¿Por qué guardan ustedes un solo sábado? El
séptimo año y también el año de jubileo eran sábados.
(Levítico 25:1-22). ¿Por qué guardan uno y dejan de guardar
los otros?
¿Por qué basan tanto de su religión en el día
del sábado, cuando sabemos que el Señor enseñó que tanto la
ley como los profetas se basan en el amor y no en guardar la
ley? Comp. Mateo 22:34-40 con Romanos 13:8-10).
¿Cómo es que encienden fuego en el séptimo
día, a pesar de que esto estaba prohibido en la ley
levítica? (Éxodo 35:3). Al hacerlo, ustedes quebrantan la
ley del sábado.
Dígannos cuándo y dónde mandó el Señor Jesús,
o alguno de sus apóstoles, u otro escritor de la Biblia, que
algún gentil guardase los Diez Mandamientos. Bastarán sólo
el capítulo y el versículo.
¿Pueden darnos un pasaje bíblico donde se
mande a los gentiles a observar el sábado según la ley? Otra
vez, simplemente dennos el capítulo y el versículo.
Dicen que el sábado se
guardaba antes de darse la ley a Moisés. La ley de la
circuncisión también fue dada a Moisés. (Génesis 17:10).
Entonces, ¿por qué no practican la circuncisión, siendo
que éste es uno de los mandamientos claros de la
ley? De nuevo preguntamos: ¿Por qué uno sí y el otro no?
El apóstol Pablo escribe en Gálatas 3:19 que
la ley fue dada a causa de las rebeliones. Ustedes enseñan
que la parte de la ley que se refiere al mandamiento de
guardar el sábado fue dada al hombre inmediatamente después
de su creación, pero las Escrituras dicen que fue después de
la caída. ¿No ven que la teoría adventista de que la ley fue
dada en dos entregas no concuerda con los hechos?
¿Por qué será que, en los mandamientos dados
a nuestros primeros padres en el Edén, y en los que fueron
dados a los patriarcas Noé, Abraham, y otros no se hace ni
una sola referencia al deber de guardar el sábado? ¿Por qué
no se menciona la palabra sábado sino cuando habían
pasado más de dos mil años desde la creación del hombre? Si
las teorías adventistas fueran ciertas, ¿no se había de
hacer referencia al deber de guardar el sábado muchas veces
antes del capítulo 16 de Éxodo?
¿Dónde dicen las Escrituras que se haya
dado mandamiento alguno de guardar el séptimo día antes de
que el pueblo de Israel fuese redimido de la esclavitud en
Egipto? Habrá que citar capítulo y versículo en cada caso,
sin hacer referencia a Génesis 2:1-3, pues allí no hay
mandamiento.
Si el mandamiento fue dado a Adán en el día
de la creación, ¿cómo es que se equivocó de fecha? Adán fue
creado el sexto día; el séptimo día al cual se hace
referencia en el Génesis fue el segundo de su existencia. Si
Adán tuvo que trabajar seis días y luego descansar en el
séptimo, ya estaría equivocado por cinco días en su cálculo.
El sábado suyo no sería el séptimo día porque habría
trabajado un solo día. "El sábado de Adán fue un sábado del
segundo día".
¿No han leído Nehemías 9:12-14,
donde dice claramente que el sábado fue dado al pueblo de
Israel en el Monte Sinaí? Viendo que el sábado fue dado
solamente a Israel, ¿por qué insisten en obligar a otros a
guardarlo?
¿Por qué ponen ustedes a los gentiles bajo el
sábado, cuando a ellos nunca les fue dado? La ley dice:
"Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel".
(Éxodo 31: 16, 17). No hace mención de los gentiles. Léanse
también Ezequiel 20:10-12.
La ley dice: "El día séptimo os será santo,
día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno morirá". (Éxodo 35:2;
31:14). Si la primera parte de la cita es obligatoria para
los cristianos, debe serlo también la segunda parte. ¿Por
qué no cumplir la ley que manda matar a los que trabajan en
el día sábado?
¿Por qué comen lo que ha sido preparado con
un fuego encendido en día sábado? ¿No saben que así
infringen la ley sobre la cual basan su salvación eterna?
(Éxodo 35:1-3, 16:23-30).
¿Por qué no cumplen con la ley ofreciendo
sacrificios cada sábado? Es parte esencial de la ley del
sábado, según Números 28:9, 10, pero ustedes no respetan la
ordenanza.
Si los mandamientos o la ley quiere
decir los Diez Mandamientos, y nada más, ¿por qué respondió
el Señor Jesús acerca de la ley citando dos mandamientos que
no se encuentran entre los diez? En Mateo 22:35-40, Él citó
uno del libro de Levítico y otro en Deuteronomio. ¿Acaso
empleaba el engaño? Si el adventismo está en lo correcto,
entonces sólo una u otra de estas cosas es verdad.
