LA CRISIS DEL FRIJOL SOYA
Los científicos vs. la industria de la soya
Jane Phillimore discute algunos de los puntos
suscitados por las nuevas investigaciones
Traducido de Optimal
Wellness
Center, que a su vez
lo reproduce de la edición de Agosto 27, 2000
del Sunday Observer
Hace doce años, visité a un médico de salud
alternativa para consultarle algunos síntomas no específicos
relativos a la salud. No bien me había sentado cuando me dijo
que mi dieta requería atención radical. Tenía que abandonar
todos los productos de origen animal, el trigo, el alcohol, y
la cafeína, y en su lugar ingerir proteínas en forma de leche
de soya y tofú. En la actualidad, esta clase de consejo es
rutinario, pero en aquel momento parecía encantadoramente
radical: Yo tenía que caminar hasta la tienda de productos de
salud de Clapham para aprovisionarme de leche de soya porque
la de Sainsbury no tenía su propia marca (como la tiene
ahora), y las salchichas de vegetales y soya sólo eran un
destello en los ojos de Linda McCartney.
En la experiencia,
perdí mucho peso y me sentía inmensamente rejuvenecida. Tan fue
así que, cuatro meses más tarde, comencé a comer normalmente
otra vez. Más me valió, porque ahora se
ha descubierto que la soya, lejos de tener las propiedades
mágicas y saludables sobre las cuales insiste tanto la brigada
de la medicina alternativa, en realidad puede ser perjudicial
para usted. La reputación de la soya como producto
que en general es anticanceroso, que reduce el colesterol, que
combate la osteoporosis, y que tiene poca grasa se basa en una
mala ciencia y en un superlativo mercadeo llevado a cabo por
la poderosa industria de la soya.
En el mundo entero, la evidencia contra la
soya está comenzando a acumularse. En este país (el
Reino Unido), MAFF está tan preocupado por los posibles
problemas de salud causados por los fitoestrógenos en la soya
que está financiando un programa rotativo de 19 proyectos de
investigación separados, que deben terminar en el año 2002. Los
descubrimientos preliminares del Profesor John Ashby del
Laboratorio Central AstraZeneca de Toxicología en Macclesfield,
por ejemplo, confirman que la fórmula infantil de soya
(actualmente el único alimento de 6,500 bebés británicos) tiene
un efecto estrogénico en ratas. Según la ministra de salud
pública, Ivette Cooper, no se dará ningún consejo nuevo sobre la
soya sino hasta que el COT (Comité Sobre la Toxicidad de las
Substancias Químicas en Alimentos, Productos de Consumo, y el
Ambiente), que es un comité independiente, haya examinado los
hallazgos del programa.
Esto podría
requerir varios años. Mientras tanto, si usted ha sido seducido
por el mensaje de que la soya es el superalimento saludable del
siglo 21, siga leyendo ...
¿Es la soja perjudicial
para usted?
La soya contiene
grandes cantidades de varias substancias químicas tóxicas, que
no pueden ser destruídas por completo ni siquiera con el largo
proceso de cocimiento. Éstas substancias son: los fitatos,
que bloquean la absorción de minerales por el cuerpo; los inhibidores
enzimáticos, que estorban la digestión de las
proteínas; y la hemaglutinina, que
hace que las células rojas de la sangre se agrupen e inhiban la
asbsorción del oxígeno y el crecimiento. Y lo que es más
controversial de todos, la soya contiene altos niveles de fitoestrógenos (también conocidos como
las isoflavonas genisteína y daidzeína), que simulan y algunas
veces bloquean la hormona estrógeno.
¿Ciertamente, los japoneses comen soya en grandes
cantidades, y como resultado tienen bajas tasas de cáncer
del seno, del útero, del colon, y de próstata?
Ése es el gran mito sobre el cual se ha
construído la idea de la soya "saludable". En
realidad, los japoneses no comen mucha soya: un estudio llevado
a cabo en 1998 mostró que, típicamente, un japonés come como 8g
(2 cucharaditas) por día, ni parecido a los 220g (8oz) que un
occidental podría ingerir si comiera un gran trozo de tofú y dos
vasos de leche de soya.
En segundo lugar,
aunque los japoneses posiblemente tienen tasas más bajas de
cáncer en los órganos reproductores, se cree que esto se debe a
otros factores dietéticos y de estilo de vida: ellos comen menos
carne con grasa, más pescado y vegetales, y menos alimentos
enlatados o procesados que en una típica dieta occidental. En
tercer lugar, los asiáticos tienen una
incidencia mucho mayor de cáncer de la tiroides y del aparato
digestivo, incluyendo cáncer del estómago, del páncreas, del
hígado, y del esófago.
