. Nadie
trató de entender, ni le importaron a nadie, sus razones para
pensar como pensaba. Los fariseos estaban en control, y eso era
todo. ¡Una situación verdaderamente anómala! 27
Janet Brown se
hizo Adventista del Séptimo Día en 1985. Como laica, leía la
Biblia ávidamente, y como tal "comenzó a notar más y más
problemas e inconsistencias entre las enseñanzas ASD y la
Biblia". Durante un tiempo, hizo caso omiso de estas "grietas en
la armadura del adventismo", pero, "al comenzar a acumularse la
evidencia", pensó que ya no podía continuar siendo "honesta
consigo misma" y al mismo tiempo ser adventista del séptimo día.
Para ella, el juicio investigador se parece al purgatorio
católico romano, por cuanto mantiene a la gente en suspenso en
cuanto a su situación delante de Dios, y "no tiene sentido
bíblicamente". En 1995, abandonó la Iglesia Adventista y ahora
tiene una página web dedicada a oponérsele.28
Don W. Silver, de
Ashland, Kentucky, es otro laico que abandonó el adventismo
recientemente, principalmente a causa de la doctrina del
santuario, a la cual se opone vehementemente. Evidentemente bien
educado, habla con fervor y lógica precisa. Su esposa, que como
él, es bien educada, enseña en la cercana Universidad de
Marshall, y continúa siendo fiel adventista y dirigente de la
Iglesia Adventista local. Sus dos hijas crecidas han seguido a
su padre en el gnosticismo.29
Podrían citarse,
por supuesto, otras ilustraciones contemporáneas de oposición a
la doctrina del santuario y la apostasía resultante. Conozco
personalmente a otros empleados de la iglesia que han sido
despedidos por la misma razón, y sé de laicos que han abandonado
la iglesia, y de familias que se han disuelto como resultado de
esto. El problema del santuario todavía está con nosotros, y
está tocando las vidas de sinceros adventistas del séptimo día.
5. Los no adventistas
reaccionan a la doctrina del santuario
Fue la doctrina
del santuario basada en Daniel 8:14 lo que nos convirtió en
adventistas del séptimo día y la que continúa siendo en la
actualidad la piedra angular de nuestro distintivo sistema de
creencias y nuestra misión en el mundo. Acerca de esta doctrina,
escribió Ellen White: "El texto bíblico que por encima de todos
los demás había sido tanto el fundamento como la columna central
de nuestra fe fue la declaración: 'Hasta dos mil y trescientos
días; luego el santuario será purificado'"30 y "La correcta
comprensión del ministerio en el santuario celestial es el
fundamento de nuestra fe". "Ni un alfiler ha de ser quitado de
lo que el Señor ha establecido. El enemigo traerá falsas
teorías, como la de que no hay santuario. Éste es uno de los
puntos sobre los cuales algunos se apartarán de la fe".31
Cuando, a mediados
de la década de 1950, Walter Martin y Donald Grey Barnhouse
exploraron las enseñanzas adventistas en profundidad con
personas designadas por la Conferencia General, llegaron a la
conclusión de que, con dos excepciones, estamos en armonía con
el evangelio: (1) nuestra doctrina del santuario, y (2) el papel
que popularmente atribuímos a Ellen White como intérprete
infalible de la Escritura, en contradicción con sus propias
afirmaciones explícitas en sentido opuesto. Llegaron a la
conclusión de que la primera viola el principio sola
scriptura de la Reforma.32 De él, escribió Barnhouse:
Para mí, la doctrina [del santuario]
es, en la historia religiosa, el más colosal fenómeno
psicológico para salvar las apariencias. Personalmente, no
creemos que hay ni siquiera la sospecha de un versículo en las
Escrituras que sustente tan peculiar posición, y además,
creemos que cualquier esfuerzo para establecerlo es caduco,
inútil, e improductivo. ... [No es] importante, y es casi
ingenuo.33
Tal es la reacción
usual de eruditos bíblicos no adventistas y otros bíblicamente
informados no adventistas a nuestra doctrina del santuario.34
6. Mi encuentro personal
con la doctrina del santuario
La primera vez que
encontré problemas con la interpretación tradicional de Daniel
8:14 profesionalmente fue en la primavera de 1955, durante el
proceso de redactar comentarios sobre el libro de Daniel para el
tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista. Como obra
destinada a cumplir con los más precisos estándares eruditos,
teníamos el propósito de que nuestro comentario reflejara el
significado que obviamente se habían propuesto los escritores
bíblicos. Como comentario adventista, también debía reflejar,
con tanta precisión como fuese posible, lo que los adventistas
creen y enseñan. Pero en Daniel 8 y 9, encontramos absolutamente
imposible cumplir con estos dos requisitos.35
En 1958, Review
and Herald Publishing Association necesitaba nuevas placas de
impresión para el libro clásico Bible Readings [Lecturas
Bíblicas], y se decidió revisarlo donde fuese necesario para
conformarlo con el Comentario. Volviendo al libro de
Daniel, decidí intentar una vez más encontrar un modo de ser
absolutamente fiel tanto a Daniel como a la interpretación
tradicional adventista de 8:14, pero nuevamente encontré que era
imposible. Luego formulé seis preguntas en relación con el texto
hebreo del pasaje y su contexto, las cuales presenté a cada uno
de los maestros de escuela superior versados en hebreo, y a cada
director de departamento de religión en todas nuestras escuelas
superiores de Norteamérica -- todos ellos amigos personales
míos. Sin excepción, contestaron que no existe ninguna base ni
lingüística ni contextual para la interpretación tradicional
adventista de Daniel 8:14.36
Cuando los
resultados de este cuestionario llamaron la atención del
presidente de la Conferencia General, él y los oficiales
nombraron un supersecreto Comité Para Problemas con el Libro de
Daniel, del cual yo era miembro. Reuniéndonos de modo
intermitente durante cinco años (1961-1966), consideramos 48
documentos relativos a Daniel 8 y 9, y en la primavera de 1966
suspendimos las reuniones sine die, sin haber podido
llegar a un consenso.37
La experiencia
sobre Daniel con el Comentario, que ya he mencionado, me llevó a
un estudio profundo, abarcante, sin prisas, en mi tiempo libre,
de Daniel 7 al 12, que continuó sin interrupción durante
diecisiete años (1955-1972), en busca de una solución
concluyente para el problema del santuario. Mi objetivo era
estar plenamente preparado, con información bíblica definitiva y
objetiva, la próxima que se suscitara la cuestión en el curso de
mi ministerio a favor de la iglesia.
Entre otras cosas,
memoricé, en hebreo, todas las porciones pertinentes de Daniel 8
al 12 (60 versículos) para poder recordarlas y compararlas
instantáneamente, llevé a cabo exhaustivos estudios38 de más de 150
palabras hebreas pertinentes a través del Antiguo Testamento,
palabras que Daniel usa, estudié en detalle la gramática y la
sintaxis hebreas, hice un minucioso análisis de los datos
contextuales,39 comparé las traducciones de Daniel en griego antiguo
y latín,40 investigué los pasajes pertinentes apócrifos y en el
Nuevo Testamento,41 seguí la pista de la interpretación judía y cristiana
de Daniel desde los tiempos antiguos hasta los modernos,42 y efectué un estudio
concienzudo de la formación, desarrollo, y subsiguiente
experiencia adventista con la doctrina tradicional del
santuario.43 Después de un tiempo, incorporé los resultados de
esta investigación en un manuscrito de 1100 páginas, que más
tarde reduje a 725 páginas, pero que decidí no dar a la luz para
su publicación sino hasta que fuese el momento apropiado.
Las
consideraciones que enteceden demuestran de manera concluyente
que nuestra interpretación tradicional de Daniel 8:14, el
santuario, y el juicio investigador, como lo establece el
Artículo 23 de las Creencias Fundamentales, no refleja con
exactitud la enseñanza de la Biblia con respecto al ministerio
de Cristo a nuestro favor desde su regreso al cielo.44 En consecuencia, es
apropiado (1) observar que, por esa razón, el Artículo 23 es
defectuoso,45 (2) revisar el artículo para que refleje con
exactitud la enseñanza bíblica sobre este aspecto del ministerio
de Jesús, y (3) sugerir un proceso diseñado para proteger a la
iglesia de ésta y similares experiencias traumáticas en el
futuro.46
Algunos de los
conceptos asociados con el juicio investigador son, de hecho,
bíblicos, pero la Biblia misma en ninguna parte los asocia con
un juicio investigador, para el cual no hay en absoluto ninguna
base de acuerdo con el principio de sola scriptura.47
Después de
ascender al cielo, Jesús les aseguró a los discípulos: "He aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"
(Mat. 28:20). El libro de Hebreos es nuestra fuente principal de
información sobre su ministerio en el cielo a favor de ellos y
de nosotros desde ese momento. Sugiero que el siguiente resumen
compuesto de su ministerio como está presentado en Hebreos
proporciona un base apropiada para una revisión del Artículo 23
de las Creencias Fndamentales, si se desea a su debido tiempo
una tal declaración. El autor de Hebreos presenta el ministerio
de Cristo en el cielo, a nuestro favor, por analogía con el
papel del sumo sacerdote en el ritual del antiguo santuario:
En la cruz, Jesús
se ofreció a sí mismo como único sacrificio para siempre, que
expió los pecados de los que se acercan a Dios por medio de él.48 Ese solo sacrificio
le hizo digno de servir como nuestro gran Sumo Sacerdote en el
cielo, para siempre.49 Habiendo hecho ese sacrificio, Cristo entró en el
Lugar Santísimo -- "el cielo mismo" -- para estar en presencia
de Dios a favor nuestro.50 Él nos invita a acercarnos a Él confiadamente, por
fe, para alcanzar misericordia y gracia para que nos ayude en
tiempo de necesidad.51 Pronto aparecerá por segunda vez "para traer
salvación a los que le esperan".52
7.
"Trazar bien la palabra de verdad" 53
Las ideas casi
infinitamente diversas y a menudo contradictorias atribuídas a
la Biblia, y por ende su relevancia para nuestro tiempo, indican
la importancia de identificar principios sobre cuya base podemos
tener confianza en la validez de nuestras conclusiones con
respecto a las perspectivas de la vida y la realidad que el
divino Autor y los escritores inspirados se proponían transmitir
con sus palabras.
Leemos y
estudiamos la Biblia con el propósito de aprender quiénes somos,
cómo y por qué vinimos a estar aquí, cómo deberíamos
relacionarnos con la vida y aprovechar mejor sus oportunidades,
a dónde vamos, y la mejor manera de llegar allí. Esto constituye
lo que podemos llamar nuestra "visión del mundo", nuestro
concepto de lo que se trata nuestra vida en el planeta Tierra.
Nuestra búsqueda
de toda esta información es algo así como un viaje literal desde
donde estamos ahora hasta donde nos gustaría estar, pero nunca
antes hemos estado en la carretera. Al planear un viaje así,
tenemos que saber primero dónde estamos, dónde queremos estar al
final del viaje, y la mejor manera de llegar allí. Nuestros
planes deben tomar en cuenta los hechos de la geografía y del
viaje como realmente son, no como a nosotros nos gustaría que
fuesen o como nosotros los imaginamos. En otras palabras,
debemos ser objetivos con respecto a la realidad, a los hechos
de la geografía y del viaje como ellos son realmente. Ser
subjetivos en nuestros planes - pensar en ellos como los
imaginamos o como nos gustaría que fuesen - podría ser
desastroso con el correr del tiempo. Lo mismo sucede cuando
leemos y estudiamos la Biblia: La objetividad es esencial. El
ser subjetivo en nuestro estudio y en nuestros pensamientos
inevitablemente impone nuestras personales e ilustradas
opiniones sobre la Biblia, y nos deja ciegos y sordos a lo que
Dios está tratando de decirnos por medio de ella. Como
resultado, ¡suponemos que nuestras opiniones personales
constituyen la voz de Dios!
En la Biblia,
hasta un niño o una persona semi-analfabeta puede encontrar el
camino de la salvación y seguirlo todo el trayecto hasta las
perlinas puertas, y ser bienvenido allí. Pero, para un estudio
profundo de algunas porciones de la Biblia, los que no se
sienten a gusto con los idiomas hebreo y griego antiguos deben
usar material pertinente de referencia preparado por personas de
confianza que estén familiarizadas con esos idiomas. Ciertos
factores son esenciales para todos los que lleven a cabo un
estudio de la Biblia. El siguiente es un breve resumen de los
factores esenciales para un estudio como éste.
La objetividad es
la cualidad mental que aspira a evaluar ideas y sacar
conclusiones en términos de su realidad intrínsica, más bien que
en términos de las presuposiciones de una persona, que son
subjetivas y no han sido sometidas a prueba. La objetividad es
esencial para establecer el significado propuesto de la Biblia.
Las
presuposiciones subjetivas y que no han sido sometidas a prueba
en relación con la naturaleza y las enseñanzas de la Biblia
conducen casi inevitablemente a conclusiones erróneas. Todo el
mundo, consciente o inconscientemente, llega a la Biblia con
ciertas presuposiciones sobre ella, que controlan la evaluación
de la información considerada, y por ende, las conclusiones que
se deriven de ella. En consecuencia, la importancia de las
presuposiciones es crucial para establecer la validez de
nuestras conclusiones. Las presuposiciones deberían permanecer
siempre abiertas a revisión según lo requiera una evidencia más
clara y más objetiva. El objetivo es eliminar cada uno de los
factores subjetivos del proceso de razonamiento para ponerlo en
armonía con la realidad objetiva.
¿Es posible
someter a prueba la presuposición de que la Biblia es, como
afirma ser, la singular revelación de la voluntad y propósito
infinitos de Dios para la raza humana? Sí. La evidencia objetiva
para esto consiste en (1) la evaluación precisa en la Biblia del
estado humano natural ético-moral-espiritual, (2) su remedio
perfecto para las imperfecciones de ese estado natural, (3) la
demostración de que ese remedio ha transformado la psiquis de
incontables millones de seres humanos durante dos mil años, y
(4) que si los principios bíblicos fuesen universalmente
aceptados y practicados, eliminarían automáticamente todas las
guerras, todos los crímenes, y todas las egoístas manipulaciones
de otros seres humanos, ¡transformando así este mundo en un
pequeño cielo en la tierra! Dada la oportunidad, la experiencia
humana confirma estas conclusiones más allá de la posibilidad de
duda o error. Esto autentica los principios bíblicos como de un
origen más que humano, y así valida la anterior presuposición
como objetiva y digna de confianza.
El Antiguo
Testamento se escribió hace entre veinticuatro y treinta y siete
siglos, la mayor parte de él en hebreo antiguo y en un mundo más
que un poquito diferente y extraño para nosotros. El Nuevo
Testamento se escribió en griego hace como diecinueve siglos. El
Antiguo Testamento registra la historia de los hebreos como el
pueblo del pacto y el instrumento escogido del propósito divino
para ellos y para la raza humana en tiempos antiguos,
instrucción diseñada para prepararles para que fuesen
representantes vivientes y testigos del verdadero Dios, y su
respuesta individual y corporativa a esta instrucción.54 El idioma hebreo
tenía un vocabulario limitado y reflejaba su cultura primitiva y
su visión del mundo, una forma de escritura que consistía de
consonantes solamente, y que tenía una gramática y una sintaxis
diferentes de las nuestras hoy día.
Por esta razón, la
Biblia está condicionada históricamente,55 esto es, adaptada y
específicamente dirigida a las necesidades, la comprensión, y el
papel de pacto de sus recipientes en el tiempo en que fue
escrita, y a sus circunstancias y la percepción del propósito
divino, y sin embargo, sus principios fundamentales y sus
instrucciones son de valor y aplicabilidad universales. Se
escribió en el idioma de ellos y en formas de pensamiento con
las cuales estaban familiarizados, y refleja la perspectiva
histórica de la salvación de su tiempo. Ese registro, sin
embargo, "se escribió para nuestra instrucción" también. Por
consiguiente, necesitamos condicionar nuestras mentes
históricamente al tiempo, las circunstancias, y la perspectiva
histórica de la salvación de ellos para entender y apreciar
plenamente el mensaje de la Biblia para nuestro tiempo. Un
estudio profundo y la apreciación dela Biblia requieren que se
tomen en cuenta las circunstancias históricas en las cuales se
escribió un pasaje.
La perspectiva
histórica de la salvación del Antiguo Testamento veía a Israel
como el pueblo del pacto de Dios y el instrumento escogido del
divino propósito para restaurar a la humanidad a la armonía con
el divino propósito para este mundo.56 Dios les reveló todo esto para que pudieran cooperar
inteligentemente con su infinito propósito para la raza humana.
Esa revelación, impartida durante siglos en la antigüedad,
proporcionó al antiguo Israel la instrucción que le prepararía
individual y colectivamente como nación para que representara
plenamente el valor supremo y lo deseable de cooperar con el
propósito eterno de Dios. Contemplaba el clímax de la historia
de la tierra y la completa restauración de la soberanía divina
sobre la tierra al final de los tiempos del Antiguo Testamento.
El Nuevo Testamento supone la validez de esta historia de la
perspectiva de la salvación en el Antiguo Testamento en cuanto
alcanza un clímax en la vida, el ministerio, la crucifixión, la
resurrección, y la promesa de Jesús de regresar pronto - al
final de los tiempos del Nuevo Testamento.57
Esta perspectiva
bíblica histórica de la salvación estaba implícita en la
Escritura y en las mentes de la gente de aquel tiempo. También
debe estar en nuestras mentes al leer las Escrituras. Por
consiguiente, la perspectiva histórica de la salvación del
tiempo en que se escribió un pasaje debe tenerse en cuenta para
establecer su verdadero y proyectado significado.