El apóstol Pablo describe la ley como
un ministerio de muerte en letras grabadas en piedra. (2
Corintios 3:1-18; Éxodo 20:1-17; 31:18; 32:15, 16; 34:1-28).
Nos dice que había de perecer. (2 Corintios 3:7-11). ¿Puede
el adventismo decirnos quién la hizo volver?
En Gálatas 3:19, leemos que la ley fue
puesta hasta que viniese la simiente, dejando así
claro que la ley no sería perpetua, sino que serviría por un
tiempo definido. La Simiente, Cristo, ha venido y nos ha
redimido de la ley. (Gálatas 3:13). De manera que, según las
Escrituras, ha terminado el período para el cual nos fue
dada la ley. Somos libres de ella. (Nótense también
Romanos 7:1-6). ¿Aceptan los dichos de la Palabra de Dios en
este sentido?
Si los cristianos están obligados a
guardar el sábado, ¿por qué no fue incluido esto en la
importantísima carta enviada a las iglesias por el concilio
de apóstoles y ancianos que se celebró en Jerusalén para
considerar la cuestión de si los gentiles deberían guardar
la ley? (Hechos 15:1-29).
Si los cristianos deben guardar el sábado,
¿cómo se explica que el Señor Jesús no hizo mención del
tema, al enumerar los mandamientos al mancebo de Mateo
19:16-22? Y, ¿cómo es que el apóstol Pablo, escribiendo bajo
la inspiración del Espíritu Santo, no trata en ninguna parte
de sus varias epístolas la supuesta importancia de guardar
el sábado?
En los capítulos 2 y tres de Apocalipsis
se encuentran siete cartas de la gran Cabeza de las
iglesias, dirigidas a siete iglesias locales.
Son los últimos mensajes directos a las iglesias sobre
la tierra. Si fuese verdad lo que enseña el adventismo, ¿no
les habrían recordado su deber de guardar el sábado?
Ustedes dicen que el domingo entró con
Constantino en el siglo IV. ¿Cómo explican entonces que los
"padres" de la Iglesia, que escribieron durante los primeros
tres siglos después de Cristo, hablan del primer día de la
semana para las reuniones de los creyentes?
¿Por qué porfían en que uno de los papas
cambió el día de descanso del séptimo día al primero? Hay
plena prueba histórica de que los cristianos observaban el
primer día durante los siglos antes de que hubiese papa
alguno.
Si debemos guardar el séptimo día, ¿cómo es
que los apóstoles y los cristianos primitivos celebraban sus
reuniones de mayor importancia, como la cena del Señor, el
primer día en vez del séptimo?
¿Y cómo saben que de veras guardan el
séptimo día? ¿Pueden estar seguros de que no ha habido errores
en los cálculos dsde el día en que Dios descansó? Hay que
tener en cuenta los cambios efectuados en el calendario en el
año 46 A. C., cuando se convino en que el año tuviera sólo 345
días, para corregir los errores que se habían acumulado. Se
debe pensar también en la ley del año 1751, hecha "para
corregir el calendario", y que ordenó quitar 11 días del mes
de septiembre. Con estas y otras modificaciones, ¿están
ustedes seguros de que saben contar los días desde la
creación?
¿Han leído Colosenses 2:14-17 acerca del
acta de los decretos o la cédula de los ritos (el
mandamiento de guardar el sábado es uno de ellos) que ha
sido raída, quitada de en medio, y clavada en la cruz?
En los versículos 16 y 17 del mismo capítulo,
vemos que ciertas cosas exigidas bajo la ley de Moisés,
entre ellas la observancia del sábado, no son más que una
sombra de lo por venir: El cuerpo espiritual de Cristo.
Guardar el sábado es asir una sombra.
¿Han leído en Romanos 14:5, 6 que unos hacen
diferencia entre día y día, pero otros juzgan iguales todos
los días? Se agrega: "Cada uno esté asegurado en su propio
ánimo". ¿Por qué no insiste el apóstol en que los que
juzgaban iguales todos los días debían estimar el séptimo
como superior a los demás días para santificarlo?
El tema principal del adventismo es guardar
la ley, especialmente la ley del sábado. Ahora, en el Nuevo
Testamento encontramos que cincuenta veces se hace mención
de predicar el evangelio, diecisiete veces de predicar la
Palabra, veintitrés veces de predicar a Cristo, y ocho veces
de predicar el reino. Ni una sola vez se habla de predicar
la ley o el sábado. ¿Cómo lo explican?