Soy vegetariano; como grandes cantidades de tofú y
bebo grandes cantidades de leche de soya. ¿Debo
suspenderlos?
La soya se ha
convertido en la carne y la leche de los vegetarianos, siendo la
fuente principal de proteína en su dieta. Pero,
en realidad, el comer soya pone a los vegetarianos en grave
riesgo de sufrir deficiencias minerales, incluyendo de calcio,
cobre, hierro, magnesio, y especialmente zinc. Según el
Dr. Mike Fitzpatrick, un bioquímico neozelandés que tiene un
sitio web sobre la soya (véase más abajo), esto se debe a que la
soya contiene altos niveles de ácido fítico, que bloquea la
absorción de minerales esenciales en el tracto digestivo.
Para reducir los efectos de una dieta de alto contenido de
fitatos, es necesario comer, como hacen los japoneses, mucha
carne o pescado con pedacitos de soya.
No tolero la leche de
vaca. ¿Debería tomar leche de soya?
La soya ha llegado
a ser la opción de moda para las personas que no "toleran"
productos lácteos de origen animal. Es
poco conocido que la soya es el segundo alergeno más común.
Sólo 1 por ciento de la población es verdaderamente alérgica a
la leche de vaca y, de ellos, dos tercios tampoco toleran la
leche de soya. Además, la leche de soya tiene un alto
contenido de aluminio. Esto se debe a que el aislado de
proteína de soya del cual se fabrica la leche se lava en ácido
en tanques de aluminio. No hay que asombrarse de que tenga mal
sabor.
¿Puede la soya afectar
la tiroides?
Por años, se ha sabido que los fitoestrógenos
en la soya debilitan la función tiroidea. En Japón, una
investigación llevada a cabo en 1991 demostró que 30g diarios de
soya resultan en un enorme aumento de la hormona que estimula la
tiroides. Esto puede causar bocio, hipotiroidismo, y la
enfermedad de la tiroides autoinmune.
Estoy embarazada.
¿Debería evitar la soya?
Probablemente, y
especialmente si es vegetariana. Un nuevo estudio de los bebés
nacidos de madres vegetarianas ha mostrado que los bebés varones tenían el triple de riesgo de
padecer de hipospadias, un defecto del pene, que está presente
al nacimiento. Los investigadores indican que esto se
debe a una mayor exposición a alimentos ricos en fitoestrógeno,
especialmente soya. Los niveles inapropiados de hormonas,
como los causados por una alta ingestión de soya durante las
primeras 12 semanas de embarazo, pueden también perjudicar el
cerebro en desarrollo del feto.
¿Pero, seguramente yo puedo alimentar a mi bebé
con fórmula de soya? Debe ser inofensiva: está disponible en
todos los supermercados y todas las farmacias?
Los bebés alimentados con soya están
participando en un 'gran experimento con bebés humanos, un
experimento que no está siendo ni controlado ni monitoreado',
dijo en 1998 Daniel Sheehan, director del Centro Nacional para
la Investigación Toxicológica de la FDA. El único alimento de un
bebé recién nacido es la leche que toma: un bebé alimentado
con soya recibe el equivalente en estrógeno a cinco píldoras
contraceptivas todos los días, según Mike Fitzpatrick. Se descubrió que los niveles de isoflavonas de
estos bebés eran de entre 13,000 y 22,000 veces más altos que
los de bebés alimentados con otros productos.
Como resultado de
esta sobrecarga de fitoestrógeno, los bebés alimentados con soya
tienen el doble de riesgo de que se les desarrollen
anormalidades tiroideas, incluyendo bocio y tiroiditis
autoinmune. Los varones corren el riesgo
de que se les atrase la maduración física, mientras que las
niñas corren el riesgo de una pubertad precoz (1 por
ciento de las niñas muestran ahora señales de pubertad, tales
como desarrollo de los senos o vello púbico, antes de los tres
años de edad) e infertilidad. Los investigadores también han
indicado que diabetes, cambios en el sistema nervioso
central, extrema conducta emocional, asma, problemas con el
sistema inmunológico, insuficiencia pituitaria, e IBS pueden
ser causados por una alta ingestión de fitoestrógenos al
comienzo de la vida.
El año pasado, los
compuestos de soya también estuvieron envueltos en el desarrollo
de leucemia infantil. Actualmente, el
gobierno (del Reino Unido) aconseja que la leche materna es la
mejor, y que la fórmula de soya no debería dársele a los
infantes a menos que sea por consejo de un profesional de la
salud.