El texto original
de la Escritura, en los idiomas en que se escribió, es la
autoridad última y suprema de lo que ella dice.58 Buenas traducciones
modernas, como la New Revised
Standard Version (NRSV 59), la New
International Version (NIV), y la Good News Bible y Today´s English Version,
TEV), son traducciones tan exactas y dignas de confianza como
cualesquiera de las que están disponibles hoy en día. La King James Version (KJV),
con su soberbio y majestuoso estilo, ha influido profundamente
en el idioma inglés, y se ganó el cariño de sus lectores durante
casi cuatro siglos, pero algunas veces no refleja con exactitud
el texto original.60
Esto es porque la
KJV estaba basada en manuscritos posteriores que habían
acumulado numerosos errores de los copistas y cambios
editoriales durante varios siglos desde los autógrafos
originales. Desde que se descubrió un antiguo manuscrito
conocido como el sinaítico en 1844, se han descubierto miles de
antiguos manuscritos siglos más cercanos a los originales,
manuscritos que hoy día nos proporcionan información mucho más
exacta en cuanto a qué decían realmente los autógrafos
originales.61 Además, los idiomas bíblicos se entienden mejor que
en 1611, cuando la KJV estuvo disponible, y la historia y la
cultura de la antigüedad se comprenden mejor. El estudio de las
palabras - el modo en que las palabras hebreas y griegas ocurren
en la Biblia y su significado como está definido por el
contexto, en cada caso - son por lo mismo esenciales para
establecer su significado.
El contexto
literario de un pasaje es esencial para establecer su
significado con exactitud. Esto incluye en particular su
contexto inmediato, pero también su contexto extendido en el
documento entero del cual forma parte. El hebreo antiguo, en el
cual se escribió la mayor parte del Antiguo Testamento,62 ya se había
convertido en lengua muerta, hasta el punto de que, cuando
Esdras leyó "el libro de la ley de Moisés" (la Torah, o el
Pentateuco), en público aproximadamente en el año 450 a.C., fue
necesario interpretarlo para que los judíos, aun los de aquel
tiempo, lo entendieran.63
Varias
características del hebreo antiguo eran responsables de esto:
(1) En primer lugar, tenía un vocabulario muy limitado, en el
cual se usaban muchas palabras para expresar una amplia variedad
de significados. (Por ejemplo, la KJV traduce diez palabras
hebreas comunes con un promedio de ochenta y cuatro expresiones
inglesas cada una, ¡y una de ellas con 164 palabras y
expresiones inglesas!). 64 (2) La escritura del hebreo antiguo consistía de
consonantes solamente, y el lector tenía que proporcionar las
vocales que él pensaba que el escritor había tenido en mente, y
es posible que en algunos casos proporcionase un juego de
vocales diferentes de las que el escritor había pensado.65 Las vocales que
ahora aparecen en las Biblias hebreas fueron añadidas a las
consonantes por los masoretas, eruditos judíos, muchos siglos
después de que el hebreo antiguo se hubiese convertido en lengua
muerta, de acuerdo con lo que ellos pensaban que era el
significado en la mente del escritor. Por esta razón, es inútil
correlacionar dos pasajes de la Escritura basándonos en la misma
palabra inglesa ubicada en una concordancia - ¡como hizo William
Miller al desarrollar la doctrina del santuario!
La analogía de la
Escritura - utilizar un pasaje bíblico para explicar otro - debe
usarse con cuidado.66 El contexto de ambos pasajes debe tomarse en cuenta
primero para establecer si se pueden usar juntos o no.
En resumen, un
estudio de la Biblia en profundidad requiere tener en cuenta las
presuposiciones de uno, las circunstancias históricas a las que
se dirige un pasaje y a las que se pensó aplicarlo, su
perspectiva histórica de la salvación, su sentido, tal como fue
establecido por el idioma original, su contexto literario, y el
uso cuidadoso de otros pasajes bíblicos para ampliarlo.
En la actualidad y
en principio, los adventistas del séptimo día afirman el
principio de sola scriptura de la Reforma, pero algunas
veces lo comprometen inadvertidamente en la práctica,
notablemente al afirmar la interpretación tradicional de Daniel
8:14.
El adventismo del
séptimo día surgió como una entidad discreta dentro de la
comunidad cristiana el 23 de octubre de 1844 67 como resultado de
una comprensión particular de Daniel 8:14 y el gran chasco que
acompañó a su desilusión el día anterior. Esa comprensión, que
fue modificada subsiguientemente en algunos detalles y se
convirtió en la interpretación tradicional adventista, ha sido
considerada desde entonces la piedra angular de la
individualidad del adventismo, la manera en que entienden la
Biblia, su teología, y su sentido de misión.68
En Jeremías 18:7-10,
el profeta resume la naturaleza y el propósito de la profecía
predictiva como sigue:
En un instante hablaré
contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y
destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad
contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había
pensado hacerles, y en un instante hablaré de la gente y del
reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere lo malo
delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien
que había determinado hacerle.
En consecuencia,
la profecía predictiva es siempre condicional a la respuesta del
pueblo al cual está dirigida. Su función no es demostrar
presciencia divina, ni predetermina necesariamente el curso de
los sucesos, porque si lo hiciera, privaría a la gente del poder
de elección. Su propósito e intención es permitirles hacer
elecciones sabias en el momento presente indicando el resultado
último de una elección correcta o una elección equivocada. Por
esta razón, la profecía bíblica, hasta la profecía apocalíptica,
y su elemento tiempo, es siempre flexible, para hacer provisión
para el libre ejercicio de la elección humana.69
Es un anticipo de
lo que puede ser, no de lo que será necesariamente.
En consecuencia, las setenta semanas de años de Daniel 9:24-27
proporcionaron a los exiliados hebreos en Babilonia una visión
preliminar de lo que el fuuro les deparaba, sujeto a la
cooperación de ellos.70
Tres métodos de estudio
bíblico
La interpretación
tradicional adventista de Daniel 8:14 fue formulada sobre la
base de lo que se conoce comúnmente como el método de textos de
prueba en estudios bíblicos e interpretación, que interpreta los
pasajes bíblicos en términos de lo que un lector moderno cree
que significan. Este método (1) es altamente subjetivo, (2)
entiende la Biblia desde la perspectiva cultural, histórica, y
de historia de la salvación del lector moderno, (3) acepta la
Biblia traducida como autorizada, (4) convierte en normativas
las presuposiciones personales y de grupo para evaluar
información y para (5) arribar a conclusiones. Este método no
requiere adiestramiento o experiencia especiales, y es seguido
por una mayoría de ignorantes lectores de la Biblia. Desde el
principio, la mayoría de los adventistas ha seguido este método,
pero ningún erudito bíblico de reputación lo sigue en la
actualidad.
Cuando Daniel 8:14
es estudiado mediante el método histórico, se vuelven evidentes
unas serias fallas en la interpretación tradicional porque el
método histórico (1) aspira a ser tan objetivo como sea posible,
(2) se esfuerza por entender la Biblia como los varios
escritores se proponían que se entendiera lo que ellos
escribieron y como los lectores originales la habrían entendido
desde su perspectiva cultural, histórica, y de historia de la
salvación; (3) considera como normativas las palabras, las
formas literarias, y las afirmaciones según su significado en el
idioma original; (4) se esfuerza por evaluar la información
objetivamente, y (5) basa sus conclusiones en el peso de la
evidencia. Este método requiere o bien adiestramiento especial
en idiomas bíblicos y la historia y el entorno de la antigüedad
o bien dependencia de material fuente preparado por personas que
tengan tal adiestramiento. Desde más o menos 1940, la mayoría de
los eruditos adventistas han seguido este método.
Desde
aproximadamente 1970, un híbrido de estos dos métodos, conocido
como el método histórico-gramatical 71, ha alcanzado popularidad limitada entre eruditos
Adventistas del Séptimo Día y el pueblo laico, y apoyo principal
entre los administradores de la iglesia. ¿Por qué? Este método
consiste de procedimientos históricos bajo el control de
presuposiciones y principios de textos de prueba, que le
permiten proporcionar un aparente apoyo erudito para
conclusiones tradicionales. Es altamente subjetivo, aspira a
dominar y a su tiempo controlar todo el estudio de la Biblia por
parte de los adventistas, y ha controlado más o menos la
política doctrinal de la Conferencia General durante los pasados
treinta años.
Emulemos la
sinceridad y diligencia de nuestros antepasados espirituales en
su estudio de la Palabra de Dios. No tenemos ninguna razón
válida para criticarles a causa de las fallas que encontramos en
su manera de entender la Biblia.72 Recordemos que ellos hicieron lo mejor que pudieron
al estudiar la Biblia con el método de textos de prueba, el
método generalmente aceptado en aquel tiempo.73 Ellos no tenían
acceso a los manuscritos antiguos más precisos que tenemos hoy
día, ni nuestro conocimiento de los idiomas hebreo y griego
antiguos, ni la historia de los tiempos antiguos. Al tomar nota
de las fallas en su interpretación tradicional de Daniel 8:14,
podemos sentirnos agradecidos por su dedicación, construir sobre
sus esfuerzos, y ser fieles en nuestro tiempo como ellos lo
fueron en el suyo, de la mejor manera que es nuestro privilegio
tener.74
8. "Enseñar debidamente"
Daniel 8:14
El primer
imperativo para comprender las profecías de Daniel en el sentido
que se proponía la Inspiración es un estado de ánimo objetivo,
desprovisto de toda presuposición personal, subjetiva, moderna,
con respecto al significado de estas profecías.
El segundo
imperativo es identificar las circunstancias establecidas por
Daniel 1 al 6 y 9:1-23, que proporcionan el trasfondo histórico
dentro del cual la Inspiración fija sus cinco pasajes proféticos
y desde los cuales se proponía que los entendiesen Daniel y sus
propuestos lectores. En consecuencia, para entender esos pasajes
como la Inspiración se proponía que fuesen entendidos, debemos
tener presente la perspectiva histórica, y desde la misma
perspectiva histórica de la salvación que Daniel y sus
propuestos lectores. Cualquier interpretación que ignore o
controvierta la perspectiva histórica y/o la perspectiva de la
historia de la salvación de su tiempo automáticamente se hace
sospechosa, e impone una interpretación extraña, no inspirada,
de esas profecías.
Los primeros seis
capítulos del libro de Daniel relatan el exilio de Daniel y sus
compatriotas a Babilonia "en el año tercero del reinado de
Joaquín de Judá", que está fechado en los años 606/605 A.C., y
sus experiencias durante los setenta años del exilio predicho
por Jeremías en el capítulo 29:1-14. Según Daniel 9:1, en "el
año primero de Darío" (que está fechado en los años 537/536
A.C., según el método de cálculo inclusivo judío), Daniel había
estado en el exilio exactamente durante setenta años. Pero
todavía no había ninguna evidencia visible de que la liberación
del exilio era inminente. En consecuencia, Daniel elevó la
oración del importuno para la liberación del exilio y para la
restauración registrada en el capítulo 9:4-19.
Mientras Daniel
estaba todavía orando, reapareció el ángel Gabriel 75 y dijo: "Al
principio de tus ruegos fue dada la orden [obviamente en el
cielo], y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy
amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión". En
seguida, Gabriel repite la "orden" textualmente (versículo 24),
como había prometido, y procede a explicarla en los versículos
25-27.
Es de importancia
crucial observar que Gabriel identifica explícitamente la
"orden" que "salió para restaurar y edificar a Jerusalén" al
comienzo de las setenta semanas de años como "la orden" que "fue
dada" - en el cielo - mientras Daniel estaba orando.76 ¡Esa "orden" 77 era obviamente una
que sólo Dios mismo (no un monarca terrenal) podía haber dado!
¡Bajo la autoridad nada menos que del ángel Gabriel, las
"setenta semanas" de años comenzaron, pues, en el año 537 A.C.,
no ocho años más tarde, en el 457 A.C.!
La explicación de
Gabriel de esa "orden" en los versículos 25-27 bosquejó
brevemente el futuro del pueblo del pacto de Dios durante las
setenta semanas de años, y su clímax en la despiadada opresión
del "príncipe que ha de venir" durante la septuagésima de las
setenta "semanas", que Gabriel ya había predicho en 8:9-13 y
explicado en los versículos 19 al 25.78
Como ya se ha
observado, Daniel 9:23-25 inicia las setenta semanas de años en
el momento en que la "orden" es dada en el cielo, en el año 537
A.C. De la misma manera, la identificación contextual del
pronombre "él" [sobreentendido en la versión hispana de la
Biblia -- N.T] en el versículo 27 identifica sucesos de la
historia que marcan su terminación en la última de las setenta
"semanas". Se acepta universalmente que el antecedente inmediato
de un pronombre personal identifica a la persona a la cual
se refiere, a menos que el contexto especifique lo contrario,
sin ambigüedades. En consecuencia, el versículo 26 identifica el
antecedente inmediato del pronombre "él" en el versículo 27, que
"confirma el pacto con muchos" durante la septuagésima de las
setenta "semanas" y "hace cesar el sacrificio y la ofrenda"
durante la última mitad de la "semana" como el malvado "príncipe
que ha de venir" - ¡no como el "Mesías" de los versículos 25-26!
Daniel 11:23
confirma el hecho de que su alias, el último rey del norte, en
efecto hace un pacto con gente en "alianza" con él. También, su
suerte se establece en el versículo 27; "lo que está determinado
es derramado sobre el desolador" equivale a que el cuerno-rey es
"quebrantado, aunque no por mano humana", y al último rey del
norte en el capítulo 11, que "llegará a su fin, y no tendrá
quien le ayude".79
Daniel 9:24-27
proporciona, pues, una explicación exacta, pero mucho más
completa, de la pregunta y la respuesta en Daniel 8:13-14 acerca
de los sucesos entre el tiempo de Daniel y el "tiempo del fin"
"después de muchos días" cuando "la visión de las tardes y
mañanas" habría de encontrar su cumplimiento.80 ¿No es esto
exactamente lo que Gabriel dijo se supone que haría la audición
del 9:24-27? 81
Tal es la
perspectiva histórica de la salvación en Daniel. Para entender
los capítulos 8 y 9 como el cielo se proponía que fuesen
entendidos, tenemos que imaginarnos en las circunstancias
históricas de Daniel y verlas desde esta perspectiva histórica
de la salvación para formarnos una idea exacta de lo que le fue
revelado a él.
Perspectiva de la
historia de la salvación en Daniel
La perspectiva de la salvación en Daniel era una
combinación de las visiones de los capítulos 2 y 7, cada uno
con su explicación, y el capítulo 8 con su triple explicación
de los capítulos 8, 9, y 11-12. Consistía de una serie de
reinos universales82 seguidos de un período de desintegración y
fragmentación,83 que Gabriel le dijo a Daniel sería un "tiempo
angustioso" (9:25)84.
En el "tiempo señalado del fin - después de muchos
días" - y después de sesenta y nueve de las "setenta semanas
de años" 85 - habría un "tiempo de angustia" sin precedentes
para el pueblo de Dios, durante el cual sería "pisoteado", su
poder hecho añicos,86 su tierra y su ciudad devastadas,87 su lealtad y su
fidelidad hacia Dios probadas,88 su pacto con Dios y su sistema establecido de culto
abolido,89 y un sistema idolátrico de culto obligatorio
establecido.90 Como resultado de este intento de borrar el
conocimiento y el culto del verdadero Dios, muchos judíos
apostatarían y entrarían en un "pacto" con su opresor.91
La duración de este tiempo de angustia del pueblo de
Dios se da de varias maneras como (1) "tiempo, y tiempos, y el
medio de un tiempo" = tres años y medio,92 como (2) la
segunda mitad de la septuagésima de las setenta "semanas" =
también a tres años y medio,93 y como (3) el tiempo durante el cual se habrían
ofrecido normalmente 2300 sacrificios de mañana y tarde = 1150
días literales = tres años, dos meses, y 10 días 94 dentro de los tres
años y medio de "angustia".95
Al final de este tiempo de angustia, el Anciano de
días se sentaría para juzgar, y el "fin determinado" sería
"derramado sobre el desolador", que así "llegaría a su fin sin
que nadie le ayudase" y sería "quebrantado" "mas no por sí" 96. Simultáneamente,
el santuario sería "restaurado", el Anciano de días vindicaría
a su pueblo fiel y le entregaría como recompensa el "reino
eterno", Miguel se levantaría para librarles, los muertos
justos resucitarían a la vida eterna, los "sabios", incluyendo
a Daniel, entrarían a recibir su recompensa eterna y
resplandecerían como el resplandor del firmamento por siempre
jamás.97
Las profecías de Daniel sitúan este tiempo de
angustia (1) durante el "tiempo, y tiempos, y el medio de un
tiempo" de Daniel 7:25, (2) en o cerca del "fin" del "reinado"
de la era de los cuatro cuernos griegos de 8:8, 21-23; (3)
durante la segunda mitad de la septuagésima de las setenta
semanas del 9:24-27, y (4) durante el reinado del último rey
del norte del capítulo 11:20-45.
Obviamente, la perspectiva de la historia de la
salvación en Daniel era vastamente diferente de la nuestra -
¡por más de dos mil años! Pero, por la segura palabra de su
ángel mentor, esa era la perspectiva desde la cual él y el
ángel Gabriel contemplaban el futuro en ese momento. Es un
fomato idéntico al establecido en el Antiguo Testamento.35 ¡Ignorarlo o
negarlo es una gran violación del principio de sola
scriptura, y equivale a decir que ni Daniel ni Gabriel
sabían de qué estaban hablando! ¡Es una parte importante de un
estudio profundo de la Biblia leerla desde su perspectiva
histórica y desde la perspectiva de la historia de la
salvación, para entender y apreciar su mensaje para nosotros
en nuestros tiempos!