En el Nuevo Testamento se encuentra la
palabra sábado unas sesenta veces. [El escrito se
basa en la traducción Reina-Valera de 1909, que se emplea
corrientemente en las congregaciones adventistas]. Ustedes
admiten que en todos los casos menos uno se hace referencia
al día sábado. Sin embargo, en este solo caso, Colosenses
2:16, donde la palabra es la misma en los textos en griego,
quieren hacernos entender que tiene otro sentido. ¿Por qué?
¿No será que los versículos 2:16, 17 echan por tierra
sus argumentos en cuanto a que los cristianos deben guardar
la ley?
¿Saben ustedes que en Gálatas 3:32-25 se dice
que la ley fue nuestro ayo [mentor] para llevarnos a Cristo,
pero que, venida la fe, ya no estamos bajo ayo? Por tanto,
ya no estamos bajo la ley.
Hay una advertencia en el Nuevo Testamento
contra el pecado mencionado en cada uno de los diez
mandamientos, menos el cuarto. En cambio, no se hace mención
en todo el Nuevo Testamento del deber de guardar el sábado.
Fíjense, por favor, en las citas de las Sagradas Escrituras
que presentamos a continuación, citando en cada caso el
capítulo del Éxodo con su pasaje correspondiente en el Nuevo
Testamento: 20:3 No tener dioses ajenos; Hechos
14:15. 20:4, 5. No hacerse imágenes; 1 Juan 5:21. 20:7
No tomar el nombre de Dios en vano; Santiago 5:12. 20:8
Guardar el sábado; ¡No hay! 20:12 Honrar a los
padres; Efesios 6:1, 2. 20:13 No matar; Romanos
13:9. 20:14 No adulterar; Romanos 13:9; 1 Corintios
6:9. codiciar; Efesios 5:3. Ahora, si es pecado no guardar
el sábado de los judíos, ¿cómo es posible que no se advierta
de ello en todo el Nuevo Testamento, especialmente cuando
figuran en el Nuevo Testamento los otros mandamientos de la
lista de diez?
El sábado es parte de
la ley; por lo tanto, ponerse bajo el sábado es ponerse bajo
la ley. Pero Gálatas 3:10 dice que todos los que dependen de
las obras de la ley están bajo maldición. ¿Cómo puede uno
desearse tanto la maldición de Dios?
Dice Gálatas 5:4 que
"vacíos son de Cristo" los que vuelven a ponerse bajo la ley
después de ser salvos por gracia, y que ellos "han caído de
la gracia".
Se nos enseña en Romanos 7:4 que el
creyente en Cristo está muerto a la ley, pero la teoría
adventista representa a sus creyentes como del todo vivos
a la ley. He ahí una grave contradicción con la Palabra de
Dios.
Los diez mandamientos
"en letras grabadas en piedra" son un ministerio de muerte,
según 2 Corintios 3:7. Este ministerio de muerte había de
perecer, 3:11. Pero, ¿no es cierto que los señores del
adventismo, al citar los mandamientos, casi siempre dejan
fuera estas palabras de introducción? Este texto demuestra
que los mandamientos fueron dados solamente a Israel (por
mucho que nos manifiestan a nosotros la santidad de Dios), y
dejan entrever que la teoría adventista está errada.
¿Han notado que los diez mandamientos
comienzan con Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la
tierra de Egipto, de casa de servidumbre? De nuevo
estamos frente a una manifestación de que se trata de
ordenanzas dadas específicamente a Israel.
Los diez mandamientos
se repìten en Deuteronomio capítulo 5, y allí se encuentran
las siguientes palabras: Acuérdate que fuisteis siervo
en Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá ...; por
lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de
reposo, 5:15. De nuevo vemos claramente que la
ordenanza del sábado fue dada a un pueblo que había salido
de Egipto. Esto no cuadra con la teoría adventista.
Los adscritos al
adventismo enseñan que hay dos leyes: (i) los diez
mandamientos, que ellos llaman la ley de Dios, y (ii) la ley
ceremonial, que ellos llaman la ley de Moisés. ¿Pueden
darnos, por favor, un solo capítulo y un versículo (en el
Antiguo Testamento o en el Nuevo) donde se hace la
distinción?
Vamos ahora a Nehemías 8:1-3, 8:14, y
9:3. Al hablar del único libro que se leía, aquellos pasajes
lo llaman (i) la ley de Moisés, (ii) la ley de Dios, (iii) el
libro de la ley, y (iv) la ley de Jehová su Dios. Se
intercambian las palabras indiferentemente por tratarse de un
solo libro, una sola ley.