¿Puede la soya ayudar en
el caso del cáncer de próstata?
El ex-comerciante
en bonos de alto risego, Michael Milken, ciertamente cree que
sí. Él consume 40g de proteína de soya todos los días con ese
propósito. La ciencia es menos concluyente. Un reciente estudio
sobre los japoneses-norteamericanos que viven en Hawaii demostró
que los hombres que habían comido dos o
más porciones de tofú por semana durante su mediana edad no
sólo habían 'acelerado el envejecimiento del cerebro', y
aumentado a más del doble la incidencia de la enfermedad de
Alzheimer y la demencia, sino que también se veían cinco años
más viejos que los hombres que no lo habían comido.
Mi madre murió de cáncer
del seno, y a mí me han aconsejado fuentes médicas, tanto
principales como complementarias, que el aumentar mi ingesta
de soya puede ofrecerme protección contra la enfermedad. ¿Es
verdad esto?
La evidencia es
muy inconclusa. En la Dieta de Protección Contra el Cáncer del
Seno, publicado el año pasado, el Dr. Bob Arnot afirma que el
comer entre 35g y 60g de proteína de soya diariamente protege
contra el cáncer del seno aumentando la ingesta de genisteína,
que es un bloqueador de estrógeno. Pero esto pasa por alto la
evidencia en contrario. En 1996, una
investigación demostró que las mujeres que comen soya tenían
una mayor incidencia de hiperplasia epitelial, una condición
que presagia malignidad. En 1997, se encontró
también que la genisteína en la dieta estimulaba las células
del seno humano para que entraran en el ciclo celular.
Como resultado,
los investigadores aconsejaron a las mujeres que no comieran
productos de soya para evitar el cáncer de seno.
¿Pero seguramente la soya evita la osteoporosis,
el adelgazamiento de los huesos que afecta particularmente a
las mujeres post-menopáusicas?
No. En realidad, la soya bloquea el calcio y
causa deficiencia de vitamina D, que se necesitan para tener
huesos fuertes, dicen las nutricionistas y
desenmascaradoras de la soya Sally Fallon y Mary G. Enig.
¿Hay alguna clase de producto de soya que yo pueda
comer sin peligro?
Sí. Los productos
fermentados de soya, como la salsa de soya, el tempeh, y el
miso. El largo proceso de fermentación
contrarresta los efectos de las toxinas naturales de la soya.
¿Puedo evitar la soya?
Es difícil. Usted
puede dejar de comer los candidatos obvios, como la leche de
soya y el tofú, pero la soya se encuentra también en cereales
para el desayuno, helados, comidas rápidas como las
hamburguesas, dedos de pescado, y la lasagna, y todas las clases
de alimentos horneados, desde pasteles y bizcochos hasta las
tortillas mexicanas y el pan. Si esa es su misión en la vida,
lea las etiquetas cuidadosamente, y evite los alimentos
orgánicos procesados siempre que pueda.
Finalmente, los que hacen campaña en favor de la
soya siempre dicen que, en los Estados Unidos, un cuarto de
la población ha sido alimentada con fórmula infantil entre
30 y 40 años, sin ningún problema de salud adverso. Así que,
¿por qué debo preocuparme?
Los científicos están sólo comenzando a
investigar y a entender los perjudiciales efectos a largo
plazo que el comer grandes cantidades de soya puede tener en
el cuerpo humano. Como escriben Fallon y Enig: "Por
años, la industria ha sabido que la soya contiene muchas
toxinas. Al principio, le dijeron al público que las toxinas
eran eliminadas mediante el procesamiento. Luego afirmaron que
estas substancias eran saludables. Todo parece indicar que habrá
una gran batalla en el futuro cercano.
Para mayor información [en inglés], entre al
sitio web:
www.soyonlineservice.co.nz,
una detallada fuente informal sobre la soya, y que es
administrada por el Dr. Mike Fitzpatrick.
Comentario del Dr. Mercola: Un excelente
informe que ilustra los peligros y los erróneos conceptos
sobre la soya.
Sin embargo, un
punto en el artículo con el cual yo discreparía es la
afirmación del autor de que sólo el 1 por ciento de la
población es alérgica a la leche de vaca. Aunque esto puede
que sea cierto con relación a los métodos convencionales de
diagnosticar alergias, la gran mayoría de la población sufre
en algún grado de alergia o sensibilidad a la leche de vaca, y
haría mejor en evitarla por completo.
Sería mejor evitar tanto la
leche de vaca como la "leche" de soya, y beber sólo agua.