La perspectiva de la historia de la salvación en
Daniel invalida, pues, explícitamente el concepto historicista
de la profecía predictiva. Además, la perspectiva de Daniel
era idéntica a la del Antiguo Testamento en general.98
Cuatro equivocaciones en la traducción de la
versión KJV que indujeron a error a los pioneros
adventistas.
Cuatro grandes errores de traducción en Daniel 8:14
y 9:25-26 en la versión KJV, de los cuales tanto William
Miller como los pioneros adventistas obviamente no tenían
conocimiento, les extraviaron inadvertidamente.99
En la versión KJV, Daniel 8:14 dice: "Hasta dos mil
y trescientos días; luego el santuario será purificado". Aquí
y en el capítulo 9, la KJV refleja erróneamente el texto
hebreo de Daniel en cuatro puntos específicos. En el texto
hebreo original y en la New Revised Standard Version (NRSV)
dice: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el
santuario será restaurado a su estado legítimo".
La palabra hebrea para "días", yamim, no
aparece en el texto hebreo de 8:14, que dice simplemente erev
boquer, "tarde mañana". "Días" es la interpretación, no la
traducción. Cuando Daniel quería decir "días",
consistentemente escribía "días", yamim.100 Dondequiera que
aparecen las palabras erev y boquer en un
contexto del santuario (como en 8:14), se refieren, sin
excepción, a los servicios de culto de los sacrificios o a
algún otro aspecto del santuario y sus servicios rituales.
Estos sacrificios se ofrecían tamid, "regularmente",
al final de cada tarde antes de la puesta del sol, y temprano
cada mañana, después de la salida del sol. Véase, por ejemplo,
Éxodo 29:38-42 y Números 28:3-6. Algunas veces, erev
precede a boquer en vista de la costumbre hebrea de
iniciar cada día a la puesta del sol, refiriéndose erev
específicamente a la luz menguante del día asociada con la
puesta del sol, y boquer a la creciente luz del día
asociada con la salida del sol, no a las porciones de
oscuridad y de luz de un día de 24 horas.
La interpretación tradicional considera a erev
boquer, "tarde mañana", un término compuesto que
significa un día de 24 horas. Pero, según el versículo 26, haerev
we haboquer, "la tarde y la mañana" son entidades
separadas, como lo requiere el artículo definido repetido.
Tanto la pregunta del versículo 13 como la respuesta del
versículo 14 se enfocan sobre el santuario y el tiempo durante
el cual el continuo sacrificio (tamid) fue prohibido.
En consecuencia, en el versículo 14, erev boquer debe
entenderse, en un contexto de culto del santuario,
específicamente con referencia al continuo sacrificio (tamid).
Nótese también que la pregunta del versículo 13,
para la cual el versículo 14 es la inspirada respuesta, se
refiere a por cuánto tiempo sería "pisoteado" el tamid,
el "continuo sacrificio" ya mencionado en el versículo 11. En
lugar de tamid en el versículo 13, sin embargo, el
versículo 14 tiene la expresión erev boquer, llamando
la atención, por lo tanto, al hecho de que ambos son términos
sinónimos para la misma cosa, los servicios sacrificiales de
tarde y mañana. En realidad, ambos términos ocurren juntos en
los pasajes mencionados más arriba con respecto a los dos
servicios diarios de culto. (En 8:11 y 14, la NRSV añade -
correctamente - "sacrificio" al término "regular", tamid, en reconocimiento
del hecho de que tamid se refiere a los sacrificios
diarios o regulares).
La palabra tamid, "continuo
(continuamente)", "diario (diariamente)" ocurre 104 veces en
el Antiguo Testamento, 51 veces en relación con el ritual del
santuario, 53 veces en otros contextos. Más de la mitad de las
51 ocurrencias relacionadas con el santuario se relacionan con
el sacrificio continuo (32 de las 51 veces); y 19 veces con el
pan de la proposición, la lámpara, la ofrenda de harina, y
otros aspectos del santuario y su ritual.
La palabra hebrea nitsdaq nunca significa
"purificado", como la traduce la KJV. Nitsdaq es la
forma pasiva del verbo tsadaq, "estar en rectitud", y
significa "ser puesto en rectitud", o como la traduce la NRSV,
"ser restaurado a su legítimo estado". Si Daniel hubiese
querido decir "purificado", habría usado la palabra taher,
que sí significa "purificado" y siempre se refiere a la
purificación ritual, en contraste con tsadaq, que
siempre lleva la connotación de rectitud moral.101
Daniel 8:14 tiene que ver con el significado del
servicio de culto sacrificial, no con si se llevaba a cabo
correctamente o no. Afirmaba la continuada lealtad de Israel a
Dios y su compromiso con su relación de pacto con Él, al
comienzo y nuevamente al final de cada día. La KJV basó su
traducción de nitsdaq como "purificado" en la Vulgata
latina, que dice mundabitur, y la Septuaginta griega,
que dice katharisthesetai, las cuales denotan
purificación ritual, reflejando probablemente la purificación
ritual del templo después de que fue profanado por Antíoco IV
Epífanes en el año 167 A.C., como está registrado en 1
Macabeos 4:36-54.102
En la KJV, "el Mesías Príncipe" de Daniel 9:25 y el
"Mesías" del versículo 26, respectivamente, constituyen una
interpretación, no la traducción, del texto hebreo. El texto
hebreo dice "un ungido, un príncipe" o "un príncipe ungido" en
9:25 y "un ungido" en el versículo 26. Al hacerlo, la KJV
comete el doble error de: (1) traducir el hebreo indefinido
como definido, y (2) identificar arbitrariamente al príncipe
ungido como Cristo Jesús. Este doble error automáticamente
indujo a los pioneros adventistas a otro error, de más bulto,
en el versículo 27, que consideramos más abajo.
Por supuesto, la palabra inglesa "messiah"
translitera con exactitud el messias griego, que a su
vez translitera la palabra hebrea mashhiach, y la
palabra inglesa "Christ" traduce correctamente la palabra
griega messias. Pero los traductores de la KJV no
tenían ninguna razón legítima para traducir el indefinido
hebreo como definido e identificar como Cristo Jesús al
príncipe ungido de Daniel 9:25 y 26.
La traducción, en la KJV, de "siete semanas, y
sesenta y dos semanas" de 9:25, que implicaban un total de
sesenta y nueve "semanas" entre "la salida de la orden para
restaurar y edificar Jerusalén" y la venida del Mesías
Príncipe, falsifica bárbaramente la sintaxis hebrea del
versículo 25.
La sintaxis hebrea requiere que el período de siete
semanas sea el tiempo entre "la salida de la orden para
restaurar y edificar Jerusalén" y el "príncipe ungido" al que
se refiere, y que las "sesenta y dos semanas" se refieran a la
duración de los "tiempos angustiosos" durante los cuales la
"plaza" y el "muro" permanezcan levantados antes del malvado
"príncipe que ha de venir" del versículo siguiente. La NRSV
traduce correctamente la sintaxis hebrea del versículo
25: "... habrá siete semanas; y por sesenta y dos semanas
[Jerusalén] será reconstruida ...". El versículo 26 confirma
el hecho de que las siete semanas y las sesenta y dos semanas
son dos períodos de tiempo distintos, no un solo período de
tiempo compuesto. El lenguaje hebreo a través del Antiguo
Testamento confirma esta conclusión.
Los que formularon la interpretación adventista
tradicional de Daniel 8:14 fueron inducidos a equivocación por
estos cuatro errores en la KJV. Si hubiesen trabajado
directamente con el texto hebreo de Daniel, o una traducción
inglesa exacta, nunca habrían inventado la interpretación
adventista tradicional.
Su segundo error fue adoptar la interpretación de
día por año de la profecía bíblica. Ese pseudo-principio,
inherente a la interpretación historicista de la profecía
bíblica, fue inventado en el siglo noveno por el erudito judío
Nahawendi como un dispositivo para hacer que las profecías de
Daniel fuesen relevantes para su tiempo. Posteriormente, los
eruditos católicos lo adoptaron y lo usaron hasta que ciertos
otros eruditos católicos, y más tarde los protestantes,
basaron en él su identificación del papado como el anticristo
de la profecía bíblica. Más tarde, los católicos romanos
abandonaron el principio de día por año, mientras que los
protestantes lo conservaron como prueba de que Roma era
"Babilonia". Baste observar aquí que no existe base bíblica en
lo absoluto para este así llamado principio.103
El contexto inmediato de
Daniel 8:14
La visión de Daniel 8:1-12, la pregunta del
versículo 13, y la explicación de los versículos 15 al 27
constituyen el contexto inmediato del versículo 14. En
realidad, el mismo capítulo 8 identifica todos los cuatro
elementos esenciales del versículo 14: (1) su santuario, (2)
por qué debía ser purificado o "restaurado a su legítimo
estado", (3) por cuánto tiempo debía ser purificado o
restaurado, y (4) cuándo ocurriría esa purificación o
restauración.
Según los versículos 9-12, el misterioso cuerno
pequeño invade la "tierra gloriosa" y derriba el santuario
situado allí - obviamente el santuario, o templo, de
Jerusalén. El mismo versículo 14 especifica que el período de
tiempo durante el cual al santuario permanecería derribado y
su continuo sacrificio suspendido es el tiempo durante el cual
2300 "sacrificios diarios" se habrían ofrecido normalmente.
Con dos de estos sacrificios cada día, resultarían 1150 días
literales de veinticuatro horas, o tres años, dos meses, y 10
días. ¿Cuándo ocurriría esto? Los versículos 21 al 25
especifican que todo esto, incluyendo la purificación o
restauración del santuario a su legítimo estado, tendría lugar
poco después del fin de la era griega (helenística) de los
cuatro cuernos de la profecía.
El versículo 13, la pregunta de la cual el versículo
14 es la respuesta, identifica las "tardes y mañanas" como un
término equivalente a su "continuo sacrificio".104 La naturaleza de
la purificación o la restauración del santuario se explica en
el contexto próximo del resto del libro de Daniel, que también
identifica otros sucesos que acompañan o siguen a su
purificación o restauración.
Los versículos 11 y 12 del capítulo 8 atribuyen el
pisoteamiento del santuario mencionado en los versículos 11-13
al enigmático cuerno pequeño del versículo 8, que los
versículos 21-23 identifican como "un rey altivo de rostro" al
"fin" de la era de los cuatro cuernos (griegos) de la visión.
En consecuencia, el contexto identifica explícitamente la
restauración del santuario a su legítimo estado en el
versículo 14 como quitar el daño causado por el cuerno
pequeño. El estado derribado y pisoteado del santuario
incluía, en particular, quitar el "continuo sacrificio" y
poner en su lugar la "prevaricación asoladora"105.
La respuesta del versículo 14 reemplaza la expresión
"tardes y mañanas" con la pregunta del versículo 13 sobre "el
continuo sacrificio", identificándoles, por lo tanto, como
términos equivalentes para la misma cosa. Con dos sacrificios
cada día, el tiempo durante el cual se habrían ofrecido
normalmente 2300 sacrificios de mañana y tarde sería un
período de 1150 días literales, o casi tres y medio años
literales. El versículo 26 identifica el tiempo en la historia
cuando esto sucedería como "el tiempo señalado para el fin ...
después de muchos días", "al fin" del "reinado" de los cuatro
reinos griegos (helenísticos) del macho cabrío.106
El contexto inmediato del versículo 14 - el mismo
capítulo 8 - identifica, pues, todos los elementos esenciales
del versículo, pero deja sin explicar la restauración del
santuario "a su legítimo estado", porque Daniel cayó enfermo.107 Como se verá, los
sucesos asociados a esa restauración se revelan en alguna otra
parte de Daniel. La interpretación adventista tradicional de
Daniel 8:14 la elimina por completo del contexto inmediato en
el cual Gabriel y Daniel la colocan, en evidente violación del
principio de sola scriptura. El contexto próximo -
Daniel 7, 9, y 10-12 - aclara la cuestión todavíaa más.
Daniel 9 como contexto
próximo y continuo del 8:14
La interpretación tradicional adventista de Daniel
8:14 reconoce una relación entre los capítulos 8 y 9, pero en
tres puntos vitales interpreta mal su contribución contextual
a una comprensión exacta de 8:14. Esta relación válida es
evidente a partir del hecho (1) de que Gabriel no había podido
completar su cometido de explicar la visión del capítulo 8,108 (2) que cuando
reaparece en el 9:21-25, emplaza a Daniel para que "entienda"
esa visión, y (3) que su mensaje en el 9:24-27 proporciona la
misma información que se necesita para complementar su
frustrada explicación del 8:19-27.
La interpretación tradicional supone que las 70
"semanas" de años del 9:24 constituyen los primeros 490 de sus
2300 erev boquer interpretados como otros tantos años
literales durante los cuales se dice que el santuario queda
asolado. Pero, de acuerdo con el 9:24-26, el santuario está
restaurado y en pleno funcionamiento durante las primeras 69
de las 70 "semanas"! ¿Cómo puede el mismo santuario estar
restaurado y en pleno funcionamiento109 durante el mismo
tiempo del 8:13-14 en que está "asolado"? ¡Esta insoluble
paradoja, inherente en e indispensable para la interpretación
tradicional, la constituye en un oxímoron [una imposible
combinación de lo contradictorio y lo incongruente]!
La segunda anomalía contextual implícita en y
esencial para la interpretación tradicional es su
identificación de davar, "palabra" (KJV
"mandamiento"), que salió para restaurar y edificar a
Jerusalén,110 como el decreto de Artajerjes Longímano, en el año
457 A.C. Pero ese decreto111 no dice nada acerca de reconstruir ni a Jerusalén
ni el templo, que ya habían sido reconstruídos y habían estado
en funcionamiento durante 59 años!112
Inmediatamente antes de la reaparición y el mensaje
de Gabriel registrados en el 9:20-27, Daniel había estado
rogando a Dios en oración que restaurara su ahora asolado
santuario en Jerusalén.113 En este punto de la oración de Daniel, Gabriel le
interrumpe para anunciar que una davar, "palabra"114 (u "orden", KJV)
ya había sido dada, obviamente en el cielo, en respuesta a su
oración, y que él (Gabriel) había venido ahora a "enseñársela"
a Daniel. En seguida repite la "orden"115 y la explica.116 ¡Contextualmente,
la "palabra" que "salió [motsa] para restaurar y reedificar a
Jerusalén"117 es la misma "orden" que "salió" (yatsa) en
respuesta a la oración de Daniel,118 y se cita literalmente en el versículo 24! ¡Gabriel
asegura a Daniel que Dios mismo, no ningún monarca terrenal,
había ya contestado su ferviente oración! Obviamente, esa
"orden"119 es una que sólo Dios mismo podía haber emitido, no
ningún monarca terrenal!
Con considerable apoyo aún entre eruditos bíblicos
supuestamente reputados, la interpretación tradicional
adventista identifica el "él" del 9:27 [sobreentendido en la
versión hispana], que "confirma el pacto con muchos" judíos
renegados durante la septuagésima de las setenta semanas,120 y a la mitad de
la semana "hace cesar el sacrificio y la ofrenda", con el
"Mesías Príncipe" de los versículos 25 y 26, o sea Cristo.
Pero el antecedente inmediato del pronombre "él" en el
versículo 27 es el malvado "príncipe que ha de venir" del
versículo 26, ¡no el príncipe ungido del versículo 25! Sólo
confiando en la defectuosa identificación que hace la KJV del
príncipe ungido del versículo 25 como Cristo, e identificando
a esta persona como el "él" del versículo 27, puede la
interpretación tradicional calcular hacia atrás para
identificar el decreto de Artajerjes Longímano en el año 457
A.C. como lo que marca el comienzo de las setenta "semanas" de
años (y por ende también de los 2300 años). Además, el hebreo
ein lo del versículo 26 ("mas no por sí") en realidad
significa que el príncipe cuya vida es quitada no tendría
sucesor. Por esta razón, ¡hacerlo reaparecer a él o a un
sucesor como el "él" del versículo 27 hace que el versículo 27
contradiga el versículo 26! ¡Otro oxímoron!
Sin embargo, identificar el "él" del versículo 27
con el perverso "príncipe que ha de venir" del versículo 26
pone al versículo 27 en paralelo exacto con la carrera del
cuerno pequeño del capítulo 8, que también "hace cesar el
sacrificio y la ofrenda" y en su lugar establece "la
prevaricación asoladora".121 Recuérdese, como se señaló más arriba, que el ángel
Gabriel presentó específicamente el contenido de 9:25-27 como
la continuación de la explicación de la profecía del capítulo
8. Para completar el paralelo, ahora122 le dice a Daniel
que "lo que está determinado se derrame sobre el desolador",
como anteriormente le había dicho (en el capítulo 8) que "el
rey altivo de rostro" "sería quebrantado, aunque no por manos
humanas".123
Esta comprensión contextual del 9:27 ubica, de
manera automática y concluyente, las "2300 tardes y mañanas"
del 8:14, entendidas como el número de sacrificios que se
ofrecerían normalmente, a razón de dos cada día, durante el
curso de 1150 días, dentro de los 1260 días, o tres años y
medio de la segunda mitad de la septuagésima "semana" de años
del capítulo 9 - el "tiempo del fin", "al fin" de la era de
"los cuatro cuernos"124, cuando el cuerno pequeño de los versículos 9-13,
23-27 aparece en el escenario profético de lo que era, en
tiempos de Daniel, "el distante futuro"125.
9. Fallas en la doctrina
del santuario
No puede haber duda en cuanto a la sinceridad,
diligencia, e integridad de los que formularon la
interpretación adventista tradicional de Daniel 8:14. Es
igualmente obvio que seguían los defectuosos principios del
método de textos de prueba: (1) En cuatro ocasiones
importantes, adoptaron errores de traducción en los cuales la
KJV desfigura el texto hebreo. (2) Ignoraron por completo el
contexto literario en el cual ocurre Daniel 8:14. (3) Así
también, ignoraron el contexto histórico especificado por los
primeros seis capítulos y el capítulo 9:1-19 del libro, dentro
de los cuales se dan sus varios periscopios proféticos y a los
cuales se aplicaban específicamente. (4) No tomaron en cuenta
la perspectiva histórica de la salvación especificada en el
libro (y todo el Antiguo Testamento),126 dentro del cual
ocurre Daniel 8:14, y al cual Daniel lo aplica
específicamente. Como se establece en la sección precedente de
este trabajo, tanto el principio de sola scriptura
como el método histórico requieren que estos factores se tomen
en cuenta.
En la actualidad, cualquier persona que cometa
errores garrafales exegéticos como éstos es descartada
automáticamente como un estudiante de Biblia indigno de
confianza. Si los pioneros de nuestro mensaje hubiesen seguido
los principios del método histórico, jamás habrían llegado a
las conclusiones a las que llegaron, y jamás habrían
experimentado el amargo desengaño del 22 de octubre de 1844.
¡Emulemos su sinceridad, su seriedad, y su devoción a la
Palabra de Dios, y seamos fieles a lo mejor que sabemos en la
actualidad, como ellos lo fueron en su tiempo!
En comparación con los requisitos exegéticos
establecidos en las dos secciones precedentes (7 y 8, más
arriba), la interpretación tradicional de Daniel 8:14 pasa por
alto ...
... el contexto histórico proporcionado por los
capítulos 1 al 6 y 9:4-19, dentro del cual lo colocó la
Inspiración - el punto en la historia en que los setenta años
de exilio predicho por Jeremías terminaron y la era de la
restauración estaba a punto de comenzar.
... la perspectiva histórica de la salvación de los
tiempos de Daniel, y de la Biblia entera. 35,131 ... el texto
hebreo de Daniel 8:14 y de 9:25-26 en cuatro puntos
principales, identificados en la sección 8.103
... el contexto inmediato de 8:14 en el mismo
capítulo 8, que explícitamente identifica (1) el santuario
mencionado en el versículo 14 como el identificado en los
versículos 9-11 como "la tierra gloriosa", Judea; (2) su
asolación del santuario, como la causada por el cuerno pequeño
en los versículos 11 al 13, y (3) cuándo esa asolación tendría
lugar, al final de la era griega (helenística), en los
versículos 21-23. En consecuencia, la referencia, por
analogía, al santuario celestial en el libro de Hebreos es
irrelevante.
... el hecho de que 9:24-26 tiene el santuario
restaurado y en pleno funcionamiento durante el mismo tiempo
que 8:13-14 lo menciona como asolado e inoperativo. Esta
contradicción, inherente a, y esencial para, la interpretación
tradicional de Daniel 8:14, lo cual requiere que las setenta
semanas de años sean consideradas como el primer segmento de
los 2300 "días", la convierte en un oxímoron exegético.
La idea de día por año aplicada a la profecía
bíblica aparece por primera vez en el intento del erudito
judío karaíta del siglo noveno de relacionar el cumplimiento
de las profecías de Daniel con los sucesos de su tiempo. En
los tiempos modernos, el confiar en el "principio" de día por
año para la interpretación de las profecías bíblicas se
originó en (1) la errónea traducción en la KJV de la expresión
hebrea erev boquer ("tardes y mañanas") en Daniel 8:14
como "días", cuando es un hecho que erev boquer es el
equivalente contextual de la pregunta del versículo 13 sobre
el "continuo sacrificio", para la cual el versículo 14 es la
respuesta inspirada, y en (2) el intento de correlacionar
estos supuestos "días" con las "setenta semanas" de Daniel
9:24. La expresión "setenta semanas" es simplemente el uso del
sistema de jubileo de expresar 490 años como 49 jubileos,
consistiendo cada diez "jubileos" de 49 años literales. No hay
absolutamente ninguna base bíblica para citar a Daniel 9 como
evidencia de la idea de día por año.
Debe observarse que los "días" de Números 14:34,
durante los cuales los representantes de las doce tribus
habían espiado en la tierra de Canaán, no profetizaban los
años a los que Dios sentenció a los israelitas a vagar por el
desierto. Esos años eran, más bien, judiciales, que
sentenciaban a los incrédulos nómadas por su falta de fe en la
promesa de Dios de darles la tierra de Canaán. Los 390 "días"
de Ezequiel 4:6, durante los cuales Dios dio instrucciones al
profeta para que yaciera primero sobre un lado y luego sobre
el otro, representaban otros tantos años pasados en apostasía.
Esos "días" no profetizaban en manera alguna los años que
pasarían en apostasía.
Bajo el título "El ministerio de Cristo en el
santuario celestial", el artículo 23 de las Creencias
Fundamentales dice como sigue, con una distinción entre lo que
refleja con exactitud la Escritura y es bíblicamente relevante
en negrita y la fallida interpretación, en la doctrina
del santuario, de pasajes bíblicos, en tipo de letra
ordinaria:
Hay un
santuario en el cielo, el verdadero tabernáculo que
levantó Dios, y no el hombre. En él, Cristo ministra a
favor nuestro, poniendo a disposición de los creyentes los
beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una vez
para siempre en la cruz. Fue introducido como nuestro gran
Sumo Sacerdote y comenzó su ministerio de intercesión en
el momento de su ascensión. En 1844, al final del
período profético de los 2300 días, entró a la segunda y
última fase de su ministerio de expiación. Es una obra de
juicio investigador, que es parte de la disposición final de
todos los pecados, tipificado por la purificación del
antiguo santuario el Día de Expiación. En ese servicio
típico, el santuario era purificado con la sangre de los
animales sacrificados, pero las cosas celestiales son
purificadas con el perfecto sacrificio de la sangre de
Jesús. El juicio investigador revela a las inteligencias
celestiales quiénes de entre los muertos duermen en Cristo
y, por lo tanto, en Él, son considerados dignos de
participar en la primera resurrección. También manifiesta
quiénes de entre los vivos moran en Cristo, guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y en Él, por lo
tanto, están listos para ser trasladados a su reino eterno.
Este juicio vindica a Dios al salvar a los que creen en
Jesús. Declara que los que han permanecido leales a Dios
recibirán el reino. La terminación de su ministerio marcará
el fin del tiempo de prueba para la humanidad antes del
segundo advenimiento.
La primera parte de la anterior declaración refleja
con precisión la descripción del ministerio de Cristo en favor
nuestro desde su regreso al cielo hace casi dos mil años. La
última parte no tiene base en absoluto en las Escrituras. Para
estar en armonía con el principio de sola scriptura,
debería ser borrada del resumen de las Creencias Fundamentales
de los adventistas y reemplazada por una ampliación del
ministerio de Cristo como está establecido en el libro de
Hebreos.
El efímero cordón umbilical es esencial para la vida antes del
nacimiento, pero completamente irrelevante de allí en
adelante. ¿Es posible que la tradicional doctrina del
santuario fuera una especie de cordón umbilical espiritual que
Dios permitió como un medio de revivir la expectación
adventista, pero que debería ser descartada una vez que
hubiese servido su propósito? "El Hijo del Hombre viene a la
hora que no se espera", "la noche está avanzada, y se acerca
el día", "vistámonos, pues, la armadura de luz". "¿Cómo no
debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios?"127 Es posible que
Dios haya pasado por alto este defecto en la manera en que
ellos entendieron Daniel 8:14, y haya honrado su sinceridad en
vista de que su traumática experiencia del 22 de octubre de
1844 tuvo el efecto de revivir el estado de expectación
adventista que Jesús hace mucho tiempo recomendó a sus
seguidores: "Velad, por tanto, pues no sabéis a qué hora ha de
venir vuestro Señor".128
La causa básica del amargo desengaño fue no
reconocer el hecho de que, cuando se dio, la visión del futuro
que Daniel recibió se aplicaba específicamente a los cautivos
judíos en Babilonia que anticipaban el regreso a su tierra, y
a los planes de Dios para ellos, planes que culminarían en el
establecimiento de su reino eterno de justicia en el pasado
distante. Esto se vuelve obvio cuando se toman en cuenta las
circunstancias históricas de los tiempos de Daniel y su
perspectiva de la historia de la salvación - todo lo cual está
explícito en el libro mismo. La presuposición de que Daniel
8:14, cuando se dio, anticipaba sucesos de nuestro tiempo fue
la causa básica del error de 1844 y el chasco resultante. El
chasco continuado será inevitable hasta que este error sea
reconocido y corregido, y se abandone el principio
historicista en el cual se basa.
10. La doctrina del
santuario y el principio de sola scriptura
La doctrina tradicional adventista sobre el
santuario se basa en el principio o método historicista para
la interpretación profética. En consecuencia, los que siguen
ese método automáticamente encuentran intachable esa doctrina.
Por otro lado, los que siguen el principio o método histórico
la encuentran erizada de errores. Como resultado de esto, las
diferencias de opinión con respecto a la doctrina del
santuario pueden resolverse sólo sometiendo a prueba
objetivamente, mediante el principio de sola scriptura,
las presuposiciones y la metodología en las cuales se basa.
Los dos métodos son mutuamente excluyentes e irreconciliables
como el día y la noche, y una decisión entre ellos es decisiva
para el estudio de las profecías bíblicas.
El historicismo se
basa en el pre-concepto no probado de que la perspectiva de la
historia de la salvación del lector moderno es inherente a la
profecía bíblica y, por lo tanto, está en completa armonía con
el principio de sola scriptura. De acuerdo con el
principio historicista, el lector moderno de la Biblia debe
entender las afirmaciones en la Biblia, con respecto al tiempo
del fin de la historia humana y los eventos relacionados, como
cumplimiento ininterrumpido y continuo de las profecías bíblicas
durante los dos mil años que han transcurrido desde los tiempos
bíblicos. La doctrina del santuario y los que abogan por ella
siempre han dado por sentado este principio, y jamás han
sometido a prueba su presunta validez objetivamente, esto es,
por medio de la Biblia misma. Esto es lo que ocurrió en Glacier
View en agosto de 1980. Esto es igualmente cierto del
subsiguiente Comité Sobre Daniel y el Apocalipsis, nombrado por
la Conferencia General, y su informe oficial de siete tomos, que
presupone la validez inherente del historicismo, pero
jamás intenta probarlo o defenderlo mediante el principio
de sola scriptura.
Por otra parte, el
principio histórico comienza con la atención objetiva a las
afirmaciones proféticas de la Biblia en términos de su
significado establecido por las circunstancias históricas y la
perspectiva histórica de la salvación dentro de las cuales
fueron dadas y a las cuales se proponía que fueran aplicadas.
Este principio no se adopta como un pre-concepto subjetivo, sino
sobre la base objetiva de la evidencia sola scriptura,
como se ilustra en las secciones 7 y 8 más arriba con respecto a
la perspectiva histórica y de la historia de la salvación del
propio Daniel. Ambas son inherentes al libro de Daniel, y obvias
cuando se leen objetivamente.
La sección 8, más
arriba, examina las secciones históricas del libro de Daniel y
la perspectiva de la historia de la salvación del propio Daniel
con el propósito de establecer las circunstancias históricas y
la perspectiva de la historia de la salvación como fundamento
para entender el significado de sus secciones proféticas. La
perspectiva de la historia de la salvación de Daniel es idéntica
a la del Antiguo Testamento en general, como lo demuestra mi
artículo "El papel de Israel en las profecías del Antiguo
Testamento"129 en el tomo 4 del Comentario
Bíblico Adventista. El capítulo 4 del manuscrito sin
publicar de mi libro La Escatología de Daniel, "La
Historia de la Salvación en el Antiguo Testamento", proporciona
abundante evidencia para la conclusión de que ella anticipa el
clímax de la historia humana al fin de los tiempos del Antiguo
Testamento, o poco tiempo después.
Jesús y los
escritores del Nuevo Testamento reiteran unánimemente esta
perspectiva de la historia de la salvación del Antiguo
Testamento y anticipan el prometido regreso de Jesús como el
clímax de los tiempos del Nuevo Testamento. En 36 páginas, el
capítulo 12 de La Escatología de Daniel, llamado "La perspectiva
de la historia de la salvación en el Antiguo Testamento", cubre
este aspecto del tema con considerable detalle.
En resumen, al
comienzo de su ministerio público, Jesús anunció como tema de su
misión: "Mi tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha
acercado. Arrepentíos y creed en el evangelio". ¿Qué se había
cumplido? Sólo las profecías de tiempo de Daniel, en el Antiguo
Testamento, identifican el "tiempo" al que Jesús se refiere
aquí. Así, bajo la autoridad nada menos que de Jesús mismo, el
cumplimiento del "tiempo" especificado por Daniel estaba cerca
cuando Jesús apareció en cumplimiento de la anticipación, en el
Antiguo Testamento, de su venida. Durante su sermón en la
sinagoga de Nazaret, Jesús declaró, concerniente a la profecía
mesiánica de Isaías 61:1-3: "Hoy se ha cumplido esta escritura
delante de vosotros".
En la respuesta de Jesús a la pregunta de los discípulos
concerniente a la destrucción del templo, a la cual Jesús
acababa de referirse, la "señal" de su prometido regreso y "el
fin del mundo" era: "Cuando veáis en el lugar santo la
abominación desoladora de que habló el profeta Daniel ...
conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no
pasará esta generación sin que todo esto acontezca [incluyendo
específicamente la venida de Jesús en las nubes del cielo para
reunir a sus escogidos]".130
Que Jesús tenía el
propósito específico de que sus observaciones concernientes a la
profecía de Daniel se cumplieran en la generación de los propios
discípulos es evidente por (1) el uso que hace del pronombre
"vosotros", y que la generación es la de sus discípulos es
evidente porque repite "vuestros" doce veces durante su
discurso, y (2) el hecho de que ellos repiten expresiones como
"el fin del siglo", "la venida del Señor está a las puertas",
"es la última hora", "estos últimos días", "el tiempo está
cerca", Él "viene pronto", "el tiempo se ha acercado", "el fin
de todos los tiempos ha llegado", "estos últimos días", y
"todavía un poquito", casi cuarenta veces cuando se refieren al
esperado regreso de Jesús.131 Juan el Revelador dice específicamente que todo en el
libro de Apocalipsis "debe ocurrir pronto", y Jesús le asegura
cuatro veces: "Vengo pronto", y la última vez, "he aquí vengo en
breve".132
No hay la más leve
indicación ni el más leve asomo en ninguna parte, ni del Antiguo
ni del Nuevo Testamento, de que el regreso de Jesús sería
pospuesto más o menos indefinidamente más allá de los tiempos
bíblicos. Toda la evidencia bíblica es en sentido contrario. La
Biblia misma no sabe nada en absoluto sobre la interpretación
historicista de sus profecías, un concepto que se les ha
impuesto gratuitamente. ¡Si Gabriel y Daniel estuvieran aquí en
la actualidad, inevitablemente habrían pronunciado el veredicto
de sola scriptura contra el historicismo y a favor de
una comprensión histórica de las profecías bíblicas, incluyendo
la del libro de Daniel, e insistirían en la perspectiva
histórica y la perspectiva de la historia de la salvación!
El principio
historicista con el cual los Adventistas consistentemente han
entendido e interpretado las profecías bíblicas ha impuesto,
desde el principio, nuestra no inspirada y moderna perspectiva
de la historia de la salvación, y ha constituído, por lo tanto,
una involuntaria violación del principio de sola scriptura.
En contraste, el principio histórico hace honor a la perspectiva
de la historia de la salvación de la propia Biblia, dentro de la
cual fueron dados sus mensajes proféticos a los cuales era la
intención aplicarlos. Por lo tanto, el principio histórico hace
honor consistentemente al principio de sola scriptura. No olvidemos que el principio
historicista de interpretación de las profecías bíblicas ha sido
siempre, y continúa siendo, responsable de la pérdida de muchos,
por lo demás, dedicados dirigentes, y la deserción de
incontables cientos de, por lo demás, fieles adventistas del
séptimo día. Además, ha distraído considerable tiempo y
atención, y sustanciales recursos de la iglesia, en detrimento
de su misión en el mundo.
Ciertamente ya es
hora de que dirigentes de iglesia responsables despierten a la
realidad de la situación y hagan algo acerca de ella. El
oscurantista informe de 1600 páginas y 5 tomos sobre Daniel, del
Comité sobre Daniel y Apocalipsis, acepta y aplica
consistentemente el principio historicista a las profecías
bíblicas - oficialmente para la iglesia. ¿Queremos que el siglo
veintiuno presencie el cumplimiento de la promesa del regreso de
Jesús, o preferimos repetir en el futuro nuestro patético pasado
historicista complaciente e indefinidamente, y perder, por lo
tanto, el respeto y la confianza de los adventistas y los no
adventistas bíblicamente eruditos?
11. El oscurantismo y la
doctrina del santuario
Webster define el
oscurantismo como "la depreciación de o la oposición positiva al
conocimiento o la diseminación del conocimiento, especialmente
una política ... de oscurecer algo o retener el conocimiento
deliberadamente del público en general". Aquí, la palabra
"oscurantismo" se usa en el sentido específico de tomar
decisiones y/o hacer afirmaciones presuntamente autorizadas con
respecto a la doctrina del santuario sobre la base de opiniones
no probadas y preconcebidas y/o sin sopesar primero toda la
evidencia disponible basándose en principios sólidos y
reconocidos de exégesis, basando las conclusiones exclusivamente
en el peso de toda la evidencia.
El oscurantismo ha
caracterizado la respuesta oficial de la iglesia a cada una de
las preguntas que se han suscitado con respecto a la tradicional
interpretación de Daniel 8:14, la doctrina del santuario, y el
juicio investigador. Por lo menos en la mayoría de los casos,
este oscurantismo ha sido involuntario y no intencional, pero su
efecto ha sido el mismo que si hubiese sido intencional. Ya es
hora de que la iglesia acabe con los tradicionales clichés con
los cuales hasta ahora ha respondido a las preguntas
relacionadas con la doctrina del santuario. Es hora de
enfrentarse a toda la evidencia y ocuparse de ella ecuánime y
objetivamente.
Una ventana de esperanza
y oportunidad a mediados del siglo
Los doce años del
pastor R. R. Figuhr como presidente de la Conferencia General a
mediados del siglo (1954-1966) proporcionaron a la iglesia una
era de sabio liderazgo y franqueza en la cual los
administradores y eruditos bíblicos preparados trabajaron juntos
armoniosa y efectivamente para resolver las cuestiones bíblicas
y doctrinales. Durante los quince años anteriores, la iglesia había
desarrollado una comunidad de eruditos bíblicos preparados y
responsables, cuya competencia profesional el pastor Figuhr
respetaba y en la cual confiaba, y los cuales, a su vez, le
respetaban, y confiaban en su sabia dirección. Entre ellos se
desarrolló una relación de trabajo franca, feliz, y fructífera,
que era buena para la iglesia.
Otro aspecto
importante de aquella era de buena voluntad y cooperación a
mediados de siglo fue el espíritu de consenso y armonía entre
los eruditos bíblicos de la iglesia, en la cual había
desaparecido el algunas veces encarnizado faccionalismo
doctrinal133 de las primeras décadas del siglo. Dos factores eran
responsables de esto, siendo el primero la Bible Research
Fellowship, una organización pionera profesional de eruditos
bíblicos, y el segundo, el Comentario Bíblico Adventista.
En su reunión de
Takoma Park en 1940, los instructores bíblicos del North
American College autorizaron la formación de una organización
profesional en la cual pudieran trabajar juntos en cuestiones de
exégesis y doctrina, compartir los resultados de sus estudios
los unos con los otros, y beneficiarse de sus mutuas críticas
constructivas.134 Esta organización se convirtió en realidad tres años
más tarde - 1943 - en la Bible Research Fellowship (BRF),134 de la cual el Dr.
L. L. Caviness era presidente y yo secretario durante su breve
existencia de aproximadamente diez años. Enseñamos juntos en el
departamento de religión del Pacific Union College.
A su debido
tiempo, la membresía de BRF aumentó a 250 y, con una excepción,
incluía a todos los instructores de Biblia a nivel de escuela
superior alrededor del mundo. Muchos otros, incluyendo a
diecisiete personas de la Conferencia General, eran miembros que
pagaban cuotas. Durante esos diez años, más de 90 trabajos
formales fueron considerados y compartidos con los miembros.135 En la reunión de
los maestros de Biblia en el Pacific Union College en 1950, ¡se
encontró que las respuestas a un cuestionario estaban en
completo acuerdo con respecto a cada uno de los puntos
principales exegéticos y doctrinales que habían causado división
durante los anteriores cincuenta años!136 En esa reunión de
1950, BRF presentó un informe de sus operaciones, se tomó un
voto formal de aprecio de BRF, y todos cantaron juntos la
doxología.
En 1951, a nombre
de BRF, yo propuse a la Conferencia General que estableciera un
comité permanente para reemplazar a BRF.137 El Concilio de
Otoño (ahora Anual) de 1952 aceptó mi proposición y estableció
el Biblical Research Committee (BRC) [Comité de Investigación
Bíblica] de la Conferencia General. En seguida, el Dr. Caviness,
presente como delegado, entregó formalmente las operaciones de
BRF a BRC. Siendo transferido simultáneamente del Pacific Union
College a la Review and Herald Publishing Association para
redactar el Comentario Bíblico, fui nombrado socio fundador de
BRC. Después de varios años, para un nivel aún mayor de
continuidad y efectivo servicio para la iglesia, propuse que el
comité se convirtiera en un instituto.138 Esto fue votado en
1975, después de lo cual BRC se convirtió en el Instituto de
Investigación Bíblica (BRI) [por sus siglas en inglés], que
todavía existe en la actualidad (2002).
El segundo factor
unificador fue la producción del Comentario Bíblico Adventista,
de siete tomos (1952-1957),139 en el cual participó un comité de aproximadamente
cincuenta escritores y redactores.139 Antes de ser publicado, cada tomo era leído y
criticado por diez dirigentes de la iglesia alrededor del mundo,
por cuyas críticas se les pagó.140 Algunas secciones críticas fueron leídas y criticadas
por 125 de estos lectores. Todas las críticas eran evaluadas
cuidadosamente, y aceptadas cuando se consideraban apropiadas.
Pero, a finales de
la década de 1960, esa breve época, a mediados del siglo, de
franqueza, buena voluntad, progreso, y cooperación entre los
administradores y eruditos bíblicos comenzó a erosionarse
imperceptiblemente hasta convertirse en la cacería de brujas
cerrada de mente, polarizada, oscurantista, y teológica que ha
continuado hasta la actualidad (2002). Para entender este sutil
cambio en el clima adventista durante los pasados treinta años,
observemos primero a los tres arquitectos del oscurantismo que
son principalmente responsables de este cambio. Todos los tres
eran fundamentalistas del sur. Notaremos también varios
evidencias específicas de oscurantismo.
Arquitectos del
oscurantismo
El papel de esta
parte de la Sección 11 sobre oscurantismo en la iglesia durante
los pasados 33 años es el de explicar cómo el clima actual de
oscurantismo invadió y se apoderó subrepticiamente de la
iglesia. Sólo una persona que sirvió a la iglesia durante la
pasada época de franqueza y respeto mutuo entre los
administradores y los eruditos bíblicos a nivel de la
Conferencia General está en condiciones de apreciar el profundo
cambio que revolucionó a la teología adventista, la hermenéutica
bíblica, y el enfoque de la doctrina durante la década de
oscurantismo (1969-1980).
Los tres
principales arquitectos del oscurantismo presentados brevemente
más abajo eran todos obviamente individuos sinceros y dedicados
que creían a conciencia que su objetivo último, o "fin",
justificaba cualesquiera medios que pudieran emplear para
alcanzar ese objetivo. Por ejemplo, jamás estuvieron dispuestos
a entrar en un diálogo abierto y responsable con los que no
compartían su perspectiva, pero dos de los tres siempre y
consistentemente ponían una daga en la espalda de aquéllos de
los cuales sospechaban que no compartían sus puntos de vista. En
una conversación personal conmigo, el presidente de la
Conferencia General reconoció esto.
Por el contrario,
tuve el privilegio de conversar personalmente con cada uno de
los "arquitectos del oscurantismo" nombrados más abajo. Por
medio de estas conversaciones, llegué a entender de primera mano
sus objetivos y métodos. Dándome cuenta, a su debido tiempo, de
que los dos últimos de los tres simplemente estaban
implementando la política y los objetivos del pastor Pierson, en
varias ocasiones pasé muchas horas conversando con él, siendo
las últimas dos o tres horas a bordo de un vuelo fletado de
Pan-American en que regresábamos de la sesión de la Conferencia
General en Viena en 1975.
Estas
conversaciones fueron siempre positivas, en un tono de "amigo
del tribunal", durante las cuales hablé de principios, sin
mencionar nunca el nombre de nadie. En una de estas
conversaciones, el pastor Pierson me dijo misteriosamente que
uno de los otros dos "arquitectos" estaba difundiendo (entre el
personal de la Conferencia General) comentarios erróneos y
acusatorios con respecto a leales eruditos adventistas que él
consideraba renegados teológicos. En nuestra correspondencia
después de que el pastor Pierson se jubiló en 1979, ambos
expresamos aprecio por nuestra mutua amistad. En su última carta
poco antes de morir, escribió: "Durante los años que servimos
juntos en Washington, siempre le consideré como amigo. Aunque
pueden haber habido áreas en las cuales hemos tenido opiniones
divergentes, personalmente le profesé un cálido afecto". En mi
última carta a él, yo le expresé el mismo sentimiento.
Robert H. Pierson
era una persona afable, un adventista dedicado, un caballero en
todo sentido, pero también una persona de claros objetivos y
firme decisión para alcanzarlos. Un objetivo principal de su
administración como presidente de la Conferencia General era
reemplazar la asociación administradores/eruditos bíblicos que
se había desarrollado durante la administración del pastor
Figuhr con un estricto control administrativo de los procesos
teológicos y doctrinales de la iglesia.
Durante sus trece
años como presidente de la Conferencia General (1966-1979), el
pastor Pierson revirtió por completo la política de su
predecesor, R. R. Figuhr, con respecto a estudios bíblicos,
doctrina, y la cooperación con su comunidad de eruditos
bíblicos. Su meta sincera pero decidida era restablecer la
situación que prevalecía cuando él se graduó del Southern
Junior College en 1933 y abandonó los Estados Unidos tres años
más tarde para ofrecer un distinguido servicio en ultramar, en
la India, el Caribe, y Sudáfrica, donde sirvió con distinción
hasta que fue elegido presidente de la Conferencia General
treinta años más tarde. Para todos los propósitos prácticos, en
1936 los administradores de la iglesia controlaban la teología y
la doctrina de la iglesia. En ese tiempo no había eruditos
bíblicos adventistas preparados. Cualquiera que asistiera a una
universidad "de fuera" para prepararse en áreas tales como
idiomas bíblicos, arqueología, historia antigua, y cronología
era automáticamente considerada persona non grata por
las juntas directivas de todas las escuelas superiores
adventistas.141
En consecuencia,
Pierson desconfiaba de la comunidad entera de eruditos bíblicos
adventistas y se dispuso a excluirlos de una significativa
participación en las deliberaciones bíblicas y doctrinales de la
iglesia. En conversaciones privadas y en comités de la CG, dijo
repetidamene que su política era la de que sólo los
administradores - y no en consulta con eruditos bíblicos -
debían decidir las cuestiones exegéticas para la iglesia. Su
primer paso hacia la implementación de esta política tuvo lugar
en la Reunión de Primavera de la CG en 1969, que eliminó a los
eruditos bíblicos de la iglesia, en masa, del Comité de
Investigación Bíblica 142 - una política que nunca fue implementada, sin
embargo, debido a las vigorosas protestas de la facultad del
Seminario Teológico. Impávido, sin embargo, consiguió su
objetivo un año más tarde añadiendo numerosos administradores y
otros no eruditos al BRC, y nombrando a un vice presidente de la
CG para que supervisara el Comité de Investigación Bíblica
(ahora Instituto) y la oficina de la CG para estudios bíblicos
(BRI).143
También en la
primavera de 1969, Pierson invitó a un maestro a su alma
mater, Southern Adventist College (ahora University), a
que presidiera el Instituto de Investigación Bíblica - Gordon M.
Hyde - cuya preparación era en comunicaciones y que compartía la
perspectiva teológica fundamentalista de la región meridional de
Pierson. Hyde protestó que no estaba preparado en teología, pero
Pierson le explicó que debía desempeñarse como administrador y
no como erudito bíblico.144 Con este entendimiento, Hyde aceptó la invitación, y
cuando, durante sus primeros años en la CG, se esperaba que
contestara una pregunta teológica, la eludía con la explicación
de que él no era teólogo.
A veces, Hyde
podía ser tortuoso y maniobrar bajo cuerda para alcanzar sus
objetivos. Por ejemplo, durante la reunión de una semana del
Comité Carismático, nombrado por la CG, reunión que tuvo lugar
en Camp Cumby-Gay en Georgia, Hyde anunció que todos los
oradores debían limitar su participación a treinta minutos. Pero
a Hasel le dio dos horas enteras para su presentación. En otra
ocasión, invitó a Hasel a una audiencia de un delicado subcomité
al cual el Comité de Investigación Bíblica no lo había nombrado
explícitamente, y le proporcionó copias de los trabajos que
debían ser presentados a ese subcomité y que debían ser
compartidos solamente con los miembros designados por el comité.
Los miembros del subcomité objetaron esa metedura de pata por
parte de Hyde, y como resultado, el subcomité no se reunió
nunca.145
Cuando, hacia el
fin de mis cuarenta y siete años de servicio para la iglesia,
Hyde repetidamente rehusó solicitudes para una reconciliación
cara a cara, le escribí una carta de nueve páginas "procurando
la reconciliación", en la cual carta le mencioné los problemas
que habían surgido entre él y yo, y le hice una apelación final
para una oportunidad de restablecer la relación de amistad de
que habíamos disfrutado cuando él llegó a la CG por primera vez.
Pero nunca contestó, y fue intransigente a que nos reuniéramos
alguna vez.
El principal
proyecto de Hyde diseñado para promocionar a Hasel como
principal teólogo de la iglesia fue una serie de tres
Conferencias Bíblicas Norteamericanas, la primera de las cuales
se reunió en el Southern Adventist College, la segunda en la
Universidad de Andrews, y la tercera en el Pacific Union
College. Le asignó a Hasel el mismo tema, hermenéutica bíblica,
y le presentó en todas y cada de las discusiones de paneles. Los
miembros de mayor edad de la facultad del Seminario Teológico
fueron pasados por alto completamente o les fueron asignados
papeles relativamente de menor importancia.146
El intento de Hyde
de hacer que Hasel fuese nombrado decano del Seminario Teológico
en la primavera de 1974 (antes de las conferencias) fue
frustrado por los miembros de mayor edad de la facultad porque
Hasel interfirió con procedimientos establecidos en el
Seminario, por su colusión con Hyde y la CG para controlar la
política del Seminario, y por lo que los miembros de mayor edad
de la facultad describieron como su "intolerable dogmatismo".147 Sin embargo, Hasel
se convirtió en decano en 1980, pero fue degradado siete años
más tarde por plagio y por su intento de separar el Seminario de
la Universidad de Andrews.
Sin preparación él
mismo en estudios bíblicos y teología, Hyde eligió como su
mentor y consejero personal en cuestiones bíblicas y teológicas
a Gerhart F. Hasel, un antiguo colega en el Southern Adventist
College que había sido transferido al Seminario en 1967 y cuya
perspectiva ultra-conservadora compartía. El objetivo de Hyde
era elevar a Hasel a la posición de principal teólogo adventista
y decano del Seminario Teológico en la Universidad de Andrews,
donde estaría en condiciones de adoctrinar a la nueva generación
de eruditos bíblicos adventistas y pastores con su oscurantista
perspectiva hermenéutica.
Durante su período
como decano, Hasel hizo sentir a varios maestros más
experimentados que él que no eran bienvenidos en el Seminario y,
de hecho, se deshizo de ellos - los Dres. Sakai Kubo, Ivan
Blazen, Fritz Guy, y Larry Geraty. Todos los cuatro fueron
inmediatamente invitados a servir en otras instituciones
adventistas de educación superior, tres de ellos como
presidentes de escuelas superiores o universidades. En seguida,
Hasel nombró, para reemplazarles, a estudiantes del Seminario
que él había preparado, y que aceptaban su hermenéutica bíblica.
Después, él y Hyde obligaron a otros dos miembros de la facultad
de religión - los Dres. Lorenzo Grant y Edwin Zachrison - a
abandonar el Southern Adventist College aproximadamente al mismo
tiempo que Jerry Gladson, y el presidente de la escuela superior
renunció como protesta. Hasel jamás se acercaba a sus víctimas
directamente, en cumplimiento de Mateo 18:15, sino que les
clavaba en la espalda cuchillos verbales acusándoles con los
administradores (que aceptaban su palabra sin verificarla).
Durante la década
de 1969 a 1979, este triunvirato - Pierson, Hyde, y Hasel -
conspiró efectivamente para obtener el control de los estudios
bíblicos, la teología, y la doctrina adventista en armonía con
su perspectiva fundamentalista y oscurantista.148 El papel de Hasel
era controlar los estudios bíblicos y la teología adventistas.
El papel de Hyde era concebir procedimientos con los cuales
poder implementar la perspectiva hermenéutica y teológica de
Hasel, y el de Pierson era proteger a Hasel y a Hyde, sin
importar lo que éstos intentasen hacer. En mi trabajo de
cuarenta páginas, Arquitectos de la Crisis: Una Década de
Oscurantismo (1969-979), he presentado un registro
documentado de treintiún incidentes específicos en esta
conspiración calculados para implementar la política de Pierson.
Esto explica el
origen del clima de oscurantismo en la iglesia durante los
pasados treinta años y la ninguna disposición de la iglesia a
tratar objetivamente las numerosas anomalías exegéticas en la
interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14 con su
santuario y su juicio investigador.
Secuela de la década de
oscurantismo
Para finales de la
década de oscurantismo (1969-1979), la meta de los tres
arquitectos estaba firmemente en su lugar. El pastor Pierson,
enfermo, se jubiló un año antes de la fecha en que le tocaba.
Reemplazado como director de BRI, Hyde fue transferido al
Southern Adventist College para ser decano de la Escuela de
Religión. Hasel se convirtió en decano del Seminario Teológico,
donde estuvo por siete años (1980-1987), después de lo cual la
Conferencia General le degradó, principalmente a causa de su
intento de separar el Seminario de la Universidad de Andrews.149 Ese incidente
inesperado precipitó la fundación de la Sociedad Teológica
Adventista (ATS) el año siguiente (1988), lo cual estaba
calculado específicamente para perpetuar los objetivos de la
década de oscurantismo en vista de que Hasel había perdido
influencia como decano del Seminario.150
En vista de que
Gordon Hyde era entonces decano de la facultad de religión en el
Southern College (SC; ahora Universidad) y Gerhard Hasel decano
del Seminario Teológico en la Universidad de Andrews, entre 1980
y 1987, de que ambos habían sido maestros en SC antes de 1969, y
de que Robert Pierson era graduado (1933) de Southern cuando
ésta era escuela preparatoria, no fue ningún accidente que la
Sociedad Teológica Adventista (ATS) fuera fundada en SC en 1988
por representantes de ambas instituciones y que SC se
convirtiera en su primera sede hasta que más tarde se mudó a la
Universidad de Andrews. Así, ATS tiene una sólida base en el
fundamentalismo de la región meridional adventista, lo cual
determina su orientación hermenéutica y teológica.150
Los
acontecimientos al nivel de la Conferencia General (CG) desde la
década de oscurantismo (1969-1979) están también relacionados
con estos hechos. Entre estos acontecimientos han estado los
siguientes: (1) el oscurantismo en control en Glacier View,151 (2) el oscurantismo
en relación con Walter Rea,152 (3) el oscurantismo en las Consultas 1 y 2,153 (4) el oscurantismo
en el Comité de Daniel y Apocalipsis y su informe de cinco
tomos,154 (5) el oscurantismo en el informe sobre los Métodos
de Estudio Bíblico,155 (6) el oscurantismo en el Instituto de Investigación
Bíblica de la CG, y por ende en el control de la política
doctrinal de la CG,156 (7) el oscurantismo en la manera en que han sido
tratados varios miembros disidentes de la facultad en el
Seminario y el SAC,157 (8) el oscurantismo que motiva a los actuales comités
IBMTE y NAD de la CG que formulan una política de bajo nivel de
tolerancia con respecto a discrepar de la política doctrinal
oficial. ¡Este triunvirato ha demostrado ser eminentemente
efectivo!
La naturaleza y la razón
de ser del oscurantismo doctrinal
El oscurantismo es
no estar dispuesto a examinar objetivamente hechos pretendidos o
demostrados, y estimular o presionar a otros para que acepten
presuposiciones subjetivas. La clásica ilustración de
oscurantismo es el viaje del presidente de la Sociedad de la
Tierra Plana, Simón Voliva, alrededor del mundo en 1929, cuando
a su regreso explicó a los miembros de la sociedad que su viaje
había demostrado de manera concluyente que la tierra era plana -
¡pues había viajado en un círculo sobre su superficie plana!
El oscurantismo es
el resultado de un estado subjetivo de la mente, en el cual las
propias presuposiciones no probadas ocupan un lugar precedente
por sobre el peso de la evidencia objetiva en contrario. Ocurre
generalmente cuando una persona presume evaluar las cosas más
allá de los límites de su preparación y competencia personales.
Casi sin excepción, esa era la situación en el caso de una
decidida mayoría de dirigentes Adventistas del Séptimo Día con
respecto a cuestiones doctrinales por casi un siglo después de
1844. Eso explica la incapacidad de muchos, si no de la mayoría,
de los participantes en la histórica Conferencia Bíblica de 1919
para resolver los puntos doctrinales en disputa en la agenda.
Casi sin excepción, sin embargo, los administradores adventistas
no adiestrados en principios confiables de exégesis bíblica
funcionaron como la autoridad final en cuestiones de doctrina.
Durante la época
de mediados de siglo (aproximadamente desde 1940 hasta 1969)
cuando, por primera vez, los eruditos bíblicos adventistas
comenzaron a poner en práctica métodos objetivos de estudio
bíblico y los administradores de la iglesia, apreciando el valor
de su experiencia, comenzaron a aceptarlos como genuinos
compañeros al tratar con cuestiones doctrinales, el oscurantismo
bíblico y doctrinal desapareció gradualmente después de 1969,
sin embargo, pues el oscurantismo de parte de los nuevos
administradores de la iglesia dio a la nueva década (1969-1979)
el desafortunado sobrenombre de "década del oscurantismo".
Por ejemplo,
durante las sesiones del Comité de Investigación Bíblica (ahora
Instituto), Gerhard Hasel afirmó repetidamente que era un error
tratar siquiera de ser objetivo. Por ejemplo, en la sesión
plenaria del Comité Para la Revisión del santuario, en Glacier
View, demostró esto declarando enfáticamente en la sesión
plenaria del lunes por la tarde, el 10 de agosto de 1980: "La
única intención de Dios en Daniel 8:14 ¡era apuntar hacia 1844!"
Esta afimación fue recibida con un fuerte coro de amenes.
El oscurantismo
fue también evidente de parte de los dirigentes encargados del
Grupo de Estudio en Glacier View el lunes por la mañana. Doce de
las dieciséis disertaciones del grupo aquella mañana favorecían
el punto de vista de Ford, pero cuando el jefe del grupo - un
vice presidente de la Conferencia General - resumió la opinión
del grupo para su informe a la sesión plenaria aquella tarde,
presentó una minoría de cuatro disertaciones como el punto de
vista de la mayoría - un caso obvio de oscurantismo. Después de
una de las disertaciones que favorecían a Ford, el otro vice
presidente presente respondió: "¡Jamás podremos aceptar eso!" En
la sesión plenaria de esa tarde, once de las quince
disertaciones de eruditos bíblicos igualmente favorecieron la
posición de Ford sobre el mismo tema, pero nuevamente la
administración consideró el consenso como negativo. De principio
a fin, el oscurantismo estuvo en control en Glacier View.
El oscurantismo
caracteriza los tediosos informes impresos del Comité Sobre
Daniel y Apocalipsis, nombrado por la Conferencia General, y que
funcionó durante la década de 1980. (Véase más abajo). Éste es
también el principio guiador de la Sociedad Teológica
Adventista, heredera legítima del legado hermenéutico de Gerhard
Hasel.
El oscurantismo
continúa vivito y coleando a nivel de la Conferencia General. El
15 de noviembre de 2000, envié otro trabajo importante sobre
Daniel 8:14 a unos ochenta eruditos bíblicos y administradores,
incluyendo el presidente de la Conferencia General. Su respuesta
fue sumamente cortés, pero refirió el trabajo al Instituto de
Investigación Bíblica (BRI) con el comentario de que la
respuesta de ellos sería la de él también. En enero de 2001, el
presidente me envió una copia de la evasiva respuesta de BRI,
informándome que ya habían considerado y fallado todas las
anomalías bíblicas de la doctrina tradicional del santuario a
las cuales mi trabajo había llamado la atención, lo cual yo
sabía que no era así. Evidentemente, el oscurantismo todavía
gobierna en el BRI y en la Conferencia General.
¿En qué consiste
el oscurantismo oficial con respecto a la doctrina del
santuario? Durante el siglo veinte, incluyendo a Glacier View
(1980) y el subsiguiente informe en serie del Comité de Daniel y
Apocalipsis, la Conferencia General siempre contestó a las
fallas encontradas en la doctrina, y a las cuales ha sido
llamada su atención, con razones siempre más prolijas y evasivas
a su favor. ¡Pero jamás ha prestado atención a las fallas
mismas!
Ya para 1934, W.
W. Prescott llamó la atención a este problema en una carta
dirgida a W. A. Spicer, presidente de la Conferencia General:
"He esperado todos estos años a que alguien dé una respuesta
adecuada a Ballenger, Fletcher, y otros sobre sus posiciones con
relación al santuario, pero nunca he oído ni visto nada".160 Habiendo sido
miembro de los comités de la Conferencia General que se
reunieron con Ballenger, Fletcher, y Conradi, Prescott se dio
cuenta de que las respuestas oficiales de la Conferencia
General, tanto orales como impresas, ofrecían razones supuestas
para creer en la doctrina del santuario, ¡pero dejaban
completamente sin contestar las fallas a las que los tres habían
llamado la atención! Lo mismo ocurrió con respecto al Dr. Ford
en Glacier View y el informe subsiguiente del Comité de Daniel y
Apocalipsis. El oscurantismo todavía caracteriza las respuestas
de la CG y al BRI a preguntas válidas relacionadas con fallas
exegéticas en la doctrina del santuario.
12. El Comité Sobre
Daniel y Apocalipsis
Dándose cuenta a
su debido tiempo de que Glacier View no había zanjado el punto
en debate sobre el santuario, la Conferencia General nombró el
Comité Sobre Daniel y Apocalipsis (DRC) y le asignó la tarea de
compilar lo que era la intención de que fuera la prueba
definitiva de la interpretación tradicional de Daniel 8:14, el
santuario, y el juicio investigador. El comité funcionó durante
la década de l980 bajo los auspicios del Instituto de
Investigación Bíblica (BRI) y publicó su informe en siete
volúmenes con el título de Serie del Comité de Daniel y
Apocalipsis (DRCS).
Los cinco tomos de
la DRCS dedicados a Daniel defienden lo que ahora se considera
la respuesta oficial de la iglesia a todas las preguntas
relativas a la doctrina del santuario. Sin embargo, sin
proponérselo, la DRCS presenta la erudición adventista bajo el
control del oscurantismo. ¡No intenta aclarar ninguna de las
anomalías contextuales a las cuales llama la atención la Sección
8, más arriba: "Explicando Correctamente a Daniel 8:14"!
Uno habría
esperado que un comité tan importante como la DRSC estuviera
compuesto, por lo menos principalmente, de una muestra
representativa de eruditos bíblicos preparados, experimentados,
conocidos, y dignos de confianza de la iglesia. ¡No fue así!
¡Fueron excluídos intencionalmente! La composición, o membresía,
del comité lleva el sello inconfundible de Gerhard Hasel como el
único que podía haber seleccionado a sus miembros. ¿Por qué? En
ese tiempo, él era decano del Seminario Teológico, estaba en la
cúspide de su carrera, y aproximadamente la mitad de los
dieciocho miembros de las DRCS habían sido estudiantes del
seminario durante los más o menos quince años que Hasel había
sido miembro de la facultad del Seminario. Por lo demás, estos
miembros eran desconocidos para la Conferencia General o para
los eruditos bíblicos titulares de las escuelas superiores de
Norteamérica. ¡Y todos ellos compartían la perspectiva
hermenéutica de Hasel, lo mismo que todos los otros miembros del
comité, menos tres!
Como se refleja en
el informe de la DRCS, ¡las conclusiones a las cuales llegó el
comité con respecto a la doctrina del santuario fueron, pues,
determinadas antes de que el comité se reuniera siquiera!
Como se deja
establecido en el prefacio del tomo 1 de la serie, su
interpretación se basa en el principio historicista de
interpretación profética, con respecto al cual reconoce que "los
Adventistas del Séptimo Día están casi solos como exponentes"
hoy día. El historicismo interpreta las profecías predictivas de
la Biblia en el sentido de que proporcionan un continuo
ininterrumpido de cumplimiento desde los tiempos bíblicos hasta
la actualidad. Al hacerlo así, el historicismo rechaza la
perspectiva de la historia de la salvación de la propia Biblia,
que le es inherente y explícitamente anticipa el clímax de la
historia de la tierra, la promesa de Cristo de que regresaría, y
el establecimiento del dominio eterno y justo de Dios sobre toda
la tierra al final de los tiempos bíblicos.161 La reafirmación del historicismo por parte de la DRCS
es el nudo de la cuestión al cual se dirige este trabajo. Es la
demostración última, "erudita", del perenne oscurantismo que ha
caracterizado la perenne reafirmación del adventismo de la
doctrina del santuario por más de un siglo.
No es el propósito
de este trabajo revisar en detalle los cinco tomos de la DRCS
sobre Daniel, sino más bien evaluar la credibilidad de su
interpretación historicista en términos de fidelidad al
principio de sola Scriptura y a principios de exégesis
generalmente reconocidos, particularmente la importancia crucial
del contexto. La mayoría de sus 1600 páginas están dedicadas a
análisis eruditos del texto de Daniel que sólo un erudito
bíblico preparado podría evaluar. Otros probablemente
dependerían de sus presuposiciones con respecto a la doctrina
del santuario al aceptar o rechazar las conclusiones que saquen
los respectivos autores de la evidencia que ellos presenten.
1519 de las 1600
páginas consisten de artículos escritos por 18 autores. Un autor
contribuyó con 418 páginas (28%), otro con 176 páginas (12%), y
un tercero 111 (9%), para un total de 705 páginas. Los otros 15
autores contribuyeron con un promedio de 54 páginas cada uno,
cinco de ellos con 12 páginas o menos.
La manera
desorganizada en la que DRCS maneja la doctrina del santuario
refleja la manera desorganizada en la que su "comité" de origen
(DRC) debe haber funcionado. Se espera que un comité integre las
contribuciones de sus miembros en un consenso que represente al
comité como tal. Una traducción bíblica llevada a cabo por un
grupo de traductores que trabajan juntos se considera más exacta
y más digna de fiar que la de un solo individuo, por muy
preparado que éste sea. El consenso del grupo tiende a eliminar
idiosincrasias individuales, por muy "eruditas" que ellas puedan
ser. DRCS no ofrece este consenso o síntesis.
Los dieciocho
autores de las DRCS deben ser felicitados por su conocimiento de
la literatura antigua y reciente que tiene que ver con las
profecías de Daniel, por su experto conocimiento del hebreo
antiguo y los lenguajes afines, y por sus obviamente diligentes
trabajos al resumir todo esto para los lectores modernos. Por
otra parte, sus trabajos tenían fallas a causa de su uso
principal obviamente subjetivo de esta información en defensa de
una interpretación de las profecías de Daniel que, en realidad,
contradice lo que Daniel quería transmitir con lo que escribió,
como lo establece el contexto.158
Casi sin
excepción, los autores de las DRCS suponen tácitamente la
validez del principio historicista como su presuposición
fundamental y luego, razonando en círculos, ¡ofrecen lo que
escriben como prueba de esa presuposición! En cuatro puntos
principales, suponen la exactitud de la traducción de la KJV
donde ésta desfigura el texto hebreo. Ignoran el contexto
histórico dentro del cual Daniel ubica sus visiones y al cual
las aplica, así como su explícita y compuesta perspectiva de la
historia de la salvación. Por lo menos en siete ocasiones
principales, ignoran o contradicen las explícitas afirmaciones
de Daniel en el contexto. Y en el año 2002 de nuestro Señor, el
Instituto de Investigación Bíblica, con la plena aprobación de
la Conferencia General, ¡afirma las DRCS como prueba final y
concluyente de la comprensión tradicional de Daniel 8:14, el
santuario, y el juicio investigador! ¡Reductio ad absurdum
[refutación de una proposición mostrando el absurdo al cual
conduce cuando se lleva a su conclusión lógica] y ejercicio
último del oscurantismo, presumir de estar en el más alto nivel
de erudición que los adventistas tienen que ofrecer!158
En otra anomalía
digna de ser notada, los varios capítulos que tratan de las
supuestas analogías entre el santuario de Daniel 8:14 y los
santuarios de los libros de Levítico y Hebreos se basan en la
suposición de que su santuario es el celestial, mientras, como
se observa en la sección 8 más arriba, el contexto lo identifica
explícitamente como el santuario, o templo, en Jerusalén. Estas
dos analogías son válidas sólo si el contexto en Daniel las
permite. ¡Y no las permite, punto! ¡Por eso, los varios
capítulos dedicados al santuario en Levítico y Hebreos no son
pertinentes a la exégesis de Daniel 8:14!
El extenso y
retorcido análisis literario quiástico de pasajes significativos
de Daniel a través del tomo uno de las DRCS y en alguna otra
parte, algunas veces contradiciendo explícitamente el contexto,
puede ser impresionante para el no iniciado, pero cansón más
allá de toda medida y además contraproducente. ¡Las DRCS habrían
sido vastamente mejores sin sus 419 páginas de comentarios!
Muchas de las 176 páginas del Dr. Gerhard Hasel consisten de
detallados análisis de interpretaciones no adventistas de Daniel
que no son de valor ni son relevantes para ningún adventista del
séptimo día que estudie el libro de Daniel. En consecuencia,
aproximadamente el 40% de las 1519 páginas de comentarios de las
DRCS en realidad tiene poco o ningún valor con respecto a
explicar la manera en que los adventistas entienden sus
periscopios proféticos. En muchos respectos, las DRCS son un
mudo testigo de la manera descoordinada e irrelevante en que la
DRC evidentemente funcionaba, y sin embargo, el BRI nos informa
que DRC ha dilucidado, de una vez por todas, cada una de las
preguntas sobre la interpretación tradicional de Daniel 8:14, el
santuario, y el juicio investigador!
Actualmente en
progreso está otro proyecto de la Conferencia General que parece
destinado a solidificar el objetivo de Pierson-Hyde-Hasel de
transformar la Iglesia Adventista del Séptimo Día, de una
comunidad dedicada y abierta a la guía continuada del Espíritu
Santo, para convertirse en un siempre más exacto y más completo
"conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo",162 en la iglesia
cerrada, oscurantista, fundamentalista que ellos contemplaron -
la Junta Internacional Para Adiestramiento y Apoyo Ministerial,
con sus sub-juntas en las varias divisiones. Este proyecto ya
está demostrando que causa división y tiene la posibilidad de
repetir el destino que alcanzó al cisma de la Iglesia Luterana -
el Sínodo de Missouri en diciembre de 1976.163
13. Un remedio
permanente para el oscurantismo doctrinal
La iglesia
necesita urgentemente un consenso de buena fe de todos sus
eruditos bíblicos competentes para comprobar, con tanta
exactitud como sea posible, todas las cuestiones de exégesis
bíblica en armonía con el principio de sola scriptura,
antes de formular declaraciones doctrinales en sociedad con los
administradores de la iglesia. Este consenso sólo puede
alcanzarse mediante una organización que proporcione a sus
miembros la oportunidad de consultar los unos con los otros
aparte de toda influencia o preocupación que no sea la fidelidad
al principio de sola scriptura y la lealtad a la
iglesia.
(1) Esta
organización serviría como una agencia de la Conferencia
General, y estaría financiada por ella y dedicada a cooperar con
ella, con el propósito específico de proporcionar a los
administradores de la CG un consenso de buena fe de su comunidad
de eruditos bíblicos sobre todas las cuestiones bíblicas y
doctrinales. (2) Participaría con la CG en la definición de su
relación de trabajo. (3) Elegiría su nombre (por ejemplo):
"Consejo Sobre Exégesis Bíblica de Eruditos Bíblicos"). (4)
Definiría los requisitos de su membresía, (4) elegiría sus
oficiales y especificaría el término de sus mandatos, y (5)
elegiría un comité ejecutivo y el personal permanente. (5)
Definiría sus procedimientos operativos, (6) tendría su propia
agenda, (7) recibiría y contestaría solicitudes de la CG, (8)
elegiría temas propios para considerarlos, (9) definiría sus
principios de exégesis.
(10) Informaría
solamente a la CG, y no publicaría sus descubrimientos más allá
de los círculos eruditos. (11) Sus informes a la administración
reflejarían tanto el consenso de la mayoría como el grado de
disensión de la minoría, si lo hubiese. (12) Llevaría a cabo la
mayoría de sus negocios por correo electrónico, pero (13)
convocaría a una reunión anual, a la cual invitaría a todos los
miembros, cuyas organizaciones sufragarían los gastos de viaje y
alojamiento. (14) Normalmente se reuniría a puertas cerradas,
pero podría, a su discreción, invitar a observadores no
eruditos. (15) Su etapa formativa podría estar limitada a
eruditos bíblicos norteamericanos, pero a su debido tiempo
incluiría a todos los eruditos bíblicos adventistas competentes
del mundo entero.
Una organización
como ésta sería de inestimable valor para la iglesia. Ayudaría a
la iglesia a ser testigo fiel del principio de sola
scriptura en todos los aspectos de su testimonio del
evangelio eterno, y a evitar el oscurantismo y la controversia
doctrinal intermitente del siglo pasado.
14. La autenticidad del
Adventismo
Esta revisión y
este análisis de la interpretación tradicional adventista de
Daniel 8:14, del santuario, y del juicio investigador tienen el
propósito de ser constructivos y correctivos, no críticos, ni
acusatorios, ni punitivos. Yo espero sinceramente que sean
recibidos con el mismo espíritu, y que se tomen acciones
apropiadas para evitarles a la iglesia y a sus miembros una
repetición de los episodios traumáticos del pasado, de los
cuales han sido responsables esta doctrina pseudo-bíblica, el
historicismo, y el oscurantismo.
Por dos razones,
el adventismo del séptimo día continúa siendo un testigo
auténtico y creíble del evangelio eterno a pesar de sus
imperfecciones demasiado humanas, como su interpretación
tradicional de Daniel 8:14, la doctrina del santuario, y el
juicio investigador: (1) Su singular énfasis al aplicar el
evangelio de Jesucristo a cada aspecto de la persona humana,
mental y físico así como espiritual y social - su preocupación
práctica y amorosa por el bienestar y la felicidad de todos los
seres humanos, y (2) su enfático testimonio del regreso
prometido e inminente de Jesús para transformar este pequeño
mundo sufriente en la morada permanente de justicia y de paz que
Él se propuso originalmente que disfrutáramos.
En vista de que,
históricamente y en la actualidad, los adventistas del séptimo
día confiaron en la autenticidad de la experiencia de 1844 y la
credibilidad básica de la interpretación tradicional de Daniel
8:14, y en vista de la evidencia indicada más arriba de que esa
interpretación no es sostenible cuando se la somete a prueba por
medio del principio de sola scriptura (que la iglesia
afirma pero compromete en su interpretación de Daniel 8:14),
surge inevitablemente la pregunta: "¿Qué base existe para
arribar a la conclusión de que el adventismo es un testigo
auténtico del evangelio eterno de Jesucristo?" ¡Ésta es
ciertamente, una pregunta inevitable y apropiada!
La respuesta
pragmática a esa pregunta es hasta dónde la iglesia se ajusta a,
y refleja, las enseñanzas de Cristo Jesús y cumple con la
comisión del evangelio. Si lo hace o no lo hace de modo singular
no es asunto nuestro. Hasta el preocuparse por esa pregunta
viola las instrucciones específicas de Jesús registradas en
Marcos 9:38-41. Alguien echaba fuera demonios, y los discípulos
"trataron de detenerle, porque no nos sigue. Pero Jesús dijo:
'No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi
nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es
contra nosotros, por nosotros es'". En otra ocasión, Pedro,
señalando a Juan, le preguntó a Jesús: "¿Y qué de éste?" En su
respuesta, Jesús le dijo a Pedro: "¿Qué a tí? Sígueme tú". Como
Adventistas del Séptimo Día, no nos toca a nosotros poner en
tela de duda la credibilidad o integridad de otros como
auténticos testigos de Jesucristo. Enfoquemos nuestra atención
sobre la credibilidad de nuestro testimonio del evangelio eterno
- y desterremos de nuestras mentes cualesquiera ideas de "soy
más santo que tú". En Hechos 10:35, Pedro dice: "En toda nación
[y comunidad religiosa] se agrada del que le teme y hace
justicia".
El resumen que
Jesús hace del evangelio aparece registrado en Marcos 12:29-31:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el
principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a tí mismo". Esta es nuestra verdadera prueba,
corporativamente como iglesia, y como miembros individuales de
la iglesia. En otras palabras, los principios del evangelio se
aplican a todos y cada uno de los aspectos de nuestro ser
individual y corporativo - nuestro amor a Dios, y la dedicación
de todo nuestro ser individual y corporativo a Él - y en nuestra
relación los unos con los otros y con cada uno de los otros
seres humanos. "Por cuanto lo hicísteis a uno de estos mis
pequeñitos, a mí lo hicísteis".159 El amor ágape de Dios es preocupación y amor
desinteresados por el bienestar y la felicidad de otros. Ése
debe ser el ideal y la práctica de la iglesia con respecto a
cada ser humano en todas partes en teoría, pero, de modo aún más
importante, en la práctica. "¡Por cuanto ...!"
Somos admitidos en
la eternidad sobre la base de la clase de personas que somos,
individualmente, no por lo que sinceramente creamos de Daniel
8:14 o de cualquier otro pasaje de la Escritura. Puede que una
persona crea a conciencia en la interpretación tradicional de
Daniel 8:14, y si todo lo demás en su vida está en armonía con
el evangelio, él/ella no tendrá problemas en las perlinas
puertas de la eternidad. Y si una persona cree sinceramente que
ese no es el significado del pasaje, pero todo lo demás en su
vida está en armonía con el evangelio, él/ella no tendrá
problemas en las perlinas puertas de la eternidad. Pero, si
abusamos los unos de los otros en nuestra discusión del tema,
ambos llegaremos a las puertas de perlas, sólo para encontrar
que tienen barrotes y el cerrojo está echado.
Que nuestra
actitud corporativa como iglesia sea moderada por este hecho,
pero al mismo tiempo que la iglesia, corporativamente, esté en
plena armonía con el principio de sola scriptura en su
delineación y su testimonio de Daniel 8:14. En términos del
principio de sola scriptura, el testimonio del evangelio
por parte de la iglesia en relación con el santuario es
crasamente defectuoso y aleja la confianza y el respeto de la
gente bíblicamente instruida, adventistas y no adventistas por
igual. Debemos estar dispuestos a reconocer y quitar ese
obstáculo a la aceptación de nuestro mensaje al mundo de que
Jesús volverá pronto.
En los años que
siguieron inmediatamente a octubre 22 de 1844, la doctrina
tradicional del santuario fue un importante activo para
estabilizar la fe de los desengañados adventistas. En la
actualidad, es un pasivo igualmente importante y un obstáculo
para la fe, la confianza, y la salvación de los bíblicamente
instruidos, adventistas y no adventistas por igual. Fue verdad
presente después del gran chasco de octubre 22 de 1844. No es
verdad presente en el año de nuestro Señor 2002. ¡Quod erat
demonstrandum! ¡Lo cual debía ser probado!
Raymond Cottrell,
335 Midori Lane, Calimesa, CA 92320-1615
Febrero 9, 2002
r.rc@gte.net
NOTAS:
La mayoría de mis
trabajos citados en las siguientes notas están archivados en el
Heritage Room de la Biblioteca Del E. Webb en el campus de la
Universidad de Loma Linda. La Asociación de Foros Adventistas
está actualmente planeando crear una página web, y ha solicitado
una lista de todos mis trabajos más importantes.
01. Le Roy Edwin
Froom, Prophetic Faith of Our Fathers, vol. 4, p. 403.
02. Cf. Mateo 27:51.
03. 1 Pedro 3:7-12.
04. Hebreos 8:12
05. Levítico 16.
06. Mateo 25:1-13.
07. Cf. ellen G.
White, Early Writings, p. 58.
08. White, The
Great Controversy, p. 409.
09. Ibid., pp.
409-422.
10. White, Evangelism,
p. 221.
11. Carta 10, 1895.
12. Fundamentals
of Christian Education, pp. 112.
126. Selected
Messages, Libro 1, p. 21; Libro 2, p. 85; Counsels to
Writers and Editors, p. 145; Testimonies to the Church,
vol. 5, pp. 663, 691; vol. 6, p. 402; Great Controversy,
p. vii; Colporteur Ministry, p. 125.
13. Selected
Messages, Libro 1, pp. 37, 164; Libro 3, p. 33.
14. Índice Completo
de los Escritos de E. G. White, pp. 21-176. Un estimado de los
registros.
15. White, Carta a E.
J. Waggoner y A. T. Jones (Carta 37, 2-18-1887). J. H. Waggoner,
The Law of God, an Examination of the Testimony of Both
Testaments, Rochester, N. Y., The Advent Review Office,
1854, pp. 70, 108. En 1856, James y Ellen White y otros se
reunieron durante dos días en Battle Creek, Michigan, y
decidieron que Waggoner estaba errado al identificar la ley en
Gálatas como los Diez Mandamientos. James White retiró el libro
de circulación.
16. White, Sketches
from
the Life of Paul, pp. 188-192.
17. Selected
Messages, Libro 1, p. 234.
18. Selected
Messages, Book 1, p. 233.
19. Acts of the
Apostles, pp. 383-388.
20. D.M. Canright, Seventh-day
Adventism
Renounced, pp. 118-126. Para una discusión más amplia,
véase mi libro Escathology of Daniel, capítulo 20,
"Daniel in the Critics' Den" [Daniel en el Foso de los
Críticos].
21. Albion F.
Ballenger, Cast Out for the Cross of Christ,
Introducción, pp. i-iv, 1, 4, 11, 82, 106-112. Véase la Nota 20.
22. W. W. Fletcher, The
Reasons
for My Faith, pp. 6, 17, 23, 86, 107, 115-138, 142-170,
220. Véanse especialmente pp. 111-112, donde cita una carta
lastimera a Ellen White.
23. Véase el capítulo
20, "Daniel in the Critics' Den" en mi libro Eschatology of
Daniel, donde cito extensamente documentos originales
preservados en los archivos de la Conferencia General.
24. Para información
detallada relativa a R. A. Grieve, véase, de Desmond Ford, Daniel
8:14, the Day of Atonement, and the Investigative Judgment,
edición de Glacier View, pp. 89-95; edición impresa, pp. 55-61.
25. Para un
resumen de los puntos sobresalientes del trabajo de 991 páginas
de Desmond Ford Daniel 8:14, the Day of Atonement, and the
Investigative Judgment, véase mi trabajo de 18 páginas
"Dr. Desmond Ford´s Position on the Sanctuary". Para una
descripción muy detallada de los procedimientos durante la
reunión de Glacier View por el Sanctuary Review Committee, de
Agosto 10-15, 1980, véase mi informe "The Sanctuary Review
Committee and its New Consensus" en Spectrum, 11:2, de
noviembre de 1980, pp. 2-26. Este artículo está basado en mis
completas notas estenográficas de cada una de las disertaciones
y todos los procedimientos en el Grupo Matutino de Estudio 2,
del cual yo era miembro, y las sesiones plenarias de la tarde y
de la noche. Mi trabajo de 20 páginas, sin publicar, "Group
Dynamics at Glacier View" explica lo que sucedió en Glacier View
y por qué. Mi trabajo de 21 páginas, sin publicar, "A
Post-mortem on Glacier View" resume mi reacción a lo que ocurrió
en Glacier View. Mi trabajo de 38 páginas "A Hermeneutic for
Daniel 8:14" fue distribuido como documento oficial sobre
Glacier View. Mi trabajo de 14 páginas "Report of a Poll of
Adventist Bible Scholars Concerning Daniel 8:14 and Hebrews 9"
resume las respuestas a 125 preguntas. La encuesta se le envió a
una lista de todos los eruditos bíblicos en los Estados Unidos
(tanto nstructores como no instructores) proporcionada por el
Departamento de Educación de la CG, y a varios en ultramar. Este
informe incluye también una lista de las respuestas a una
encuesta de 1958 que yo envié a 27 instructores de hebreo en
escuelas superiores Adventistas de los Estados Unidos, y a unos
pocos competentes en hebreo, todos amigos personales míos.
26. Ford todavía es
miembro de la iglesia del Pacific Union College.
27. La obra de 384
páginas de Dale Ratzlaff Cultic Doctrine of Seventh-day
Adventists, publicada en 1996, se enfoca sobre la doctrina
tradicional adventista del santuario. El libro de 383 páginas de
Jerry Gladson A Theologian´s Journey from Seventh-day
Adventism to Mainstream Christianity (2001) es un relato
de la persecución por parte de los dirigentes oscurantistas como
resultado de la doctrina tradicional del santuario.
28. Janet Brown da su
dirección de correo electrónico como
Janet.E.Brown@intel.com.
29. La Sra. de Donald
W. Silver (Christine M. Silver) es hija del Dr. Robert W. Brown
y Sra.
30. White, The
Great Controversy, p. 409.
31. Evangelism,
pp. 221, 224.
32. Mi trabajo de
28 páginas, sin publicar, "Questions on Doctrine: A
Historical-Critical Evaluation", es una revisión detallada de
las dieciocho entrevistas Martin-Barnhouse con personal de la
Conferencia General en 1955 y 1956. Mi trabajo de 10 páginas
"Questions on Doctrine: Footnotes to History" relata cierto
número de momentos humorísticos durante las entrevistas
Martin-Barnhouse.
33. Donald G.
Barnhouse, ed., Eternity, 7:67, Septiembre de 1956, pp.
6-7, 43-45.
34. Mi trabajo de
16 páginas "An Evaluation of Certain Aspects of the Martin
Articles" cita y resume comentarios en la prensa contemporánea
(1956) evangélica cristiana concerniente a las entrevistas
Martin-Barnhouse. Este documento fue preparado a solicitud del
comité editorial que preparó Questions on Doctrine para
su publicación.
35. Mi artículo
"The Role of Israel in Old Testament Prophecy" en el tomo 4 del
Comentario Bíblico Adventista (págs. 25-38) clasifica y
resume como cinco mil pasajes del Antiguo Testamento relativos a
los tratos de Dios con Israel bajo la relación de pacto,
incluyendo la pespectiva de la historia de la salvación en el
Antiguo Testamento, que culminó con la venida del Mesías y el
establecimiento de su reino eterno de justicia en o poco después
del fin de los tiempos del Antiguo Testamento. Estos cinco mil
pasajes fueron acumulados mientras enseñaba la clase Profetas
del Antiguo Testamento durante varios años en el Pacific Union
College en las décadas de 1940 y 1950. La oración parentética en
la página 38: "Esta regla no se aplica a las porciones del libro
de Daniel que al profeta se le ordenó cerrar y sellar, o a otros
pasajes cuya aplicación la Inspiración pueda haber limitado
exclusivamente a nuestro propio tiempo", fue añadida por F. D.
Nichol durante el proceso editorial. Él concordó personalmente
con todo en el artículo, y no lo alteró, pero temió una
recepción adversa del Comentario, salvo por esta advertencia.
36. Véase la Nota 26.
37. Mi juego de los
documentos del comité está en los Archivos de la CG.
38. Mi estudio de 150
palabras importantes en las porciones en arameo y hebreo en el
libro de Daniel llena 108 páginas mecanografiadas.
39. Mi correlación de
las profecías de Daniel 7, 8, y 9, y 11-12 llena 14 páginas
mecanografiadas.
40. Para mi propia
comodidad, escribí (en columnas paralelas) pasajes claves de las
profecías de Daniel en hebreo, griego (tanto la Septuaginta como
el Teodosio), la KJV, y la RSV.
41. Especialmente
los primeros cuatro capítulos de 1 Macabeos, donde encontré
veinticuatro puntos de identidad específica entre el cuerno
pequeño de Daniel y la carrera de Antíoco IV Epífanes. Sin
embargo, llegué a la conclusión de que Cristo asignó el
cumplimiento de las profecías de Daniel a los tiempos del Nuevo
Testamento, y de que los escritores del Nuevo Testamento
anticipan casi cuarenta veces el prometido regreso de Jesús
durante su generación. El Capítulo 4, "The Old Testament
Perspective of Salvation History", y el capítulo 12, "The New
Testament Perspective of Salvation History" en el manuscrito de
mi libro sin publicar The Eschatology of Daniel explica
todo esto en detalle. Véase la Nota 131.
42. El capítulo 13
del manuscrito de mi libro sin publicar The Eschatology of
Daniel, "Jewish Interpretation of Daniel", traza la
interpretación judía con algún detalle desde los tiempos
antiguos has los modernos. Para esto, dependí principalmente del
libro de Josefo Antiquities of the Jews and Wars of the Jews,
del libro de Abba Hillel Silver A History of Messianic
Speculation in Israel, y de la obra de Joseph Klausner The
Messianic Idea in Israel.
43. El capítulo 14
del manuscrito de mi libro sin publicar The Eschatology of
Daniel, The Sanctuary Doctrine and the Investigative
Judgment, delinea con considerable detalle la interpretación
tradicional adventista de Daniel 8:14.
44. El capítulo 17 de
mi Eschatology of Daniel, "The Heavenly Sanctuary in the
Epistle to the Hebrews", explora en considerable detalle su
comentario sobre el ministerio de Cristo en el santuario
celestial.
45. Véase la Sección
9, "Fallas en la Doctrina del santuario".
46. Véase la Sección
14, "Un Remedio Permanente para el Oscurantismo".
47. Véase la Nota 44.
48. Hebreos 7:27;
10:11-12.
49. Hebreos 2:17-18;
4:14-15; 6:19-20; 7:24-28.
50. Hebreos 7:25;
9:12, 24.
51. Hebreos 2:17-18;
4:14-16.
52. Hebreos 9:28;
10:37.
53. 2 Timoteo
2:15. La hermenéutica bíblica ha sido el centro de mi estudio
por más de cincuenta años, siendo el capítulo "Principios de
Interpretación Bíblica" en Problemas en Interpretación Bíblica
(pp. 79-127) uno de mis primeros (1953) documentos publicados en
esta área. Entre mis muchos trabajos sobre este tema se
encuentran "Hermeneutics: What Difference Does It Make?" (37
pp.), "Ellen G.White and the Bible" (43 pp.), "The Role of
Biblical Hermeneutics in Preserving Unity in the Church" (18
pp.), y muchos otros.
54. Véase la Nota 35.
55. El trabajo
"Historical Conditioning in the Bible and the Writings of Ellen
G. White" (92 páginas) fue escrito como tarea por y para el
Biblical Research Committee (BRC/BRI).
56. Véase la Nota 35.
57. Véase el capítulo
12 de The Eschatology of Daniel, "The New Testament
Perspective of Salvation History". Los escritores del Nuevo
Testamento anticipan el regreso de Cristo durante su generación
casi cuarenta veces. Véase la Nota 131.
58. Dependí de la
tercera edición del libro de Rudolf Kittel Biblia Hebraica
y dos diccionarios hebreos: el Lexicon de Ludwig Koehler y
Walter Baumgartner, en el Veteris Testamenti Libros, y
el Theological Dictionary of the Old Testament, de G.
Johannes Botterweck, Helmer Ringgren, y Heinz-Joseph Fabry, once
tomos del cual están ahora disponibles en inglés.
59. Excepto donde se
indica lo contrario, usé la Revised Standard Version de la
Biblia, pero a menudo me referí a otras traducciones.
60. Dos problemas
limitan el valor de la KJV para un estudio serio: (1) se basó en
manuscritos posteriores que habían acumulado un considerable
número de errores de escribas, y (2) varios cientos de palabras
inglesas tienen hoy día un significado diferente que el que
tenía en 1611. The Bible Word Book de Ronald Bridges y
Luther A. Weigle explica varios cientos de palabras inglesas en
la KJV que hoy día son o pasadas de moda o arcaicas.
61. Las notas de pie
de página en la Biblia Hebraica, de Kittel, enumeran
numerosas y útiles variantes de las versiones y traducciones
antiguas de la Biblia hebrea.
62. Mis conocimientos
del arameo son limitados.
63. Nehemías 8:7-8.
64. De la obra Analytical
Concordance
to the Bible, de Robert Young.
65. En hebreo antiguo
de Génesis 1:1, la palabra para "creó" aparece escrita br'
(consonantes solamente). Los masoretas aplicaron vocales para
que se leyera bara', "creó". Con igual razón, podrían
haber añadido vocales para que se leyera bore', y el
versículo 1 se leería así: "Cuando Dios comenzó a crear ...",
convirtiendo así al versículo 1 en una cláusula dependiente, y
al versículo 2 en la declaración principal.
66. Véase la
Sección 7, que trata de la analogía de la Escritura. El
santuario celestial del Libro de Hebreos no es una contraparte
válida del santuario de Daniel 8:14 porque los versículos 9-13
lo identifican como el santuario situado en la tierra "hermosa"
(tsebi), Judea. Además, el contexto (8:11-13) identifica
específicamente la razón de que el santuario necesite
"purificación" o restauración a causa de ser pisoteado por el
cuerno pequeño (cf. 11:31).
67. El nombre
"Adventistas del Séptimo Día" fue escogido en 1860, y la
Conferencia General se organizó en 1863.
68. Véase la Sección
2, "Ellen G. White y la Doctrina del santuario". Yo he explorado
el sentido de misión del Adventismo en mi trabajo "El Adventismo
en el Siglo Veinte", pp. 6 a 9.
69. En el discurso
de despedida de Moisés a Israel antes de entrar en la tierra
prometida (Deuteronomio 28), les describió las buenas cosas que
les ocurrirían si obedecían las instrucciones de Dios
(versículos 1-14), y las desgracias que les sobrevendrían si
desobedecían (versículos 15-68). El argumento de que Daniel 8 y
9 son "apocalípticos" (y por ende supuestamente inmunes al
principio del condicionalismo) ignora el hecho de que,
contextualmente, estos pasajes se aplican específicamente al
pueblo hebreo y por lo tanto están sujetos a las condiciones
especificadas en Jeremías 18:7-10.
70. Véase la nota 69.
71. Véase mi trabajo
de 49 páginas "The Adventist Theological Society and its
Biblical Hermeneutic".
72. Leyendo uno de
los libros de William Miller, descubrí que el uso erróneo
que él hace de manera ininterrumpida de principios exegéticos
comúnmente aceptados era una experiencia profundamente
preocupante.
73. Para las
características del método de texto de prueba, véase la Sección
7.
74. Para una lista de
cambios que la iglesia ya ha hecho en la doctrina del santuario,
véase, de Desmond Ford, Daniel 8:14, El Día de Expiación, y
el Juicio Investigador, pp. 115-121 (edición duplicada de
Glacier View), pp. 73-88 (edición impresa).
75. Daniel 9:23, cf.
8:16.
76. Daniel 9:21-23.
77. Daniel 9:24.
78. Cf. Daniel
7:24-25.
79. Daniel 11:45.
80. Daniel 8:17, 26.
81. Daniel 9:22-25.
82. Daniel 2:37-40;
7:3-7; 8:3-8; 11:2-3.
83. Daniel 2:41-43;
7:7-8, 17, 23; 8:8-9; 11:4-5, 25-29,40-43.
84. Daniel 9:25.
85. Daniel 2:44;
7:28; 8:17, 19, 26; 9:24, 27; 11:35, 40.
86. Daniel 7:21, 25;
8:10, 13, 24-25; 9:26; 12:1, 2, 7.
87. Daniel 8:9; 9:36;
11:22, 24, 41.
88. Daniel 8:11, 25;
11:36.
89. Daniel 7:25;
8:11-12; 9:26-27; 11:31; 12:11.
90. Daniel 8:13;
9:27; 11:31.
91. Daniel 8:12-13;
9:27; 11:22.
92. Daniel 7:25;
12:7.
93. Daniel 7:25;
9:27; 12:7.
94. Daniel 8:14.
95. Daniel 9:27;
12:1, 7.
96. Daniel 7:22, 26;
8:25; 9:27; 11:45; 12:11.
97. Daniel 7:22, 27;
8:14; 12:1-3, 13-14.
98. Véase la Nota 35.
99. Enumerado más
abajo.
100. Daniel 1:12;
8:26-27; 10:13-14; 11:20; 12:11-12.
101. Como en Levítico
16.
102. Una
comparación entre la carrera de Antíoco IV Epífanes como la
describe 1 Macabeos 1-4 y el cuerno pequeño de Daniel resulta en
24 puntos de innegable identidad. Esto llevó a los antiguos
eruditos judíos a identificarle como el cumplimiento de las
predicciones de Daniel. Sin embargo, las afirmaciones de Cristo
en Marcos 1:15, Mateo 24 (etc.), y como cuarenta veces por los
escritores del Nuevo Testamento sitúan el cumplimiento de Daniel
sobre el fin del tiempo al final de los tiempos del Nuevo
Testamento. Véanse las referencias citadas en las Notas 130 y
131.
103. El concepto
profético de día por año literal fue formulado originalmente por
Nahawendi, un erudito judío karaíta, en el siglo noveno, en un
intento por identificar los sucesos de su tiempo con el
cumplimiento de las profecías de Daniel. La idea de que este
"principio" funcionaba con respecto a las setenta "semanas" de
años de Daniel 8 pasa por alto el hecho de que era, en realidad,
una aplicación del antiguo sistema de fechamiento de año de
jubileo, no el pretendido "principio" de día por año. El antiguo
Libro de los Jubileos de los judíos usa este sietema de
fechamiento muchas veces para fechar acontecimientos en la
historia judía. Véase el Capítulo 15, "Jewish Interpretation of
Daniel", de mi libro Eschatology of Daniel para varios
ejemplos relevantes del Libro de los Jubileos. Véase también, de
Abba Hillel Silver, A History of Messianic Speculation in
Israel, pp. 52-55, 208; LeRoy Edwin Froom, Prophetic
Faith of Our Fathers, tomo 1, p. 713; tomo 2, p. 196.
104. Cf. versículo
11.
105. Versículos
11-12.
106. Versículos 3,
21-23.
107. Versículos 2-6,
27.
108. Daniel 8:16,
26-27.
109. "9:24-27.
110. "9:25.
111. Esdras 7:21-27.
112. "6:13-15.
113. Daniel 9:13-19.
114. "9:17-19.
115. Versículo 24.
116. Versículos
25-27.
117. Versículo 25.
118. Versículo 23.
119. Versículo 24.
120. Cf. Daniel
11:23.
121. Daniel 8:11-13;
cf. 9:27.
122. Versículo 27.
123. Daniel 8:23-25.
124. "8:20, 23.
125. Versículo 26.
126. Véase la Nota
35.
127. Mateo 24:44;
Romanos 13:12; 2 Pedro 3:11-12.
128. Mateo 24:42.
129. Véase la Nota
35.
130. Mateo 24:1-31;
30:34.
131. PEDRO: 1 Pedro
1:20; 4:17, 27; 2 Pedro 3:11-14. JUAN: Juan 21:21-23; 1 Juan
2:18; Apocalipsis 1:1, 3; 3:11; 12:12; 22:6, 7, 10, 12, 20.
SANTIAGO: Sant. 5:7-9. PABLO: Romanos 13:11-12; 1 Corintios
1:7-8; 7:29; 10:11; Filipenses 3:20; 4:5; 1 Tesalonicenses 3:13;
4:15-17. HEBREOS 1:2; 9:26-28; 10:37.
132. Apocalipsis 1:1,
3; 3:11; 22:6-7, 12, 20.
133. Véase mi trabajo
de 82 páginas Adventism in the Twentieth Century, pp.
34-54.
134. Véase [de R.
Allan Anderson] Minutas del Concilio de Maestros de Biblia,
Escuelas Superiores Adventistas del Séptimo Día, Washington, D.
C., Julio 30 a Agosto 25, 1940, p. 32 y [de L. H. Hartin]
Informe del Concilio de Maestros de Biblia, Angwin, California,
Julio 23-31, 1950, p. 74 (en los archivos de la CG).
135. Mi archivo
completo de documentos sobre BRF se encuentra en el Heritage
Room de la Biblioteca A la Memoria de James White en la
Universidad de Andrews. (Durante el primer año o los primeros
dos años de nuestras reuniones mensuales los sábados por la
tarde en el Pacific Union College, algunas presentaciones fueron
orales solamente, sin trabajos formales.
136. Para la reunión
de 1950, véase la Nota 135.
137. "Tengamos Una
Secretaria Asociada para Investigación Bíblica en la Asociación
Ministerial". Yo envié esta propuesta a LeRoy Froom, fundador de
la Asociación Ministerial y amigo personal mío durante 28 años;
R. Allen Anderson, actualmente director de la Asociación
Ministerial; y W. E. Read.
138. "Borrador de
Una Propuesta Para Un Instituto Adventista del Séptimo Día Para
Estudios Bíblicos" (14 pp.). Adjunto a él estaba el trabajo
"Veinticinco Años de Estudios Bíblicos Cooperativos de Tipo
Investigativo" (16 pp.), en el cual revisé los acontecimientos
que tuvieron lugar desde 1940 hasta 1966. El apéndice tenía el
propósito de suministrarle información sobre lo acontecido en el
campo de la erudición bíblica adventista durante su prolongada
ausencia.
139. Raymond F.
Cottrell, "The Untold Story of the Bible Commentary", Spectrum,
16:3, Agosto de 1985, pp. 34-51. El Comentario no identificó a
los autores a causa de numerosos cambios editoriales que se les
hicieron a algunas contribuciones. Mi artículo de Spectrum
enumera a todos los colaboradores.
140. Véase la p. 10
de cualquier tomo del Comentario.
141. Entre los
primeros "maestros de Biblia" Adventistas, como se les llamaba
en ese entonces a los eruditos bíblicos, en asistir a
universidades "de fuera" estaban: R. E. Loasby, E. C. Banks, S.
H. Horn, W. G. C. Murdoch, E. R. Thiele, L. H. Wood, y A. G.
Maxwell. Ellos tendían a evitar clases en teología como tal,
pero enfocaban su atención sobre temas como idiomas bíblicos,
historia de la antigüedad, arqueología, y cronología.
142. Minutas de la
Reunión de Primavera del Consejo General de abril 4, 1969.
143. En el otoño
de 1868, R. H. Pierson invitó a W. J. Hackett a servir como vice
presidente de la CG. Se habían conocido durante el viaje de
campaña de Geociencia de ese verano. El pastor Hackett me confió
que uno de sus principales objetivos era "limpiar" las
facultades de religión de las universidades de Lma Linda y
Andrews.
144. Amigo
personal mío, y colega en ese entonces en la facultad de
religión del Southern Adventist College, compartió esta
información conmigo.
145. Véase mi trabajo
"Architects of Crisis: A Decade of Obscurantism", 40 pp.
146. Por ejemplo, W.
G. C. Murdoch, S. H. Horn, E. E. Heppenstall.
147. Durante una
conversación personal con W. G. C. Murdoch, Siegfred H. Horn, y
E. E. Heppenstall, por mucho tiempo amigos personales míos.
148. Véase la Nota
45.
149. En
conversación con un amigo personal de mucho tiempo, en aquel
entonces en el círculo interno de la dirigencia de la ATS. Me
confió el hecho de que la ATS fue organizada específicamente
como resultado de la pérdida de influencia de Hassel cuando fue
degradado de la posición de decano en el Seminario Teológico.
150. Mi trabajo,
"The Adventist Theological Society and Its Biblical
Hermeneutic", evalúa la historia y los objetivos de la ATS. La
sección sobre hermenéutica de la ATS se basa en entrevistas
personales y publicaciones oficiales de la ATS.
151. Véase la Nota
25.
152. Véase las pp.
49-50 de mi trabajo de 82 páginas "Adventism in the Twentieth
Century".
153. Para la Consulta
1, véase, de Warren C. Trenchard, "In the Shadow of the
Sanctuary", Spectrum, 11:2, 1980, pp. 26-29; para
Consulta II, Alden Thompson, "Theological Consultation II", Spectrum,
12:2, 1981, pp. 40-52.
154. Volumen 1: Selected
Studies
on Prophetic Interpretation, 174 pp.; Volume 2: Symposium
on Daniel, 557 pp.; Volume 3: Doctrine of the
Sanctuary, 238 pp.; Volume 4: Issues in the Book of
Hebrews, 237 pp.; Volume 5: 70 Weeks, Leviticus, Nature
of Prophecy, 394 pp.
155. Mi trabajo
"The Annual Council Statement on Methods of Bible Study", (5
pp.) anota el hecho de que, después de que el comité hizo
público su informe sobre el BRI, insertó un preámbulo reiterando
los principios hermenéuticos de la ATS. Como resultado, algunos
miembros del comité me dijeron que habían rehusado firmar con
sus nombres aprobando el documento. La ATS requiere que sus
miembros firmen para aceptar.
156.
Correspondencia personal con ambos, tanto el anterior como el
nuevo director del BRI (2002) y el presidente de la CG revela el
hecho de que están firmemente comprometidos con la política
hermenéutica de la ATS.
157. Por ejemplo,
los Drs. Fritz Guy, Larry Geraty, Sakai Kubo, e Ivan Blazen (en
el Seminario Teológico); y los Drs. Lorenzo Grant, Edwin
Zachrison, y Jerry Gladson (en la Sothern Adventist University).
158. Véase la Sección
8, "Rightly Interpreting Daniel 8:14".
159. Mateo 25:40.
160. La carta de W.
W. Prescott se encuentra en los Archivos de la CG.
161. Véase la Nota
35.
162. 2 Pedro 3:18.
Mi serie de seis
artículos como editor asociado del Review and Herald durante enero y febrero de
1977 tenían el propósito de alertar a los Adventistas acerca del
mismo debate que entonces era incipiente en la iglesia, y sobre
la posibilidad del mismo resultado (cisma). Muchos me han dicho
que "entendieron el mensaje".